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Siguiendo el mismo ejercicio que se lleva a cabo en “las mañaneras”, en ninguno de los anteriores gobiernos federales o dicho de otra manera, ninguno de los anteriores presidentes habían utilizado de manera permanente los medios de comunicación y los recursos gubernamentales para hacerse auto propaganda todos los días. 

Sin duda alguna, “las mañaneras” le han servido al Presidente de la República para asegurar una permanencia en el ánimo de las y los mexicanos; hacer una campaña en favor o en contra de quienes están o no están de acuerdo con sus ideas o creencias; adoctrinar a las personas de que él es el próximo Mesías pese a incurrir en sacrilegio; que los medios de comunicación que hablan mal de él o de sus decisiones sean juzgados en esa plaza pública que se conoce como “las mañaneras”.

También ha servido para dejar claro que las decisiones gubernamentales e institucionales solo las toma él a través de “las mañaneras”, por eso es que en este sexenio hemos visto opacos o ausentes a los Secretarios de Estado. Pues puedo asegurar, que muchos de los ciudadanos saben qué son “las mañaneras”, pero no saben quiénes son los Secretarios de Estado y mucho menos, cuáles son sus funciones y obligaciones. A tanto conocerán al doctor López Gatell y eso, porque la pandemia que ha dejado el COVID lo ha obligado a salir al público.

En muchas ocasiones parecen charadas o show de “Stand Up” las mañaneras, incluso pudieran resultar graciosas las ocurrencias que ahí se presentan, como lo es la mujer que tiene a su cargo la sección “Quien es Quien en las Mentiras”; pero también resultan insultantes a la inteligencia de las y los ciudadanos pensantes pues todos los días nos damos cuenta de que esas ocurrencias no son tan graciosas cuando tienen un impacto negativo dentro y fuera del país. 

Pero a decir verdad, todo este escenario que representan “las mañaneras” solo son distractores para ocultar la realidad de lo que está sucediendo en el país o lo que están haciendo para su beneficio personal, pues si somos un poco observadores y verificadores de nuestra realidad hay cosas que se dicen en ese templete que no son del todo cierto. Estoy seguro de que en su momento lo juzgará la historia; porque hoy, eso representa ser enemigo del Estado. 

Desafortunadamente, como siempre ha pasado y sigue pasando las malas decisiones que se toman desde el gobierno federal afectan a toda la sociedad, aunque no toda ella se da cuenta de su triste realidad o simplemente se resigna a vivir y sobrevivir sobre las malas decisiones presidenciales. 

Debo señalar, que la mayoría de las y los mexicanos son masoquistas y flojos, prefieren seguir sufriendo y ser alimentados con limosnas que les da el gobierno sin poder pensar que tienen derecho a tener una vida mejor; bueno, aunque eso implicaría trabajar, trabajar y trabajar; pero eso sí, obligando al gobierno a que cumpla con sus obligaciones y responsabilidades para con sus gobernados.

Aunque debo de reconocer que las y los mexicanos tienen gran fuerza para resistir cualquier adversidad y ajustarse a cualquier circunstancia aun y cuando les desfavorezca,

por eso me queda claro que habrá muchas personas que aún estén férreamente convencidas en un proyecto que nació en el ocaso como es la 4T.

Es cierto, que hay muchos temas que son importantes para el país, como la seguridad pública, la seguridad nacional, el estado de Derecho, el combate a la corrupción, la procuración e impartición de justicia, combate al delito y a la delincuencia, erradicación de la pobreza, combatir el analfabetismo, combatir la pandemia de una manera eficaz y eficiente, proteger el derecho humano a la salud, frenar el aumento desmedido de las gasolinas que por consecuencia trae el aumento de la canasta básica, entre muchos otros.

También es preocupante no atender estos temas que son vitales para el desarrollo de la nación y, de las y los gobernados; más que todo, porque serán materia urgente para el próximo Presidente de la República. 

Pues de entrada, lo que deberá atender de manera urgente el próximo presidente es el combate a la delincuencia organizada, la corrupción, la pobreza, el analfabetismo, el autoritarismo, devolver las facultades, atribuciones y obligaciones cada una de las dependencias del gobierno federal. Pues ya ha quedado claro que el control total del poder no puede delegarse en un solo hombre. 

vicserra2015@gmail.com