Jesús Te Ampare 

Hoy, denunciar la corrupción y la injusticia, podría costar hasta la vida.

Un Periodismo certero, en medio de un infierno que devora al más bragado, es sinónimo de violencia criminal.

“Ya solo falta que nos prohíban pensar, para no ofender a los imbéciles”, escribió Fiódor Dostoyevsky, uno de los principales escritores del imperio ruso, cuya literatura explora la psicología humana en el complejo contexto político, social y espiritual de la sociedad rusa de la  segunda mitad del siglo XIX. 

Veracruz, es considerado el más letal para ejercer el Periodismo. De 2010 a 2016 han sido acribillados/as 18 reporteros, y es la entidad con mayor registro de víctimas (39).

Un estudio de «Reporteros Sin Frontera» señala que México es uno de los países más peligrosos para los comunicadores.

Más del 40% de los ataques están documentados y vinculados con actores gubernamentales y organizaciones criminales.

El Periodismo es un oficio que en los últimos años ha sido descalificado por sociópatas disfrazados de políticos que no asimilan las críticas.

Profesar la Libertad de Opinión y Expresión en nuestro país, es vivir en la vulnerabilidad, es enfrentar múltiples factores de alto riesgo.

Comunicadores valientes como Ciro Gómez Leyva –por discrepar de actitudes erróneas del gobierno—, viven un infierno. Les cambió la vida; hoy sufren severas consecuencias personales y familiares. 

La relación del gobierno federal con Periodistas es distante, ríspida. Denigrar, con sorna y rijosidad a quienes disienten, es una estrategia de cada «mañanera». 

Los problemas que se critican –por dolorosos que sean—deben ser resueltos, con el objeto de enmendar el rumbo torcido del Poder.

Muchos Presidentes comienzan su mandato en una romántica luna de miel con los medios, pero terminan en un ruidoso divorcio.

No asimilan que la relación debe ser respetuosa y no de fantasías delirantes de grandezas.

El político prefiere una Prensa a modo: de elogio y vanagloria. Apapacha loas de incondicionales y desprecia con odio, ira y perversión las críticas constructivas.

“Con la Prensa no hay mala fe, solo una confrontación política, sin afectar la libertad de expresión”, decía el esposo de la señora que tramitó pasaporte español. 

Los periodistas se han convertido en “blancos fijos” del Poder, con la finalidad de intimidarlos para así esconder sus acciones delictivas. 

En tanto, la impunidad y los criminales se pavonean  como demonios invencibles.

“Los periodistas se buscan unos a otros, se rechazan, vuelven a encontrarse para tornar a discrepar. Son especies que se repelen y se necesitan para vivir”, sostenía Don Julio Scherer. 

A una semana de la elección inédita y violenta, los medios de comunicación están firmes como puentes de información entre pueblo y gobierno.

Dios nos proteja

ceciliogarciacruz@hotmail.com