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Por: Sócrates A. Campos Lemus

  Que conste…son reflexiones…!!

Los adelantos tecnológicos nos han aislado del contacto personal, he visto con espanto a muchos jóvenes y viejos que estando en la misma mesa en vez de platicar entre todos los asistentes, se mandan mensajitos por medio de las redes.

Hay los novios de teléfono o computadora con imágenes que se envían y que resultan muy distintas  si es que llegan a conocerse personalmente.

En fin, una cosa es la distancia tecnológica y otra distinta es la personal. Entendamos que los seres humanos somos gregarios y aunque digan que ya somos lobos solitarios en la realidad queremos tener cerca a otros seres queridos y no somos capaces, como en los países budistas, de mantener la soledad como una forma de controlar las emociones y mantener la paz interior, de reflexionar sobre la vida y la muerte o de estar atento a lo que nos dice la conciencia o lo que nos llega por medio de las ondas que revolotean en el universo.

La soledad interior es buena para el alma y el cuerpo, calma y permite controlar los mutantes pensamientos que revolotean generando el miedo y el terror, no se deja a un lado la realidad, al contrario, se conoce de tal suerte que se tiene la paz interior para poder dar respuesta a los problemas y conflictos más graves.

Las experiencias que nos permiten operar y comprobar este tipo de actos interiores y de meditación y oración, controlar los añejos y miedosos pensamientos que son anárquicos y provocan emociones encontradas y no permiten ver la realidad y el manejo adecuado de las situaciones, y en esas experiencias de vida y de muerte, algunos se quedan en los resentimientos y miedos, y otros, saben cómo superarlos e incluso tienen el valor de dejarlos a un lado porque eso es cargar pesos que no valen la pena.

Algunas de esas cargas son como las de los ropavejeros que no saben bien a bien que llevan pero la cambian por cosas y no por consejos y apapachos del alma.

Por esa razón, no olvido aquella viejita que en un día de crisis en Oaxaca, después de un intenso terremoto que lastimó casas y vidas, se integraba a la fila de dar apoyos para los damnificados y con sus pies descalzos y sus ropas viejas, llevaba una cajita y unas estampitas y le dijo a la entonces esposa del gobernador Vázquez Colmenares: “Soy muy pobre y no tengo más que esta cajita de nueces que son alimento para el cuerpo y éstas estampitas que son el alimento para el alma” y esa es la mejor muestra de un ser superior que dejó a un lado las ambiciones y no dejó que creciera el miedo sino que procuraba calmar el cuerpo y el alma. Eso es saber lo que es el manejo de la soledad y de controlar emociones y pensamientos, no como otros que andan siempre en búsqueda de lanzar sus miedos y sus resentimientos a otros sin darse una idea de lo que los otros han pasado en la vida y jamás se pusieron en los zapatos de los demás. No los conocen ni se conocen y por esa razón solamente revolotean en sus miedos y se pelean en todo momento con la vida y el espíritu,  buscan cosas materiales pero no respuestas en el conocimiento de la vida y la muerte, por ello, cuando hay problemas que ponen en riesgo la vida se tambalean y creen que destruyendo construyen cuando ellos mismos socaban los cimientos de su vida y se derrumban y se van a la soledad y en el odio más brutal y terrible.

Hoy, la vida y la muerte nos coloca en la posibilidad de entrar seriamente a nuestras emociones y en los caminos de la meditación y el control de las mismas, porque con esos mecanismos se conocen las razones reales donde se puede operar el conocer la realidad porque solamente conociéndola se puede cambiar y uno es el mecanismo y el elemento del cambio, no son las ideas de otros ni los complejos o ambiciones o resentimientos de otros los que nos darán ese conocimiento y esa calma en nuestro mundo interno. No, eso es mantenerse en la violencia y el engaño, en la acumulación de datos que solamente engruesan nuestros odios y resentimientos y cuando uno quiere ser libre debe dejar a un lado las cargas emocionales que no son las mejores para caminar ligero, esto es saber elegir en cada momento los pensamientos y resolver los problemas y conflictos internos y en ello se encuentra la verdadera superación emocional y el verdadero control en las emociones del cuerpo que no afecten a uno ni a los demás.

Si no te conoces no sabes de qué manera resolver las cuestiones morales o espirituales, ni siquiera las materiales, porque te clavas en ellas y te come la ambición y los odios y resentimientos, las cosas materiales se descomponen y apestan, las cosas espirituales te limpian el alma y te permiten controlar los alimentos del cuerpo.

Sin duda este tiempo es de complejos, odios, miedos y emociones, pero por esa misma razón nos permitirán lograr los cambios internos para engrosar las filas de los buenos no la fila de los cobardes y miedosos que solamente chachalaquean y mienten esparciendo rumores y denostando a los demás como si en ello se fuera la limpieza del alma y del cuerpo y no entienden que solamente se arropan en los miedos y en ellos terminan en el fondo del fango y la mierda y no llegan a controlar el momento real donde los hombres, en vez de miedos, tienen soluciones y se saben comportar incluso en momentos duros porque así lo han comprobado al batallar en contra de sus males para encontrar los mejores caminos para la superación personal y espiritual.

Efectivamente, tenemos esta posibilidad de entrar en nuevos caminos y de ver las cosas en forma distinta, incluso hay grupos de canto a distancia y de conocimientos fuera de aulas y centros, hay tareas por hacer en el cambio personal y conocer la realidad familiar es conocer la verdad de nuestra realidad, y por esa familia y seres queridos se darán los cambios reales y se dejarán las ambiciones y los reclamos para entender que todos podremos ser diferentes para lograr cambiar nuestro entorno personal, familiar y social que es a lo que nos obliga este tiempo de males para encontrar el camino de los bienes…