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Por: Rosa Chávez Cárdenas

rosam.chávez@hotmail.com

Nos hacen falta más directores como Cuarón, el ganador del Oscar. Son muchas las Yalitzias que esperan oportunidades de los buscadores de talento, no para actrices, para que las aprovechen en otras áreas. Gracias a las carencias, a la falta de oportunidades y a los obstáculos en contra, muchas mujeres se han preparado para superar la cultura machista.

En cuanto a Roma, la película de Cuarón, el personaje de Cleo no es ejemplo para las mujeres hoy en día, y no porqué trabajara en el servicio doméstico. Muchas como ella reciben un buen trato y hasta se convierten en parte de la familia. Cleo, el personaje llegó del campo a la ciudad; en su ingenuidad, se enamoró de un hombre machista y narcisista. La historia se repite todos los días, el resultado, un embarazo no planeado. De suerte qué también conozco muchas mujeres sin estudios, quienes con trabajo honesto les dieron carrera profesional a sus hijos y son dignas de otro guion de película.

En nuestro país tenemos derechos jurídicos iguales, hombres y mujeres; lo que hace falta es individual y tiene que ver con la autoestima para erradicar las creencias que se niegan a desaparecer.

Hace unos 50 años, quería ser niño, me daba cuenta de los privilegios de ser hombre: podían llegar a la hora que quisieran, tenían trato especial, algunas hasta elegían la ropa de sus hermanos. Las madres en su rol de nutridoras y con poca autoestima, educaban para servir a los hombres, una forma de dominio, así siempre dependerían de ellas.

Al hombre lo enseñaban a trabajar, pero lo hacían inútil, dependiente; ser macho era, tener sexo con varias mujeres, además hijos fuera del matrimonio.

Cómo me apenan esas mujeres que tuvieron hasta 15 hijos que muy obedientes siguieron la creencia: “los hijos que Dios te dé”.  La píldora anticonceptiva inició en 1966, con el inconveniente, los prejuicios de la religión son un obstáculo, no aceptan los métodos anticonceptivos. La educación sexual sigue siendo un tabú, en pleno siglo XXI el embarazo en niñas es un problema social.

Estamos en el año de la equidad de género, creen que con darles unas curules y cargos públicos a las mujeres ya cumplieron con la cuota de género. Efectivamente vemos chicas jóvenes en el Congreso, parecen modelos, pero, es un hecho, muchas tienen padrinos, políticos dinosaurios que las apoyan.

Este gobierno no abona para la verdadera liberación de la mujer, hacen falta guarderías, las instituciones oficiales no son suficientes. Sería conveniente dar incentivos para que las empresas puedan prestar el servicio en el área de trabajo, así la madre no tendrá que desplazarse a recoger a su hijo. El Presidente en sus ocurrencias, quita el apoyo a las guarderías y ofrece una dádiva para que las abuelas cuiden a los nietos. Se quedó con la mentalidad de hace 30 años, con tantos movimientos sociales, las familias están apartadas. En cuestión de equidad de género, no hemos encontrado el equilibrio, solo intercambiamos los roles tradicionales, la mujer se empoderó y el hombre no evolucionó a la misma velocidad que lo hicimos las mujeres.

En otros temas seguimos con el debate sobre la aprobación del aborto.

En Monterrey están discutiendo el tema, las campañas se han polarizado a favor de la vida y en pro del aborto.

La aprobación en contra del aborto se dio a pesar de qué, la CEDH llamó al Congreso a no hacerlo ya que vulnera los derechos, jurisprudencia y acuerdos internacionales.

Dejaron de lado el derecho a decidir, criminalizan a la mujer y atentan contra sus derechos.

Lo más recomendable sería destinar fondos para apoyar a esas mujeres desamparadas, que por falta de prevención resultaron embarazadas.

Les preocupa el derecho a la vida, pero, no piensan en todas las complicaciones que les espera por tener un hijo no planeado.

En cuestión de género podemos conseguir lo que queremos; la que tiene miedo crecer, siempre encontrará muchas excusas.