El otoño es púrpura, verde claro, oscuro, dorado  y de belleza estremecedora cuando las  hojas volátiles, abrillantadas por las bellas lunas, empiezan a desprenderse de los árboles.  

Otoño tiempo de reflexión de lo que hicimos y dejado de hacer. Ideal para la lectura de esos tesoros literarios que cultivan  nuestro espíritu con las eternas verdades. 

¿Cómo podríamos interpretar al Otoño cuando las hojas caen, los días se enfrían y la naturaleza disminuye en generosidad?

Aprendamos a  desprendámonos de lo nocivo que anidemos en nuestra mente  Digámosela adiós a lo inútil y superfluo que conservamos en nuestras casas; Vaciemos gavetas, armarios, escritorios. No más cargas o molestias excesivas. 

Pongámonos en armonía con nosotros mismos; escuchemos con atención lo que nos dice el cuerpo, oigamos los mensajes desesperados que envía  la Madre Tierra.

“Si te das cuenta de que todo cambia, no hay nada a lo que intentes aferrarte”: Lao Tzé.

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