La tradicional “Noche que Nadie Duerme”, celebración que combina arte efímero y devoción religiosa y, que atrae a miles de visitantes nacionales e internacionales, se llevó a cabo la noche del jueves y la madrugada de este viernes en el municipio de Huamantla, Tlaxcala.

Como cada año, las calles del lugar se transformaron en un lienzo multicolor gracias a los tapetes monumentales elaborados con aserrín y arenilla. Estas obras, que pueden alcanzar hasta 100 metros de largo, reproducen figuras simétricas, bordados, flores y animales de mar, formando un corredor artístico por el que avanza la procesión de la Virgen de la Caridad.

La creación de estos tapetes requiere meses de preparación. Familias y grupos comunitarios comienzan los diseños con medio año de antelación, calculando materiales y coordinando la mano de obra, que en la jornada final puede extenderse por más de 12 horas.

Cada tapete, con su decoración aérea y detalles florales, puede alcanzar un costo de entre 40 mil y 70 mil pesos (2 mil 140 a 3 mil 744 dólares).

Esta tradición anual es reconocida por su valor cultural y religioso, convirtiéndose en un punto de encuentro para turistas y fotógrafos de distintas partes del mundo, quienes encuentran en Huamantla un espectáculo único de fe, color y tradición.

José Antonio Aquino Ramírez, artesano de tapetes, compartió con EFE que lleva 25 años realizando tapetes de arenilla y aserrín en las calles del centro, debido a que con ellos honran y agradecen a la Virgen de la Caridad, que los protege, cuida y cumple sus peticiones.

“Son florecitas, haga de cuenta que llevamos 25 a 30 años haciendo tapetes”, comentó, y aseguró que cada vez que recibe comentarios positivos sobre su trabajo se llena de orgullo y alegría: “porque valoran tu trabajo, te dicen felicidades y se llena uno de muchas cosas buenas”.

Samuel Vera, turista originario de Chiapas, indicó que ha visitado esta feria durante los últimos 27 años.

“Tiene muchos años que conozco Huamantla, yo soy del estado de Chiapas, me vine a Puebla a estudiar. A la casa que llegué era de una señora que era de Huamantla, yo no tenía idea de todo esto y ella me trajo por primera vez a esta feria tendrá unos 27 años”, relató.

El turista afirmó que es una de sus festividades favoritas, porque para él significa alegría y emoción: “esta noche, la noche que nadie duerme, realmente la gente no duerme ellos, hacen estas alfombras, llevan mucho tiempo de hacerlas, les ponen muchas capas, creo que esta noche es mi favorita”.

Con información de EFE