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La tensión y la división entre Occidente y Rusia que la invasión rusa de Ucrania abrió en la OSCE sigue muy vigente, pese a que los acuerdos alcanzados este viernes en la mayor organización de seguridad del Mundo, permiten atisbar opciones de colaboración si en algún momento se llega a un alto el fuego.

El Consejo Ministerial de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) arrancó ayer en Malta con 3 grandes retos: elegir a su cúpula directiva, aprobar los presupuestos y determinar qué países ocuparan en 2026 y 2027 la presidencia rotatoria.

Del bloqueo ruso…

Las expectativas de llegar a acuerdos en estos 3 temas, bloqueados el año pasado por Rusia, quedaron al final cumplidos en parte.

Los 57 países miembros sólo lograron el consenso, la fórmula por la que la OSCE toma sus decisiones, para elegir al turco Feridun Sinirlioglu como secretario general y a 3 otros altos cargos.

La presidencia maltesa afirmó que simplemente ese acuerdo supone “una gran hazaña” y que es bueno que Rusia “haya entendido que esta organización es crucial”.

“Así que espero que esto sea el preludio de decisiones más constructivas en el foro multilateral y (…) del final de la guerra de agresión rusa contra Ucrania”, afirmó a preguntas de la agencia informativa EFE el ministro de Exteriores de Malta y presidente de turno de la OSCE, Ian Borg, durante la rueda de prensa final de la reunión.

Sobre el apoyo al nuevo secretario general, el ministro maltés afirmó que su trabajo será más fácil si la guerra termina ya y si Rusia respeta la Carta de Naciones Unidas y el resto de leyes internacionales.

Malta asumió la presidencia de turno a última hora durante el Consejo Ministerial de hace un año en Macedonia del Norte, ante la negativa de Rusia a que lo ocupara Estonia, un país miembro no sólo de la Unión Europea sino también de la OTAN.

…al de Azerbaiyán

En aquel momento, la OSCE estaba sin presupuesto y sin una directiva consolidada, por lo que Borg, cuyo trabajo ha sido aplaudido en los círculos diplomáticos, aseguró este viernes que deja una organización más resiliente a Finlandia, el país que asume la presidencia el 1 de enero.

De hecho, indicó que seguirá intentando hasta final de año cerrar la aprobación del presupuesto, bloqueado desde 2021 por Rusia, y sin el que la OSCE tiene problemas para cumplir sus misiones de vigilancia de la paz, de la limpieza de elecciones y promoción de la democracia y los derechos humanos.

La aprobación de las cuentas de 2024, unos 138 millones de euros, ya no está bloqueada por Rusia, sino por Azerbaiyán, que se opone a que se renueve la misión de la OSCE creada en 1992 para buscar una solución pacífica al conflicto con Armenia sobre la región de Nagorno Karabaj.

Sobre el otro punto pendiente, qué países asumirán la presidencia en 2026 y 2027, las opciones más comentadas son Suiza y Chipre, respectivamente.

Reproches al ministro ruso

El Consejo de este año estuvo marcado de nuevo por los casi unánimes reproches de los países de la OSCE a Rusia por su invasión de Ucrania, también miembro de la Organización, y por violar así la soberanía de los países y la integridad territorial que forman parte de los principios fundamentales de esta organización.

De hecho, los representantes de Ucrania, Polonia, República Checa y los tres Estados bálticos, abandonaron ayer la sala de reuniones cuando tomó la palabra el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.

Polonia y Alemania le acusaron de mentir, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, de ahogar a quienes le escuchan en un tsunami de desinformación.

Lavrov, por su parte, acusó a Estados Unidos de atacar su territorio usando a Ucrania, y dijo que Washington y sus aliados de la OTAN y la Unión Europea controlan la OSCE y han provocado que este foro de diálogo creado durante la Guerra Fría sea ahora “inútil”.

Esperando a Trump

El ambiente de este Consejo ha estado marcado también por el previsto giro de Estados Unidos en el incondicional apoyo militar, logístico y político que viene prestando a Ucrania.

El republicano Donald Trump, que asume la presidencia en enero, ha anunciado que forzará a invasor e invadido a negociar un alto el fuego y un acuerdo de paz.

En ese contexto, fuentes diplomáticas han indicado a EFE que la OSCE se está poniendo ya en un escenario en el que puede aportar mucho, si bien no en la negociación de la paz, sí en el de su mantenimiento.

Hasta que Rusia obligó a desmantelarla en 2022, la OSCE tuvo una misión de vigilancia del precario alto el fuego en el Este de Ucrania, en entre el Ejército del país y las fuerzas separatistas prorrusas.

EFE