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Por: Jorge Herrera Valenzuela

R Á F A G A

La indignación reina entre los médicos, por las ofensivas palabras que pronunció el viernes pasado, en su “mañanera”, el Presidente de México.

El tabasqueño desde su púlpito en Palacio Nacional afirmó que el médico al recibir a un paciente no le preguntaba qué le dolía, sino cuántos bienes tenía e hizo con la mano derecha, utilizando los dedos pulgar e índice, la seña indicativa de dinero.

El lunes sobre el mismo tema y presionado para disculparse, ante supuestos reporteros, el hombre que tuvo hasta 30 millones de simpatizantes, expresó: “…hablo de algunos médicos, porque también es una realidad que se mercantilizó la medicina, se robaban las medicinas, uno de los negocios más jugosos era la compra de las medicinas. No solo eso, adulteraban los medicamentos. Había médicos que solo les interesaba eso…”.

No paró ahí, sino agregó que “eso” también lo había “en el gremio empresarial, como en el gremio de los legisladores (sic), el de los políticos, en todos, ni modo que hay un gremio puro”.  Hasta Cantinflas se hubiese ruborizado al oír al más importante funcionario mexicano, pues habló mucho, no se disculpó con los médicos agraviados e irritó más a los profesionistas que recibieron el apoyo solidario de enfermeras, enfermeros, camilleros y por supuesto de muchas personas.

La historia comenzó la mañana del viernes 8 cuando desde su atril quiso ser gracioso más que sarcástico e inventó el siguiente diálogo:

“El médico recibía al paciente, ¿qué tiene? Y el enfermo respondía “me duele aquí”, señalando con su mano una parte del cuerpo y el doctor lo interrumpía, “¿no, no que le duele, cuántos bienes tiene?” ….enseguida en el video se ve claramente cuando el Presidente de México hacía la señal de dinero.

En esa misma ocasión puso énfasis al decir que los médicos “del neoliberalismo” se enriquecieron. Textualmente dijo: “Se decía antes que los médicos solo buscaban enriquecerse, ¿no?”

Puedo afirmar categóricamente que jamás, durante los últimos 60 años de mi vida, como jefe de familia, nunca un médico que atendió a mis hijos desde pequeños, ningún facultativo, insinuó una barbaridad como la que se escuchó en Palacio Nacional. Hemos sido atendidos mi esposa y yo por muchos médicos y jamás alguno de ellos antepuso un interés monetario para atendernos.

¿Nombres de esos médicos? Javier Villalpando Gutiérrez, Raúl M. Simancas, Jorge A. Aviña Valencia, Jorge Tommasi Pedraza, Juan Carlos Peláez Piedrahita, Isidoro Wiener Castillo, Eduardo Villanueva Saénz, J. Arturo Zavala Habib, Armando Castro Gaytán, Francisco P. Navarro Reynoso, Eduardo Gómez Maciel, Roberto García Castro, Roberto García Quintero, Arturo Michel Estrada y la doctora Nora Quintero Pérez; tal vez haya omitido alguno. Los he mencionado sin su conocimiento ni consentimiento, porque siempre de ellos recibimos oportuna y acertada atención.

Como estoy en mi confinamiento, recurrí vía telefónica a comentar esta noticia y las reacciones de médicos y de personas de diferentes sectores sociales y profesionales. La respuesta de todos ellos, principalmente de los afectados, los hombres que hoy expone su vida para salvar a los contagiados por el coronavirus, a los que he llamado, anteriormente, en este mismo espacio integrantes de El Batallón de las Batas Blancas, se resume en una demanda:

“Que el Presidente de México dé nombres de los médicos que se enriquecieron y presente las pruebas correspondientes”.

Es muy cierto. Desde Palacio Nacional se ha llamado corruptos a los contratistas del frustrado Aeropuerto Internacional, a los empresarios, a los reporteros, a los columnistas y a los medios informativos, pero hasta ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha revelado un nombre  de los corruptos que hay en su mente, ni ha presentado pruebas y tampoco existe una formal acusación judicial contra un presunto responsable de corrupción.

jherrerav@live.com.mx