Compartir

Por: Sócrates A. Campos Lemus

Que conste….son reflexiones…!

Hace apenas unos días las autoridades mexicanas nos informaban, solamente informan sin hacer nada por remediarlo, que casi todas las marcas que venden atún enlatado nos dan “gato por liebre” y que no hay tal atún, que nos dan soya, y esto, en cualquier otro país es un fraude y un robo que merecería castigos pero no en México.

También nos enteramos o lo sufrimos diariamente cuando cargamos combustible de que los litros no son de litro y que los precios del mismo varían sin que exista ninguna explicación por los aumentos, simplemente necesitan más dinero y joden a los consumidores y eso, en cualquier otro país, sería robo y extorsión, pero en México no sucede nada.

Aquí nos enteramos que los grandes muy grandes empresarios o consorcios deben miles de millones de pesos de impuestos y que durante años, por maniobras legaloides en combinación con las mismas autoridades hacendarias no pagan y evaden, claro, ahora, muchos de esos evasores también son “consejeros del poder” y no evasores, y eso, en cualquier otro país tendría graves consecuencias pero no en México. Aquí los toma el señor presidente como “consejeros”, no vaya a ser que se enojen y saquen sus fortunas a los paraísos fiscales donde tienen una buena parte de lo que nos roban a todos.

Y digo “roban”, porque la forma en que se enriquecen en México no es la normal. Nos roban al vendernos o al comprarnos, nos roban al no pagar lo que tienen que pagar por nuestro esfuerzo, al hacer negocios al lado del poder con el esquema que aún se sigue usando de utilizar los fondos y recursos públicos para hacer negocios privados, porque les permiten a los grandes consorcios que nos roben con el cuento del libre mercado y al no controlar los precios de medicamentos que nos venden en miles de pesos cuando su costo es muchísimo menor, cuando nos roban en el precio de los alimentos enlatados o embolsados solamente porque así controlan a los productores a quienes les pagan casi nada por sus productos y nos los venden muy caro a los consumidores, porque el mismo gobierno permite que los comerciantes de productos chatarra sigan envenenado y engordando a los niños, con el cuento de que es libre mercado y que es responsabilidad del consumidor no del productor consumirlos, a pesar de que socialmente tengamos que pagar por los medicamentos y atención de miles de mexicanos enfermos por la gordura y la diabetes y el corazón, al igual como lo hacen las empresas cigarreras para dañar la salud de aquellos a quienes hicieron adictos a la nicotina por lo que los mexicanos tenemos que pagar su atención médica a miles de enfermos por cáncer de pulmón y males respiratorios porque consumieron cientos de cigarrillos que dejaron grandes utilidades a los hampones que los vendieron.

Así tenemos que pagar por accidentes y accidentados por el consumo de drogas o de alcohol y los grandes productores no sufren ni se acongojan, ellos ya cumplieron con la norma que dice que ese producto es peligroso para la salud y, así, nos siguen jodiendo.

No es posible que se pueda especular con los huevos, lo digo en el buen sentido, los que consumimos los mexicanos a diario, cuando ahora cuesta el kilo más de cincuenta pesos y sabemos que existe colusión y control en el manejo y especulación de los productos de pollo, donde un pequeño grupo se beneficia jodiendo a millones de consumidores que tienen que terminar pagando, porque estamos en un libre mercado y este es libre de jodernos a los consumidores sin que nadie nos pueda defender, bueno, ni el chavo del ocho… y eso que estamos ya en “la cuarta transformación” y no sé cuántas más tendremos que esperar para que alguien ponga control en esos robos y saqueos de los recursos de los mexicanos.

Hoy, cuando entran miles de productos de China, uno no se puede explicar que al mayoreo miles de prendas de vestir cuesten pesos y se vendan en cientos, solamente porque hay especulación y descontrol en el mercado libre que nos jode a todos y llegan los productores nacionales y se quejan de que no hay garantías y no existe libre competencia, cuando por años nos han jodido con los precios altos de los mismos productos que ahora ,en precios alzados, son mucho más baratos que los nacionales y para ello, no hay ni normas ni consultas, solamente nos jodemos o nos jodemos, así parecen operar los libres mercados aún en la transformación social que se supone debería velar por los intereses del infelizaje en vez de andar perdiendo tiempo en hacer propuestas contra fifís.

Producimos vehículos y los compramos al doble de precio que los que se venden en el extranjero solamente porque es la forma en que recaudan impuestos a los jodidos, nos dijeron, desde 1968, que las carreteras de peaje solamente cobrarían diez años, mientras se pagaban los adeudos de los créditos de las Olimpiadas y llevan más de cincuenta años cobrando, como si nada, con total cinismo. Lo mismo hicieron con el  impuesto a la tenencia y uso de vehículos y nos siguen jodiendo. Inventaron el Seguro Popular dizque para darnos servicio médico social a quienes no lo tenemos por jodidos y sin empleo, pero se robaron miles de millones de pesos en la compra de equipos y medicamentos, en todos los Estados. Se sabe cómo operaban esos robos y saqueos y se denunciaron, pero han pasado meses y nada se hace para recuperar los recursos robados con la complicidad de los gobernadores, incluso, como en Oaxaca, ligados, (Gabino Cué), a los intereses políticos de AMLO y, a lo mejor por ello, no tiene ni castigo ni investigación como tampoco lo tienen los compadres y sus parientes que fueron los que orquestaron esos cuantiosos robos y fraudes a todos los mexicanos, pero eso sí, estamos “en la transformación” y nada.

Ahora se inventan otras cosas, se hacen campos de beisbol para satisfacer los gustos del Presidente, pero no hay justicia ni se resuelven las cosas que nos afectan, solamente logramos o lograron los pillos y  viejos mafiosos del poder, transformarse en consejeros del poder y, a lo mejor, me digo, esa es la esencia de la transformación… “pero che, si estás igualito que hace noventa años…”