La victimización fue un concepto empleado en la narrativa de Andrés Manuel López Obrador que le funcionó los primeros tres años para empoderar su fallida cuarta transformación, pero hoy en día, lejos de provocar lástima y causar enojos del pueblo mexicano hacía los conservadores, se observa un repudio hacía el macuspano flotando la podredumbre y corrupción de su administración.
De ser un «Chucho el roto» o un «Robin Hood» pasó a ocupar un palacio donde su transformó en un tirano que con sus paniaguados gobernadores explota a los pobres.
El presidente los ha hecho seguir su estrategia que poco a poco va perdiendo el efecto para el que la creó.
En el 2022, precisamente en el mes de Septiembre, para ser exactos el día 26, cuatro días antes de tomar protesta como Gobernador Constitucional de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya salió del Estado para refugiarse en el Senado de la República retomando su escaño, apareciendo su nombre en la bitácora legislativa, con lo que, en automático, renunciaba como gobernador electo, según los estatutos. De acuerdo a sus comunicadores, el cardiólogo buscaba refugió ante las amenazas de los Panistas.
El pueblo Tamaulipeco enardecido reprochó la actitud de los azules e hizo víctima al médico quien subió su bono electorero en un cien por ciento. ¡Era una víctima de los perversos conservadoras que tanto daño le habían hecho al pueblo!
Dos cosas pasaron después: el Senador Ricardo Monreal tuvo qué aplicar su experiencia en el uso de la Jurisprudencia para salvarle la investidura de Gobernador.
El primero de Octubre con gabinete hecho al vapor, tomó posesión. El pueblo lo aclamó “porque también era un perseguido” y desde entonces han sucedido una serie de defensas a su favor en la Ciudad de México. La última fue aplicada por la Secretaría de Gobernación al darle un «apretón» al líder de los maestros Arnulfo Rodríguez Treviño quién ya traía bien asolados y contra las cuerdas al gabinete Tamaulipeco.
Actualmente el gobernador Villarreal Anaya festeja una pelea que no ganó con su gabinete. En su mañanera de hoy Jueves 21, “alguna mente brillante” tuvo la ocurrencia de mandar una emisaria a interponer una formal denuncia contra el equipo del líder magisterial Arnulfo Rodríguez “por sus excesos sindicales al mantener el paro magisterial por catorce días y suspender las clases y de paso acusó a la Sección 30 magisterial de atacar a la Prensa. Acá en Tamaulipas muchos ya no sabían si reír, llorar o de plano darse de golpes en la pared por tanta ocurrencia.
El presidente López Obrador, tranquilo sin emocionarse mucho dedicó escasos segundos a la figura de Américo y se enfocó más en la actitud de los sindicalistas pero sin agredirlos mucho menos insultarlos, casi casi les dio la razón.
En cuánto al ataque a la Libertad de Expresión, ni al mismo Lord Molécula se le hubiera ocurrido pedirle unas palabras al Peje defendiendo a los tundeteclas, pues desde el primer día de su mandato se ha dedicado a darle de garrotazos a los periodistas.
Sólo esperamos que esté episodio mañanero no sea una ocurrencia de su vocero Jesús Ramírez en coordinación con el área de Prensa de Villarreal Anaya.
La victimización está dejando de funcionar en muchos Estados incluyendo Tamaulipas dónde ese tipo de acciones tienen otro significado o se les da otro nombre.
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