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Punto Rojo

Los constantes ataques a comunicadores pusieron a Eduardo Gattas, todavía Alcalde de Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas en una clara desventaja contra sus adversarios políticos con miras a las elecciones 2024.

La gota que derramó el vaso fue la confrontación directa con su padrino político Enrique Cárdenas del Avellano.

Gattas es un sujeto que no sabe de lealtades tan es así que surgen rumores de una posible traición a Morena sino le autorizan la reelección o mínimo le dan una Diputación Local a cambió de su «estructura».
Antes de iniciar su gestión un columnista victorense definió el futuro político de Gattas cómo un fracaso y «podría estar dando un salto al vacío en su carrera politica» y está a punto de darlo.
Gattas habla o presume de tener una estructura pero en realidad le pertenece a Morena.

En el PRI jamás la tuvo.
Dos años de gestión y nunca conectó con empresarios ni locales ni foráneos mucho menos con la clase política de quienes siempre fue empleado.
La decepción de la población puede sentirse, otra vez se volvieron a equivocar.

Gattas sin Morena no es nada.

La situación se complica pues aquellas locuras y desplantes violentos de juventud le pasarán la factura muy pronto porque los Diputados harán valer la propuesta de invalidar todo registro de candidatos con historial penal por agresiones físicas a su esposa Lucía Rodríguez,

Gattas danzó con lobos de la política local pero no aprendió nada; ejercer el poder no es ser un bravucón de barriada y quiso arreglar asuntos municipales como en los viejos tiempos con una manopla en la mano izquierda y unos «chacos» en la derecha, del oficio político mejor ni hablamos.
Tres nombres van de boca en boca entre los victorenses Alejandra Cárdenas, Oscar Almaraz Smer y José Braña Mojica.
El de Gattas sólo será un eco rumbo al vacío.
Gattas continuará culpando a reporteros de su incapacidad.
El lujurioso (Marco Batarse Contreras) anda molesto, encabronado es poco, buscaba la Secretaría de Administración de la UAT y se le concedió.
Pero sigue sin ser feliz.
Movió mar y tierra, bueno no tanto, movió su larga lengua en el tercer piso de Gobierno y consiguió que Francisco Cuellar enviará al departamento de Prensa a Manuel Aguilar, y ni así es feliz
Sube, baja, entra y sale de las oficinas de Rectoria rallándole la madre a todo mundo.
Es el payaso de los franeleros.
Se mofan de sus corajes
Amenaza con destituir a todo mundo incluyendo al Rector, «Soy amigo del Gobernador».
Hasta ahorita ha logrado dos importantes cambios: quitar los «cajones» del estacionamiento a dos empleados, ah! y patear una puerta.
Después irá por líderes estudiantes de Reynosa y Tampico, sus dos fieles escuderos alistan las flechas.
De paso amaga con manosear más mujeres, ya que al final las carpetas de investigación no prosperan, pues es amigo del Gobernador…
puntorojo66@yahoo.com.mx