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La irrupción de padres de familia educados en modelos autoritarios para exigir a los maestros sistemas disciplinarios más abiertos y la falta de atención a los nuevos modelos de familia, son algunas de las causas por las que la labor magisterial perdió credibilidad a lo largo de los años.

Se trata de padres de familia que buscaron que sus hijos no vivieran lo mismo que ellos en las aulas, por lo que exigían a los maestros la atención a sistemas disciplinarios menos rígidos.

Las escuelas y los docentes no supieron qué hacer ante el liderazgo de los padres en los espacios educativos, lo que en su opinión no les toca debido a que los expertos son las autoridades educativas, y los padres deben considerar los modelos educativos acordes a la manera en la que quieren educar a sus hijos.

Lo anterior, de acuerdo con Patricia Ganem, directora de Grupo Loga, dedicado a la asesoría y capacitación educativa, suma además que los espacios educativos no supieron cómo atender la llegada de la nueva era y con ella, los diversos modelos de familias.

Sin embargo, consideró que los maestros mexicanos no han perdido la investidura de años atrás, lo que pasa es que sólo se visibiliza lo malo y no a los millones de maestros que cada día dejan la vida en las aulas.

Posterior a la presentación de la séptima edición del Congreso Iberoamericano de Calidad Educativa, a celebrarse del 25 al 28 de julio próximo en Monterrey, Nuevo León, al norte del país, la especialista añadió que la educación inicial de los maestros debe considerar un currículum general que contemple la movilidad en diferentes ámbitos educativos, con la finalidad de lograr una identidad del magisterio nacional mexicano.

Lo anterior, sumado a áreas diferenciadas para la atención de las modalidades educativas, así como pedagogía disruptiva con metodologías distintivas que consideren sistemas que abonen a la creatividad, las artes, la transformación curricular, toma de decisiones y acompañamiento para las nuevas generaciones.

La especialista puntualizó que los niños de ahora son muy diferentes a los de antaño y requieren nuevas formas de ser educados, de esta manera, se trata de infantes que cambian de interés con mucha velocidad; sin embargo, cuando algo les interesa buscan profundizar en determinados conocimientos.

Lo anterior se suma a que en la actualidad se trata de niños más emotivos que racionales, por lo que son más sensibles a los estímulos, aunado a que se trata de generaciones educadas para vivir en el lugar del mundo que elijan, «estos niños van a impulsar también toda la reforma migratoria».

En ese sentido, detalló la necesidad de replantear innovaciones en espacios físicos, es decir, ya no es posible pensar en estructuras tan rígidas como aulas con bancas alineadas en donde todos los niños hacen lo mismo, en la actualidad son infantes que enfrentan una buena cantidad de estímulos, por lo que es necesario preparar a los maestros para la atención de diferentes tipos cognitivos y de aprendizaje, así como la coordinación de diferentes actividades que contemplen la diversidad educativa.

Añadió que es necesario que la formación inicial de las personas que serán maestros atiendan también a las nuevas generaciones, y que tanto padres y maestros tomen acuerdos conjuntos.

Durante la presentación del congreso, la directora de la Comisión Iberoamericana de Calidad Educativa (CICE), Mayra Castañeda, subrayó la importancia de cambiar el modelo educativo universitario, pues quienes egresan carecen de los conocimientos y herramientas que demanda el mercado laboral, y como consecuencias obtienen bajos salarios y desempleo.

Explicó que de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de 2016, en México cada año egresan 527 mil 934 mexicanos de licenciaturas, 77 mil 610 de maestrías, y siete mil 662 de doctorados, lo que representa un aumento de 46 por ciento en el número de egresados de los distintos niveles de educación superior.

Sin embargo, esta tendencia ha implicado un cambio significativo en el perfil de la población económicamente activa (PEA) del país, «contrario a lo que se esperaría, destaca el hecho de que la población con mayor escolaridad, en lugar de mejorar sus condiciones de empleabilidad y salarios en el mercado laboral, ha registrado un deterioro considerable».

En la actualidad existen 884 mil 237 personas con un grado superior de estudios que están desempleados y sin una oportunidad inmediata de conseguir empleo, ello, con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), mientras que 38 por ciento de los universitarios que logran insertarse en el mercado laboral perciben sueldos menores a los cinco mil 600 pesos mensuales.

Por lo anterior, pugna por un modelo educativo divergente que integre principios pedagógicos, filosóficos y de gestión, a fin de que los docentes adquieran conocimientos para generar en los educandos procesos o métodos de pensamiento que deriven en ideas creativas para solucionar o enfrentar cualquier circunstancia.

FUENTE ; NOTIMEX , CANDELERO 08-05-19