Jesús Te Ampare
Paco Ignacio Taibo I me instruyó en el apasionado mundo del periodismo, profesión convertida en una de las más peligrosas para ejercerla en el mundo.
Con el correr de los años tuve la oportunidad de conocer la comunicación política oficial, y desempeñar el periodismo desde diversos medios impresos y de Televisa.
Siempre he sostenido que la relación Prensa-Gobierno debe ser de respeto mutuo, y que la libertad de expresión sea un centinela permanente de las acciones del sistema.
Sin embargo, desde el 2018 a la fecha, periodistas y medios de comunicación críticos al gobierno, han padecido ataques severos desde Palacio Nacional.
El objetivo central es descalificarlos porque discrepan de actitudes que consideran erróneas.
El presidente AMLO ha calificado a la prensa de “Fifí”, término de origen francés que se refiere a conductas delicadas, exageradas, presumidas y afeminadas.
El primer político mexicano en aplicar la palabra “Fifí” fue Don Francisco I. Madero, quien respetó la libertad de expresión y usó ese mote peyorativo por sus ideales conservadores y porque la Prensa apoyaba al régimen porfirista.
Quizá, por ello, López Obrador retomó el sello maderista para calificar a quienes disienten de su política de la 4T.
La relación del gobierno federal con periodistas es distante, ríspida. Denigrar a los críticos un día sí y otro también (con sorna y rijosidad), es tema estratégico de cada mañanera.
Las verdades, por dolorosas que estas sean, deben ser atendidas –con gran sensibilidad–, por el poder presidencial y enmendar el rumbo cuando se apliquen medidas impropias para la ciudadanía.
Pero este gobierno tilda a los medios de comunicación (que son interlocutores sociales), de adversarios.
“Los constantes desencuentros con los reporteros y editores erosionan la credibilidad del mandatario mexicano”, escribió la periodista Carmen Morán Breña, del periódico español El País.
También puntualizó que “muchos presidentes comienzan su mandato en luna de miel con los medios y acaban divorciándose de ellos. López Obrador, sin embargo, ha sido fiel a su línea desde el primer momento”.
Veracruz sigue siendo la entidad más peligrosa para desempeñar el periodismo. Muchos colegas se ven obligados a desplazarse a lugares más seguros.
“Con la Prensa no hay mala fe, sólo una confrontación política, sin afectar la libertad de expresión”, sostiene López Obrador.
ceciliogarciacruz@hotmail.com