Que conste…son reflexiones!…

Dicen y a lo mejor tienen razón, que los malos tiempos ayudan a formar, en algunos, mejores sentimientos y sacan las ganas de luchar, cuando menos para sobrevivir y son quienes cambian las cosas, porque otros simplemente se quejan y dejan de hacerlas hasta que se destruyen. Y es cierto, las aguas que se estancan se pudren…

Muchas ocasiones dejamos de pensar en los sueños y nos dedicamos a pensar en los recuerdos y así nos vamos hundiendo en las malas rachas y no entendemos que para cambiar la forma de pensar y de ser, debemos estar atentos para destruir los malos pensamientos y sacar del interior los que no hacen reír, que son buenos recuerdos y nos dejaron buen sabor de boca, y sabemos que cuando sonreímos cuando menos cambiamos la forma de entender y ver la vida y el mundo, porque de lo que  se trata y todos buscamos, es encontrar el camino a la felicidad, pero este no tiene siglas ni instrucciones, es diferente para cada ser humano, así que la obligación es buscarlo y encontrarlo cada uno. No hay escuela que enseñe por donde ir y como caminar en los tramos duros y pantanosos sin dejar de tener la fuerza para salir a caminos planos y secos que nos permitan avanzar.

Por esto, cuando menos, lo que importa es pensar y reflexionar. Momentos tenemos y debemos ocuparlos para ir entendiendo las lecciones de la vida que nos conducen al bien vivir para alcanzar el bien morir y cambiar, integrándonos  al polvo para convertirnos en eso y dejar solamente la energía y el recuerdo en los que en realidad debemos dejar.

Un país que no tiene su producción de alimentos asegurada para la población depende de quienes lo surtan, y así en los mercados internacionales pues saquean, de esa forma, las riquezas nacionales o les imponen formas de actuar y de pensar como a ellos conviene. Por eso en México se sostiene que: “sin maíz no hay país” y el maíz es alimento, plato, cuchara, y sobre todo, paz social porque mata el hambre, y al parecer por hacer los grandes negocios como los hacían los gobiernos fifís del pasado, ahora, también, en vez de alentar la producción y el autoabastecimiento familiar de maíz y otros alimentos salidos de la milpa, no se hace. En vez de hacerlo se fortalece “a los cuates” y dejamos que por medio de ellos se sigan comprando al extranjero miles de toneladas de maíz y otros alimentos, con los que sus ganancias y comisiones para algunos son enormes, pero, al parecer, así pagan las lealtades y los servicios de algunos que en su momento solamente servían a Luis Echeverría, quien hoy plácidamente vive sus últimos días con todas la comodidades y servidumbre hasta de fieles soldados de oficina que siguen siendo sus correos para muchos negocios y el control de muchas cosas.

Ahora el precio del maíz ha aumentado más del 74% con lo que seguramente aumentarán las comisiones para muchos burócratas que siguen en el negocio.

Y nuevamente, como “anillo al dedo”, a muchos les caerán por aquello de que la sequía trae loca a toda la humanidad y que cada día, con el calentamiento global, perdemos agua y lluvias y así justificarán la negligencia y el descuido que han mantenido en el sector campesino al que solamente quieren utilizar como mano de obra barata en algunas obras y para que ellos sean la presión para que los dólares enviados por sus parientes desde el extranjero se rieguen en forma general y se aumente el gasto personal para sostener a la deteriorada industria nacional que no da pie con bola porque no surte lo que debe para las necesidades populares, y seguimos produciendo artículos chafas y malos que solamente aumentan de peso a las gentes pero no las alimentan.

Así, no entendemos las razones del silencio y de la falta de atención para informar sobre los millones de toneladas de alimentos que dejamos de producir y que compramos a los especuladores internacionales.

El presidente debe hacerlo y explicar a cuánto ascienden los recursos que se fugan para alimentar mediocremente a los mexicanos mientras algunos siguen haciendo los grandes negocios con esos especuladores con los cuales se hicieran multimillonarios los Hank o los Salinas y otros muchos cercanos a los presidentes anteriores.

Por eso solamente se habla de faltantes y de malas cuentas, no se llega definir y mostrar el peligroso asunto a los mexicanos pues no sea que le mienten la madre a los funcionarios encargados, y claro que el enojo afectará al mismo presidente.

Sí, recordemos que: “el maíz, es alimento, tortilla, plato, cuchara y paz social y que sin maíz no hay país”, esta sigue siendo la penosa realidad. Sin embargo destinamos recursos al beisbol pero no a los productores de milpa y los dejamos abandonados a su suerte y bueno ya ni siquiera tenemos esa producción que surtía a las familias campesinas y en la actualidad hasta el frijol con gorgojo compran y en esas regiones se sigue viviendo la miseria y el hambre, olvidando que el hambre y la miseria son tan malas consejeras que desde el dolor del estómago comienzan las lealtades y las insurrecciones.

Por ello debemos atender a los campesinos mexicanos y no continuar con la política de comprar en el extranjero los alimentos para que solamente algunos pillos y ambiciosos burócratas de pasillo sigan mamando del presupuesto nacional.

Bueno y tan mal les va a los campesinos que ni siquiera la siembra legal de marihuana les dan, no sea que se conviertan en fumadores y adquieran males de pulmón y dejen de pagar impuestos, que al final es lo que necesitan y buscan los políticos para continuar mamando de la ubre presupuestal, y pues así andamos del carajo en todo el campo, sin agua y sin alimentos, sin educación y sin atención a la salud, solamente con resentimientos y malos tratos, como en los viejos tiempos, utilizándolos como carne de votación y recibo de remesas…