Víctimas del gobierno nicaragüense denunciaron torturas y amenazas a los que fueron sometidos como presos políticos, de acuerdo con un informe de una agrupación de derechos humanos, publicado hoy aquí.
El informe «Volviendo a ser humano» del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca+, expuso un patrón de espionaje, secuestro, seguimiento y tortura que se le dio tanto a los presos políticos como a sus familiares por parte de la policía del presidente Daniel Ortega. Grupos paramilitares, en contra de civiles que se han manifestado en contra de la dictadura de Ortega y Rosario Murillo, sometieron a quienes se pronunciaron en su contra como Lenin Ariel Rojas Contreras, uno de los excarcelados, que fue torturado.
La investigación del colectivo, conformado por seis defensores de derechos humanos exiliados en Costa Rica y exintegrantes del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, se basa en los testimonios de 17 víctimas, el análisis de siete cartas de presos políticos y 15 entrevistas de excarceldos, fotografías y notas periodísticas.
«Las víctimas fueron amenazadas, incluidas en listas, perseguidas o agredidas físicamente”, señala el informe, en cuya fase los polémicos Consejo del Poder Ciudadano (CPC) juegan un papel fundamental, publicó el diario La Prensa.
Las amenazas eran dirigidas en mayor medida a disidentes del Frente Sandinista y ciudadanos que estuvieron protestando en los tranques y barricadas. Dichas listas eran levantadas supuestamente por simpatizantes orteguistas y los secretarios políticos departamentales, reveló la investigación.
Este informe es una “pequeña muestra de lo que es la gravedad de la violencia del régimen”, declaró Gonzalo Carrión, integrante del Colectivo Nicaragua Nunca+ y afirmó que hay “claros patrones de represión que se repiten en la mayoría de los casos”. El informe detalló la forma en la que fuerzas paramilitares en conjunto con miembros de la Policía se movilizaban para realizar secuestros, ejecutados con violencia física y psicológica. Durante los interrogatorios había uno o más oficiales, en muchos casos paramilitares, y los métodos utilizados para torturar era con pistolas eléctricas o alicates; antes se les obligaba a desnudarse y eran fotografiados. Algunos excarcelados revelaron que el interrogatorio podía durar hasta media hora, por la mañana o por la noche y en algunos casos de madrugada. Dentro de las cárceles habían diferentes tipos de celdas. Desde hechas de vidrio polarizado, otras completamente cerradas, así como celdas de castigo de unos pocos metros donde apenas podía caber una persona. El colectivo informó que este informe preliminar será completado en los próximos meses y se brindará una serie de conclusiones finales sobre estos graves señalamientos de violaciones a los derechos humanos. Carrión aseguró que desde el exilio van a seguir realizando su labor para registrar la mayor cantidad posible de denuncias de las víctimas del orteguismo.
Los principales métodos de tortura ejecutados en el Chipote y otros centros de detención policial son utilizar fotos de familiares durante las entrevistas, acompañadas de amenazas de detención, agresión o violencia sexual; arrancar uñas del dedo con una máquina, o quemaduras con cigarros en las partes íntimas. Las víctimas denunciaron el uso desmedido de violencia física y saña. Según los testimonios fueron utilizados métodos de torturas múltiples, como la asfixia, y el uso de alicatas como arma de tortura.
FUENTE ; NOTIMEX , CANDELERO 06-05-19