Al considerar imposible de lograr la meta del déficit de 3.9% equivalente al producto interno bruto (PIB) como se plantea en el paquete económico 2025, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), advirtió que podría haber algún detonante de las calificadoras sobre lo que suceda en torno a la renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Tras lo que hizo Moody´s de cambiar de estable a negativa su perspectiva, hay que estar pendientes de lo que haga la calificadora Fitch porque ahí sí habrá consecuencias sobre la deuda pública y privada, previó.
“Lo que sí yo creo que puede detonar en alguna acción de calificación adicional, sería la postura inicial de negociación de Estados Unidos respecto al T-MEC y ahora Canadá porque tenemos dos premieres que dicen que es mejor tener tratados bilaterales y no tripartitas, algo que no nos conviene”, dijo el presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos, Víctor Manuel Herrera.
En conferencia de prensa, explicó que cada agencia valuadora del riesgo soberano tiene su propia dinámica.
Por ejemplo, mencionó que Fitch que está un escalón por debajo de Moodýs que tiene un nivel de calificación más moderada le da un margen de maniobra y no la presiona.
Así, expuso, en los casos de las calificadoras Standard & Poor´s y Moody´s, la nota asignada para la deuda soberana de México cuenta todavía con un “colchón”.
Lo anterior, debido a que tienen una calificación un escalón más abajo del grado de inversión para nuestro país, puntualizó.
Sin embargo, alertó que si Fitch decide una acción negativa, entonces empieza a ver unas dinámicas de mercado bastante no favorables sobre los bonos gubernamentales y de las empresas en México.
Hay que recordar que en julio pasado Fitch mantuvo la calificación de la deuda de largo plazo en moneda extranjera de México en BBB-, por encima del grado de inversión, y confirmó la perspectiva estable.
Respecto a la propuesta para bajar el déficit con un ajuste al presupuesto, manifestó que eso puede poner en riesgo las asignaciones para el gasto en salud y el crecimiento económico.
Por su parte, el presidente del IMEF, José Domingo Figueroa, refirió que en el paquete del 2025 el pronóstico de crecimiento de entre 2% y 3% para la economía nacional se sustenta en la fortaleza del consumo y el efecto del nearshoring como palancas de desarrollo.
No obstante, advirtió que generalmente en el arranque de un sexenio hay menor crecimiento, por eso los ejecutivos de finanzas ajustaron a la baja sus proyecciones de 1.3% a 1% para el PIB del próximo año.
“Observamos que el pronóstico de 2% a 3% de crecimiento del PIB es optimista, al igual que el tipo de cambio pronosticado. Por lo tanto, el reto actual en las finanzas públicas requiere de la inversión privada como motor principal para el crecimiento económico”, estableció.
Con información de El Universal Online