Alfa-Omega
(El próximo presidente también tiene doble nombre).
El mundo sigue con la pandemia del COVID 19. Dos años de padecer el ataque del Coronavirus Delta, Ómicron y como más adelante lo llamen. Millones de mujeres, hombres, jóvenes, niños y bebés han perdido la vida. Muchos más, también contados por millones, contagiados.
Los hospitales estuvieron saturados. Médic@s, enfermer@s, camilleros, personal administrativo en una tarea incansable, exponiendo su vida para salvar a miles de sus semejantes. La escasez de vacunas en algunos países, como llegó a ocurrir en Ecuador, donde la gente caía muerta en las banquetas.
La responsabilidad de combatir la pandemia es de los gobiernos, pero mayormente de cada ser humano. Nadie debe culpar a las autoridades de estar contagiado, menos si la persona se marginó de las medidas sanitarias establecidas.
Millones de personas se siguen negando a ser vacunadas. Hay manifestaciones en Francia, Alemania, España e Italia y en otros países, para protestar por la aplicación de vacunas. En Nueva York se ofreció “un premio” de hasta 100 dólares para quienes se vacunaran y la respuesta de la gente no es la deseada.
Insisto en que: ¡Nadie, mejor que uno para evitar contagiarse y ser contagiador!
Usar el cubrebocas, mascarilla o máscara, debe ser obligatorio. Lavarse las manos, con agua y jabón, así como no asistir a lugares donde hay mucha gente. Además procurar la sana distancia.
Recuerden que desde el cielo llega una sugerencia, “ayúdate, que yo te ayudaré”. Desgraciadamente hay quienes, como el diputado Fernández Noroña, ponen el mal ejemplo y altaneramente proceden cuando se les llama la atención por su irresponsabilidad por no llevar el cubrebocas. Obvio ni qué decir del Presidente de México y su encargado de “combatir” la pandemia, que no usan el cubrebocas.
No miremos nada más las cifras locales, nacionales y mundiales de contagiados, hospitalizados, intubados y muertos. Démonos cuenta de que, si ponen a nuestra disposición módulos para vacunarnos, es de conciencia plena asistir a la aplicación de la substancia que nos dará inmunidad temporal. Por eso dos vacunas, con un intervalo de 15 días, y una tercera, llamada de “refuerzo” a los seis meses. Israel ya determinó una cuarta vacuna.
DOS AÑOS Y NO APRENDEMOS
Sin desconocer que el problema pandémico es mundial y no solo nos sorprendió al esparcirse por los continentes, sino que ha trasformado la vida de los humanos, causando serio golpe a las economías, imponiendo nuevas reglas en la vida cotidiana, parece que no hemos avanzado mayor tramo para superar este suceso, particularmente en la República Mexicana.
Al hablar, discutir y comentar sobre el tema, siempre me señalan que sucede lo mismo en Europa, en Asia, en países del primer mundo como Estados Unidos de América. Sí, tienen mucha razón. La pandemia no es optativa y México no es la excepción. Cada gobierno enfrenta el problema de acuerdo con las circunstancias y aplican las medidas que consideran necesarias, como en Australia donde las sanciones administrativas son muy estrictas e incluso de detención.
En marzo del año pasado se registró el primer caso de contagio. Si mal no recuerdo, a partir del 23 de ese mes se registró el primer caso de contagio. La reacción del gobierno federal tardó, porque se consideró que nuestro país no sería azotado por el COVID 19. Se minimizaba el suceso, cuando el número de contagiados y fallecidos se contaba por miles en Europa y en Estados Unidos la pandemia estaba declarada. Pasaron varias semanas para que actuara el gobierno mexicano. No había vacunas. El Secretario de Relaciones Exteriores, no el de Salud, se movilizó para la adquisición de millones de vacunas. El Presidente de México dispuso que el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell Ramírez, epidemiólogo, coordinara los trabajos para atender y resolver lo conducente, a nivel nacional.
La inexperiencia de López Gatell quedó demostrada desde las primeras semanas en que incurrió, en las mañaneras, en contradicciones. No formuló programa alguno, dio palos de ciego y aseguró que el panorama sería catastrófico si morían 60 mil mexicanos. A la fecha ya se superaron los 300 mil muertos y el mismo funcionario recién declaró “si tienen síntomas, si se sienten mal, no corran a hacer la prueba, quédense en su casa.
Los datos oficiales indican que el 57 por ciento de los mexicanos está vacunado. No se explica por qué la orden inicial de Palacio Nacional de no vacunar al personal médico y administrativo de los hospitales privados, así como mantienen la orden presidencial de no vacunar a los menores de edad. Es tal el desorden oficial que los gobernadores de 31 Estados determinan como operar para combatir la pandemia y dar la atención a la ciudadanía. Cada titular de gobierno estatal, hombre o mujer, actúa bajo su criterio.
La única que supo organizar la vacunación fue la jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Se instalaron los módulos de atención con una organización ejemplar y la aplicación de las dos primeras vacunas mantuvo un orden excepcional. Sin embargo por las presiones ejercidas desde la oficina de enfrente –Palacio Nacional—las cosas han cambiado y se mantiene el semáforo “verde”.
Cierto, el cierre de todas las actividades y las limitantes impuestas a muchos negocios, en los primeros meses de la pandemia, causaron creciente desempleo y aumento en la inseguridad. Tampoco hubo planeación federal para buscar soluciones adecuadas.
Transcurrieron dos años y nada hemos aprendido. Los verdaderos expertos para combate de la pandemia, son médicos dispuestos a colaborar. No son llamados porque son “de hospitales privados”. El Presidente de México lleva dos contagios, probablemente no hace a sus médicos y el hombre de Tabasco no entiende que desde diciembre de 2018, no es un ciudadano común y corriente, sino el que tiene la responsabilidad más importante y sagrada del país.
Una de las más recientes determinaciones oficiales, basadas en la opinión de médicos, es que los contagiados-vacunados dejan de ser transmisores del virus después de siete días del inicio del contagio. Por ello en las empresas gubernamentales, ordenan a sus directivos y colaboradores de retornar a la oficina, pasada una semana del contagio.
HOMENAJE AL PRESIDENTE CENTENARIO
Este lunes 17 tendrá lugar una reunión muy especial, un encuentro virtual no presencial, con motivo de un suceso único en la Historia Patria. El único político mexicano que cumple 100 años de vida y 45 de haber terminado su sexenio presidencial. Un numeroso grupo de integrantes de la Vieja Guardia PRIista conversará con el licenciado Luis Echeverría Álvarez.
El expresidente estará en su domicilio de San Jerónimo, al Sur de la Capital Mexicana, y quienes que participaron con él de 1970 a 1976 se conectarán vía zoom. El diputado Augusto Gómez Villanueva abrirá la reunión en que él y sus compañeros presentarán el libro titulado “Luis Echeverría Álvarez. El Rescate de la Revolución en la Guerra Fría. 1970 1976” y cuyas 308 páginas refieren la obra realizada en ese sexenio. Narraciones objetivas, precisas, no adulatorias, para ser analizadas por los mexicanos.
Ahí encontrará el lector los relatos de Gómez Villanueva, de Jorge de la Vega Domínguez, de Eliseo Mendoza Berrueto, de Everardo Moreno Cruz, de Pedro Joaquín Coldwell, de Francisco Javier Alejo López y de una lista muy extensa de prominentes personajes.
Destaco a dos personas que siempre he estimado mucho y a quienes hace tiempo que no saludo, mi compañera preparatoriana Hilda Hernández, viuda de mi amigo y colega Jaime Araiza Velázquez. Doña Silvia García de Alba que fue esposa de mi tocayo y jefe en la SRA, Jorge Rojo Lugo. Ambas escribieron sobre la personalidad, la obra y el cariño a México de la compañera María Esther Zuno Arce que, en 1945, contrajo matrimonio con “Echeverría”, como ella siempre lo llamaba.
ALGO DE CINCO BILLONARIAS
Es común que hablemos, escribamos, comentemos, en torno a los hombres multimillonarios del mundo. Bueno, de los que suenan más en las esferas de los negocios, de las empresas, de la Banca. Pero, quiénes son las mujeres billonarias, de dónde son, qué hacen, cómo llegaron a tener una gran fortuna. Han demostrado capacidad para perpetuar las empresas que iniciaron los abuelos o de los padres. En México son muchas las damas que fungen como cabeza de empresa, líderes de opinión, pero desconozco si tenemos billonarias. ¿Conoce Usted a alguna?
Recientemente en las redes sociales aparecieron los nombres de más de veinte “pobrecitas billonarias”. La más pobre rebasa su cuenta en mil millones de dólares o sea un billón. La verdad no tengo ni idea de cómo juntar billetes, monedas, cheques, etcétera, para almacenar esa cantidad.
Comienzo con Vanisha Mittal Bathía, a los 39 años de edad posee ¡51 billones de dólares! Es hija del magnate acerero Lakshni N. Mittal. Padre e hija son y viven en la India. Ella se casó a sus 22 años con el empresario Amit Bhatía. En segundo lugar con un capital de 26 billones está la francesita Delphine Arnault, directora y vicepresidenta ejecutiva del conocido grupo Louis Voutton. A sus 46 años es divorciada y vive con su pareja, el galo Xavier Neil; hace cuatro años tuvieron su primer hijo.
La hija del millonario John Walton y nieta del fundador de los supermercados Wal Mart, Christy Walton, ya superó los 65 años de vida y acumula 22.5 billones de dólares. La presentan como filántropa y residente en Wyoming, Estados Unidos. En cuarto sitio, con 20.4 billones de dólares, está colocada Laurene Powell, madre de tres hijos y viuda de Steve Jobs, uno de los fundadores de Apple. La señora se distingue como inversionista y realiza labor filantrópica.
Correspondió el quinto lugar, entre las veintitantas billonarias, a la alemana Susanne Hanna Ursula Quant que en unos meses cumplirá 60 años y está casada con el empresario Werner E. Kalton. Susanne Kalton, su nombre oficial, maneja el ramo farmacéutico como ocupación prioritaria. En 2022 “apenas contabiliza a su favor, 20 billones de dólares”.
Las cinco damas han sido incluidas en las páginas de la Revista Forbes, señaladas como multimillonarias y el quinteto se preparó y tituló, en diferentes universidades antes de convertirse en empresarias.
P.D. Agradezco a mi amigo y colega Neftalí Celis García, así como a “Popis” Muñiz y a Enrique Romero, que me recordaran que también una estatua del presidente José López Portillo rodó por el suelo cuando personas desconocidas la derribaron del pedestal en la Avenida Universidad antes de llegar a Sendero Divisorio, en el municipio de San Nicolás de los Garza, Nuevo León. La destrozada escultura fue abandonada en un terreno baldío de otro municipio, Escobedo. También recibí un comentario, del mismo tema, de mi amiga Rosa Angélica Flores García…Una de fútbol, con el permiso de los que no son aficionados al deporte más popular. Muchas porras se llevó el americanista Chava Reyes al anotar un gol a los 11 segundos de iniciado el encuentro entre América y Puebla que terminó con empate a 1, en este mes de enero. El gol anotado en menor tiempo fue el de Rafael Chávez, en el torneo “largo” 1989-1990, cuando jugaba con Tecos (Universidad Autónoma de Guadalajara) con Las Chivas. Rafael perforó la meta guadalajareña a los 9 segundos de que el árbitro pitó para arrancar el partido.
jherrerav@live.com.mx