Ráfaga
El pasado día 13 se cumplieron cien años de la muerte del oaxaqueño Rafael Reyes Spíndola, un romántico del periodismo mexicano. Iniciador del diarismo impreso y el primero en contar con linotipos y rotativa para editar un periódico.
Como estudiante hizo sus pininos al publicar “Don Manuel”, un periodiquito dedicado a cuestionar a Manuel Iturribarría, director del Colegio Católico de Oaxaca.
Nuestro personaje realizó los estudios de Primaria en su natal Ciudad Heroica de Tlaxiaco y después se inscribió en un Seminario de la capital oaxaqueña, pero el joven nacido el 24 de octubre de 1860 decidió abandonar los estudios religiosos para ingresar al Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, donde se graduó como abogado e inició su ejercicio profesional por corto tiempo. Sus inquietudes lo llevaron a ser secretario particular del gobernador de Michoacán, general Mariano Jiménez.
Después de cumplir su misión, determinó trasladarse a la Ciudad de México y el miércoles 1 de julio de 1885 lanzó a la circulación el diario “El Universal”, con tendencia porfirista. Recuérdese que un año antes el también oaxaqueño Porfirio Díaz, inició su largo período presidencial. Otra información apunta que el año fue 1888.
La aventura no duró mucho tiempo por falta de apoyo económico y Reyes Spíndola vendió el diario a Ramón Prida, quien le pone como única condición, no publicar otro diario en la Capital Mexicana. Es oportuno precisar que el actual diario El Universal fue fundado el 1 de octubre de 1917 por el tabasqueño Félix Fulgencio Palavicini Loria, sin relación con el del Siglo XIX.
SURGE EL IMPARCIAL, EN PUEBLA
Reyes Spíndola para ratificar su acuerdo con Prida, se fue a la Ciudad de Puebla y reanudó su apasionada misión de periodista. Reúne reporteros y personal para talleres, a efecto de dar vida a un nuevo diario, El Imparcial, que hará historia, al ser la primera fuente de trabajo para linotipistas, “cajistas” y “rotativeros”.
Los fundadores contaron con el apoyo de 50,000 pesos. Rafael cumplió otra meta junto con el español Delfín Sánchez Ramos, casado con una hija de don Benito Juárez. También participó el empresario estadounidense Thomas Braniff, en cuanto a la adquisición del papel.
El sábado 12 de septiembre de 1896 es voceado el primer ejemplar de El Imparcial. ¿Su precio? Pues…¡un centavo!
En el equipo que colaboró en El Imparcial estuvieron: Carlos Díaz Dufoo, primer jefe de Redacción. Manuel Flores y Fausto Moguel. El último director del diario fue el poeta veracruzano Salvador Díaz Mirón, quien oficiosamente dio apoyo a las acciones del usurpador Victoriano Huerta. A la caída del jalisciense, en 1914, el nuevo gobierno incautó las instalaciones del periódico y ahí terminó.
ANHELABAN GRAN CIRCULACIÓN
El oaxaqueño que dio vida a los diarios El Universal y El Imparcial, en la parte final del Siglo XIX, tuvo como una tercera meta, el que el segundo de los periódicos tuviese una circulación de 75,000 ejemplares diarios. No hay datos de que lo haya conseguido. Eran tiempos en que la mayoría de población era rural y analfabeta.
Lo que sí consiguió Reyes Spíndola fue hacer de obligada lectura las revistas que editó en Puebla. Primero, El Mundo Semanario Ilustrado, transformándolo después en El Mundo Ilustrado, en cuyo contenido aparecieron las primeras fotografías noticiosas.
Este ilustre mexicano, un tanto olvidado en nuestra historia general e inclusive en el gremio periodístico, se retiró a la vida privada. Falleció el 12 de enero de 1922, en la Ciudad de México.
OTRA DEL PRESIDENTE DE MÉXICO
Si había alguna duda sobre el odio del actual Presidente de México hacia los reporteros diaristas, articulistas, columnistas y demás integrantes de la Familia Periodística Mexicana, su orden para lanzar de las oficinas que durante 33 años ocupó el Club Primera Plana, la tomamos como una más de sus ocurrencias viscerales y agradezco a su vocero de nombre Jesús Ramírez la serie de mentiras y engaños con que se condujo durante tres años, respecto al problema que “el Presidente me encargó en una mañanera”.
Don Macuspano desconoce todos los acuerdos de los pasados gobiernos que firmaron la renovación del comodato relacionado con el edificio de Humboldt número 5, Alcaldía Cuauhtémoc, sede durante 33 años –de los 62 de existir—de la organización periodística reconocida profesionalmente, a nivel mundial, por estar al servicio de México y con agremiados que no inclinan la cerviz ante nadie. No hay corrupción. Disfrutamos la libertad de expresión, de pensamiento, de prensa, pero hoy nos salió otro “Teodosio Lares” en Palacio Nacional.
El Club Primera Plana entregó la documentación a satisfacción (eso creo) de las autoridades la documentación de los pagos de predial, de consumo de agua y de seguro del edificio. El Instituto Nacional de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales simplemente, por trámite burocrático, respondió que el desalojo se hacia “para aprovechamiento de oficinas públicas”.
De Palacio Nacional salió el ofrecimiento de entregarle al Club el pedazo de un estacionamiento para “que hagan sus oficinas”.
Un voto de confianza y de reconocimiento para los dirigentes del Club, José Luis Uribe Ortega, Virgilio A. Arias Ramírez y Josué Beutelspacher Huízar, quienes como dirigentes nacionales no descansaron para encontrar la nueva sede, la nueva casa, el punto de reunión de los socios del Club Primera Plana. Está en el Sexto Piso del Congreso del Trabajo, Avenida Ricardo Flores Magón 44, Colonia Guerrero. Gracias al apoyo otorgado por los señores Victor Flores Morales y Reyes Soberanis Moreno, secretario general del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana y presidente del Congreso del Trabajo, respectivamente.
Al gobierno federal un mensaje afectuoso: ni sus dos atentados vandálicos contra el Club Primera Plana, destruyendo mobiliario y equipo de trabajo, nos amedrentaron. La denuncia ante el Ministerio Público dormirá por siempre en los archivos de “no pasa nada”.
jherrerav@live.com.mx