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PUNTO ROJO

desde Cd. Victoria, Tam.

En unos meses más Andrés Manuel López Obrador concluye su mandato el cuál, al final del camino, fue igual a otros sexenios.

Los niveles de pobreza no paran de avanzar, la inseguridad no se contuvo, esta vez ni tan siquiera se atacó.
Sus tres obras emblemáticas se quedarán sin poder ser estrenadas esperando que su sucesor las termine o de plano las deseche porque forman parte del pasado y serán prioridad otras.
Pasará a la historia cómo un presidente que quiso modernizar un país con ideas y costumbres viejas y obsoletas.
Trató siempre de arreglar los enormes conflictos con remedios caseros cómo aquellas frases: «los voy acusar con sus abuelitos» cuando debió dejarles caer todo el Código Penal encima a los bandidos.
Abrazos y besos les lanzó a narco-terroristas y cómo respuesta recibía ráfagas de metralla, bombazos y bazucasos.
Cómo Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas ordenó línea dura con maniobra de reversa, la guerra estaba pérdida sin haber pegado, o vendió la derrota.


Roció de agua bendita a sus funcionarios sorprendidos cometiendo actos de corrupción, convirtiendo Palacio Nacional en el Monte de los Olivos con pilas de agua bendita en cada rincón.
Repartió latigazos a sus detractores.
A muchos les puso la lápida (literal) con sus declaraciones; varios periodistas cayeron abatidos
Por si fuera poco, ha convertido a sus Gobernadores incluyendo a “las corcholatas» en sus misioneros que al pie de la letra llevan su palabra a los pueblos.
Su Cuarta Trasformación fue sólo un churro televisivo que sirvió de inspiración a comediantes.
Al final está quedando cómo un triste cuenta chistes, algunos muy macabros.
Va destruyendo instituciones que han funcionado por décadas y forman parte de un equilibrio social.
Busca regresar al México de los 70s u 80s.
No moderniza ni construye mucho menos perfecciona; su propósito es acabar con lo hecho.
MORENA dividió a México, una nación arrastrada por la modernidad, saturada de aspiracionistas preparándose para dar batalla en cualquier terreno progresista. AMLO la quiso detener y no pudo.
México enorme mole de ideales e intereses que lo aplastó.
Dividió tanto al país que un enorme sector de plano lo ignora, sigue su vida. El busca llamar la atención de muchas formas, lanza ataques radicales a diestra y siniestra pero son momentáneos; tan pronto se acaba la mañanera, los pocos que la ven se olvidan.
GATTAS NO PRENDE
Es una trágica realidad.
Eduardo Abraham Gattas nomás no prende.
El lo sabe muy bien, el efecto Morenista es su sombra.
No se atreve a confesar públicamente que no ganó, fue el partido.
Ese mismo partido ya busca candidato nuevo para el 2024.
Tendrá el valor de lanzarse y defenderse, para mostrarle a Morena que él las puede.
puntorojo66@yahoo.com.mx