Jesús Te Ampare
Tal parece que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está más politizado que el propio movimiento político de izquierda.
Y todo porque hay personajes perversos e implacables de la 4T (léase Adán Augusto y Monreal), que se empecinan en sostener al aún director Zoé Robledo Aburto quien se aferra al cargo pese a los presuntos señalamientos de torpeza y corrupción en su contra.
El chiapaneco, muy ligado a Luisa María Alcalde Luján (MORENA), enfrenta serias críticas que enturbian su gestión al frente de un sector tan sensible como es el de salud.
Estas acusaciones han levantado cuestionamientos sobre la transparencia y la ética en las decisiones del funcionario.
Hay que precisar que el gobierno federal enfrenta la mayor crisis en el abastecimiento de medicamentos de su historia, situación que ha generado un impacto negativo en la atención de salud.
Es preciso mencionar que se han adquirido más del 40% de medicamentos que los años anteriores –con ahorros superiores a los 23 mil millones de pesos–, y la mayoría de esos fármacos son para el IMSS.
Pero, la ausencia de operatividad de Robledo Aburto, ha provocado que la institución esté casi paralizada, afectando gravemente la calidad y oportunidad de los servicios de salud que ofrece a millones de mexicanos.
Mientras tanto, organizaciones civiles y voces de oposición exigen investigaciones claras y rendición de cuentas.
El poder del funcionario radica en su capacidad de nublar la razón y distorsionar los valores.
Y esta tentación corrompe no solo al individuo, sino que altera su percepción del bien y del mal, haciendo que lo inmoral se vuelva provocativamente aceptable.
Los días que demore Zoé en separarse del IMSS podrían costar vidas, pues la falta de acciones eficientes agravan la crisis en el sistema de salud.
El retraso de su salida pone en riesgo también la modernización del instituto y la consolidación del Sistema Único de Salud, dejando en desasosiego el futuro de una atención médica de calidad.
Un golpe de timón de Claudia Sheinbaum (darle las gracias a Zoé y acallar las voces que lo alientan), podría ser la gran señal de que tiene en sus manos el control absoluto de uno de los institutos de seguridad social más relevantes del mundo.
¿Hasta qué punto la política y la corrupción pueden comprometer la calidad de los servicios de salud?
La presidenta Sheinbaum…tiene la palabra y el bastón de mando.
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