La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, señaló que en la conversación telefónica que sostuvo con el primer ministro de Canadá, Mark Carney, hablaron de mantener el Tratado comercial México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y las visas de trabajadores mexicanos.

«Hablamos de la importancia del Tratado, de que Canadá y México estamos de acuerdo en que obviamente se mantenga el tratado comercial, está también el comercio entre México y Canadá», dijo Sheinbaum Pardo en su conferencia de todos los días.

Además, dijo que Carney «manifestó, y lo agradecemos, que se van a mantener las visas de trabajo que se tienen con Canadá, que está de acuerdo y que es muy importante que continúe (el programa)».

El Programa de trabajadores agrícolas temporales México-Canadá inicio en 1974 y con el paso de los años ha contribuido a mejorar la relación bilateral entre ambos gobiernos, al ser considerado un modelo de cooperación laboral internacional que ha demostrado la posibilidad de mantener un movimiento migratorio de trabajadores de manera regulada, digna y efectiva.

En 2024 más de 25.000 trabajadores mexicanos estuvieron en Canadá bajo este programa.

DIÁLOGO DE ASUNTOS PRIORITARIOS

El pasado jueves, el Gobierno de México en un mensaje en redes sociales avisó de la llamada e indicó que Sheinbaum Pardo y Carney «dialogaron sobre asuntos prioritarios de la relación bilateral, la continuidad y fortalecimiento del Programa de trabajadores agrícolas temporales, así como la importancia del T-MEC para fortalecer la competitividad de los tres países de América del Norte».

Hace dos semanas el presidente de Estados Unidos, Donald Trump acusó que México y Canadá, sus socios comerciales, no han respetado el T-MEC, a la vez que anunció que se «renegociará muy pronto».

Desde su llegada a la Casa Blanca en enero pasado, Trump ha emprendido una guerra comercial global, incluyendo a Canadá y México, dos de sus mayores socios comerciales.

Aunque no ha implementado lo que Trump denomina «aranceles recíprocos» contra Canadá y México, ambos vecinos soportan gravámenes del 25 % sobre el acero y el aluminio, así como impuestos aduaneros sobre los componentes de vehículos fabricados en ambos países que no estén sujetos al T-MEC.

DIARIO DE MÉXICO