Jesús Te Ampare
(A Jacqueline Broc de Morales Lechuga, Poseedora de gran garbo y una cultura sólida e independiente).
Ignacio Morales Lechuga -“Nacho” para sus amigos-:se dejó ver en su tierra y fue recibido como los grandes toreros.
Perpetrador constante de ingenios, recibió el afecto y el respeto de la concurrencia.
La conexión con el público fue notoria.
Con una retentiva privilegiada, ejecutó en la Universidad IVES de Xalapa una gran faena de leyes, academia y política.
Y, aunque hay pasajes que lo estremecen cuando pisa el solar veracruzano, se da ánimo y con arrojo externa lo que muchos, por temor, callan.
Fue invitado como primer maestro en impartir la Cátedra JESÚS REYES HEROLES, porque es gran conocedor de la fuerza de las ideas de Don Jesús para conformar la realidad.
Además, el ex Procurador General de la República es estudioso del pensamiento del ilustre mexicano, quien asentado en una actitud pedagógica, le preocupó siempre el apropiado equilibrio entre las concepciones abstractas y la acción política cotidiana.
El destacado abogado, político y diplomático, lo hizo de una manera magistral analizando los logros del ilustre tuxpeño quien consolidó la vida democrática de nuestro país.
Apasionado de la familia, la política, el Derecho y la academia –en ese orden–, el ex Procurador General de la República brilló no sólo por su elocuencia, sino por su compromiso con la memoria de un hombre que marcó un antes y un después en la vida política e intelectual de México.
Al recordar a Don Jesús como ideólogo, historiador, académico, escritor y hombre de Estado, Morales Lechuga destacó con acierto su legado democrático en especial aquella frase que resume una visión institucional del poder:
“El Presidente propone, y el Congreso y la Ley disponen”.
Una sentencia que hoy, más que nunca, resuena como un llamado a recuperar el equilibrio entre Poderes.
Su cátedra fue también una reflexión crítica sobre los tiempos actuales.
Al advertir que México vive bajo un gobierno autoritario que debilitó al Congreso y al Poder Judicial, el ex Embajador en Francia alzó la voz con valentía y extraordinaria lucidez, recordando que sin contrapesos no hay democracia, y sin instituciones sólidas, no hay futuro posible.
Además, defendió el derecho que tiene todo ciudadano para expresarse y enfatizó que en cuanto a emitir una opinión, ésta no es rectificable porque es subjetiva.
De la misma manera protegió el respeto a la confidencialidad de la fuente, porque es parte de la libertad de expresión y de la confianza de quien da la información para no sufrir represalias o violencia.
El también ex Rector de la Escuela Libre de Derecho, ha expresado su preocupación por la propiedad privada en el país y ha criticado ciertas decisiones gubernamentales que afectan este derecho.
En tiempos donde el pensamiento crítico es incómodo y la memoria histórica, selectiva, es razonable reconocer el valor de quienes, como Morales Lechuga, enfrentan el Poder con fundamento sólido y valentía de torero.
Pese a este homenaje, Don Jesús Reyes Heroles, es un personaje en la historia política que está olvidado por el centralismo del poder de la República.
“Nacho” abandonó la Plaza de Cultura «en hombros» y en una sola pieza, como reconocimiento a su actuación excepcional, por haber cortado orejas, patas y hasta el rabo del burel.
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