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Por: Mtro. Víctor S. Serrano

En estas últimas semanas, hemos escuchado y visto en todos los medios de comunicación y en las redes sociales que la pandemia que ha provocado el virus del Covid-19 quedará registrada en los anales de la historia mundial; y que claro, a cada nación y pueblo los ha marcado y afectado de manera distinta.

Obviamente, eso último depende indiscutiblemente de su gobierno y sociedad. Sin duda, México no es la excepción, pues esta pandemia ha permitido conocer de que estamos hechos los mexicanos y nuestros gobernantes.

Por ejemplo, hay quienes han tratado de cuidar su salud quedándose en casa, y los que no pueden porqué tienen que salir a trabajar para llevar dinero y comida a su mesa, se cuidan para tratar de no contagiarse y convertirse en un foco de infección para los demás.

Aunque esta la otra cara de la moneda, ya que sin considerar el incremento diario de contagios y muertos, hay personas que aún piensan que el virus fue un invento del gobierno para manipular a la sociedad y generarle miedo para que no salgan de sus casas; lo que provoca que salgan de sus casas y hagan lo que en un día normal llevan a cabo, generando así el incremento constante de contagiados y muertos.

Lo cierto, es que esto nos ha llevado a reconsiderar y revaluar que está bien y mal en nuestra sociedad, de entrada el desconocimiento, la ignorancia, la incredulidad, el miedo y por supuesto, el desinterés por los demás.

A todo ello, se le deben sumar, la ignorancia, incapacidad, desconocimiento, opacidad y omisiones de las autoridades locales y federales en el combate, erradicación y cura del Covid-19; sin dejar atrás, los constantes abusos de los servidores públicos. Agregando un ingrediente más: “LA CORRUPCIÓN”.

Casos!!!???, tenemos por millar y diarios, por ejemplo: el contrato celebrado entre el Gobierno Federal y la empresa Cyber Robotic Solutions, S.A. de C.V., de la cual es socio el hijo de Manuel Bartlett, en donde a esta última le compraban ventiladores que necesitan los hospitales para los pacientes enfermos por Covid-19; pero aparte del tráfico de influencia que lleva implícito, conlleva que los mismos fueron vendidos por un costo mucho mayor que otras empresas.

Otro caso, es que durante el tiempo que ha durado la cuarentena se han estado publicando decretos en el Diario Oficial de la Federación que va en contra de los compromisos que en campaña se obligó a cumplir el actual Presidente de México; como regresar a las fuerzas armadas a las calles, acabar con los fideicomisos o acabar con las energías renovables, entre muchos otros.

Pero vemos un gran número de servidores públicos que carecen de experiencia, conocimiento y sensibilidad para gobernar; está el caso del Subsecretario de Salud, que con tal de cubrir los primeros contagios de Covid, refirió inicialmente que los casos de los enfermos y fallecidos por neumonía atípica no estaban relacionados con ese virus, y en ese momento ya se contaban por cientos el número de fallecidos.

Hace unas semanas, el mismo Subsecretario se desdijo y mencionó que ahora sí empezarían a contar los muertos por neumonía atípica como consecuencia del contagio de dicho virus, sin dar mayor explicación del porque antes no.

El hecho de que se instigue a la sociedad mexicana a comprar productos piratas, o como se le llamó “clones de películas originales”, para que ya no se paguen los servicios de Netflix o Amazon, ya que elevaron sus tarifas, las cuales vale decir, que se incrementaron porque el mismo gobierno federal lo provocó.

Ya ni hablar del H. Congreso de la Unión, que en estos tiempos es patio trasero del ejecutivo, cuando constitucionalmente deben ser dos poderes de la federación que le den equilibrio al poder político; sin embargo, tal parece que los diputados y senadores que hoy representan la mayoría en el Congreso entendieron mal, para variar, ya que todo el poder político se lo están dando al ejecutivo para su equilibrio.

Sin que se queden atrás los Gobernadores, Presidentes Municipales y Legisladores Locales, basta recordar al Gobernador de Puebla que está envuelto en una telaraña de intrigas por la muerte de la mujer que ocupó el puesto antes que él; de decir que el Covid solo les da a los ricos o como se les llama ahora “Fifis” y los pobres son inmunes, o que, el Covid se quita con un mole de guajolote. También, aquel Gobernador de Baja California que cambió su constitución para asegurar su continuación en el poder, y que afortunadamente se reconoció como inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nacional.

Todo ello, debe servir de muestra y de experiencia para que la sociedad mexicana empiece a tomar conciencia de lo que está pasando en su entorno, y que de no pensar en un cambio radical y estructural, este país no tendrá un futuro prometedor, y en consecuencia, estaremos sumergidos en la pobreza y en la opresión.

Lo cierto es, que tenemos una nueva oportunidad para decidir por el cambio político y de paradigmas para nuestro bienestar, pues en el próximo proceso electoral que ya está tocando la puerta, donde se elegirán los 500 diputados federales, 15 Gobernadores, y en todo el país legisladores locales, se tendrán elecciones en los 32 estados de la república, podremos hacer un verdadero cambio. Lo primero es que la sociedad se informe de quienes son sus candidatos, que piensen en su porvenir, y finalmente, que decidan participar en los próximos comicios mediante un voto razonado e informado.

vicserra2015@gmail.com