De Octavio Raziel
octavio.raziel@gmail.com
Vivir, es sentir que la noche
Llega como soplo de luz,
De esperanza y de amor;
Que cae como hoja fluorescente
Sobre el bosque, el pinar.
Vivir, es ver correr las aguas
Del serpenteante arroyo;
Caer la lluvia, cristalina;
Gotas diamantinas
Que se estrellan en la tierra.
Vivir, es ver mecerse a los árboles,
Grandes, como centinelas gigantes
Que desafían a la tormenta,
Al viento y al sol,
Incólumes ante la afrenta.
Vivir, es oír el canto del viento,
Ulular en melodía
Que distante llega al oído:
Fiero, manso o tierno.
Admirar las nubes,
Algodones sugestivos
Que corren por los cielos:
Telas desgarradas,
Recuerdos diluidos.
Observar la tormenta
Fascinarse con el rayo;
Oír el trueno;
Descarga de furia
Sobre la verde campiña. (1975)