Estamos por cumplir el primer año de gobierno de la primera presidenta de México, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, cuyos altos índices de aprobación ciudadana (superiores, incluso, a Andrés Manuel López Obrador, su antecesor y fundador de MORENA), revelan que el gobierno va por la vía correcta, por su congruencia, consistencia y seriedad.
La mayoría de las familias y personas (entre 7 y 8 de cada 10) consideran que su situación económica está bien o muy bien; que los programas sociales están bien o muy bien, y que la administración federal a cargo de la doctora Claudia está dando resultados. Todo ello hace patente la confianza en el Gobierno y los altos índices correlativos de legitimidad.
Dado que la elección presidencial de hace un año se planteó como una “continuidad con cambio”, hoy podemos afirmar que el primer año de la presidenta Claudia es también el séptimo año del proyecto de transformación nacional, también conocido como 4T.
La continuidad se dio en la esencia y el cambio generacional y de género de quienes están pavimentando el Segundo Piso de la Transformación, además de en los principios, las reformas y las obras estratégicas. El cambio se dio en anquilosadas y antiguas prácticas, como la del parricidio político. En este contexto, continuidad y cambio no se contraponen, se complementan.
Vale decir que este proyecto se forjó con líderes políticos carismáticos emanados de un auténtico movimiento popular —al margen de los tradicionales moldes de donde salían los presidentes de la República—, consolidado a ras de suelo, en el territorio, y que involucra el plan transformador de más amplio calado desde la época de las reformas cardenistas (1934-1940), sin violencia política y sin detrimento de la democracia electoral.
Pero veamos con toda objetividad lo que se ha logrado en estos siete años en que decidimos apartarnos del neoliberalismo:
*Se instaló la política social más profunda en la historia del país, lo cual dio paso a una distribución más justa de la riqueza nacional. Pronto, casi un billón de pesos del presupuesto público se redistribuirá entre los sectores más vulnerables Esto, entre otras acciones, a través de la constitucionalización de cuatro programas sociales (pensión para personas adultas mayores; becas para estudiantes de escasos recursos; becas para personas con discapacidad, y medicinas y consultas médicas gratuitas).
*13.5 millones de mexicanas y mexicanos salieron de la pobreza, lo que no ocurrió en gobiernos conservadores.
*Se dignificó a las y los trabajadores y se aplicaron los aumentos al salario mínimo como nunca había ocurrido.
*Se acumularon conquistas laborales, eliminando el outsourcing y estableciendo un modelo más avanzado en el reparto de utilidades.
*Se otorgó libertad sindical para organizarse y se logró una legislación avanzada en materia laboral.
*Se aprobaron las iniciativas correspondientes para recuperar la esencia social de la educación (eliminando el modelo neoliberal, que vulneraba los derechos del magisterio y excluía a las personas más necesitadas) y garantizar su carácter gratuito en todos los niveles, incluyendo el universitario.
También se dispuso la eliminación de las evaluaciones punitivas, devolviendo la dignidad a la profesión docente y privilegiando la estabilidad y formación continua. Igualmente, se llevó a cabo el reconocimiento de la educación indígena e intercultural y el establecimiento de un modelo educativo basado en valores, ciencia y humanismo, porque no solo se buscan trabajadoras y trabajadores eficientes, sino ciudadanía crítica y comprometida.
*Se impulsó el fortalecimiento de programas de becas, para evitar que la falta de recursos sea un obstáculo en la educación de millones de jóvenes, porque cuando una niña o un niño abandona la escuela no solo ellos pierden, pierde México entero.
*Se recuperó la dignidad de los pueblos indígenas y afromexicanos, y se reconocieron derechos sobre sus tierras y posesiones, respetando usos y costumbres.
*Se logró la consolidación de derechos de las mujeres. Se impuso una agenda sin precedente en materia de equidad e igualdad de género, erradicación de la violencia de género, y de acceso a los órganos del Estado y de representación.
*Constitucionalmente, se reconoció a las y los jóvenes, para incorporarlos e incluirlos en la agenda progresista de nuestro movimiento.
*Se consignó, desde la Carta Magna, la penalización y castigo de la corrupción política, desapareciendo el fuero presidencial y ampliando los delitos que ameritan prisión preventiva. También, la eliminación de la condonación de adeudos fiscales a grandes contribuyentes.
*Se estableció un auténtico Estado de derecho (en el que la percepción de justicia fortalece la adhesión ciudadana al orden legal), en contraposición al otrora Estado de derecha, que sistemáticamente produjo resultados injustos, como consecuencia de la pérdida crónica de legitimidad.
*Se ha actuado con dignidad y firmeza en la defensa de nuestros valores, soberanía e historia. Todos los días, a toda hora, la presidenta Sheinbaum ha dado muestra de ello.
*Se reforzó nuestro carácter de nación independiente, estableciendo en la Carta Magna la prohibición de actos injerencistas, desproporcionados o de aplicación extraterritorial.
*Se dio paso a la reforma más profunda en la historia de México en materia judicial. Acudimos a las urnas a elegir a las y los nuevos impartidores de justicia; una hazaña ciudadana. Y algo muy destacable: sin un solo acto de violencia en la puesta en marcha de esta trascendental reforma, en la cual confiamos para recuperar el déficit de justicia y comenzar una nueva era para beneficio de las y los justiciables.
*Disponemos de nuevas instituciones que perfeccionan la democracia y mejoran la participación ciudadana, como la consulta popular y la revocación de mandato.
*Se garantizó protección a los animales, y esto se elevó a rango constitucional.
*Se han salvaguardado los maíces nativos y se privilegió el cuidado al medio ambiente, evitando políticas extractivas.
*Se refuerza el carácter pluriétnico de nuestra patria.
*Se defiende a las y los mexicanos radicados en el extranjero y se dan facilidades para su reincorporación productiva a nuestro país, sin olvidar su defensa ante la política hostil del Gobierno de EE. UU.
*Por supuesto, no deben dejar de mencionarse los avances en los temas más complejos, como seguridad, salud y combate a la corrupción.
Todo ello está detrás del primer año de gobierno.
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