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Por: Octavio Raziel

octavio.raziel2@gmail.com

La vida como es…

Ese gran rompecabezas llamado vida, con piezas como acontecimientos que se acomodan solas o que empujamos, son la partitura para que cada instrumento nos dé esperanzas y haga vibrar a la Gran Sinfónica Existencial.

Bajo la batuta del Gran Director escucharemos “La Tormenta”, de Rimsky Korsakov;

la suavidad del “Moldavia” de Bedrïch Smetana; recorreremos el año con “Las cuatro estaciones” de Antonio Vivaldi; y cerraremos el concierto con la “Danza Macabra” de Camile Saint-Saens.

Triunfos y fracasos, arenas o pedregales, movimientos discordantes o sinfónicos coherentes con nuestra familia, con los amigos y amores.

Esperanza en el mañana, pues podría ser mejor no olvidar el presente, porque en él vivo.

Que lo positivo del pasado nos dé la expectativa del futuro.