En momentos en que Estados Unidos aplica una cuota compensatoria al jitomate mexicano de 17.09%; el gobierno de México, de manera unilateral, sin investigación y sin consultar al sector productivo, fijó precios mínimos de exportación a dicha hortaliza, algo que no necesariamente hará que la Casa Blanca elimine ese cobro, de acuerdo con especialistas.

Las secretarías de Economía y de Agricultura y Desarrollo Rural, informaron que con ello se pretende “mantener el orden y otorgar certidumbre jurídica a los productores y exportadores de tomate fresco, por lo que resulta necesario establecer precios mínimos de exportación para el tomate fresco”.

En la edición vespertina del Diario Oficial de la Federación se expuso que a partir del 9 de agosto entrará en vigor el precio mínimo para el jitomate de exportación a Estados Unidos.

Cada variedad de dicha hortaliza tendrá un precio distinto, por ejemplo, el cherry, bola TOV-racimo, grape (uva), el coctail, campari, kumato, mini Roma, Heirloom, Pera, Medley, San Marzano y los demás se deberán de exportar a un precio mínimo de 1.70 dólares por kilo.

El bola a 0.95 centavos de dólar, el bola stem on de 1.65 dólares por kilo y el Roma saladette en 0.88 centavos de dólar.

Las dependencias aseguraron que con esta decisión de imponer precios mínimos de exportación: “contribuyen a mantener el acceso a los mercados internacionales y el orden del comercio exterior del sector, incrementar la competitividad de la economía nacional y propiciar el uso eficiente de los recursos productivos del país…”.

Agregó que si no establecen un precio mínimo de exportación “podría generarse una distorsión de precios si se exporta el tomate a Estados Unidos por debajo de sus costos de producción, provocando un desajuste en el orden existente del mercado de exportación de tomate fresco y en los mercados internacionales”.

El director general de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), Juan Carlos Anaya, dijo que no se entiende esta decisión, si fue un acuerdo con la Casa Blanca o si es una medida unilateral, por eso “llama la atención quién les está pidiendo precio mínimo y si Estados Unidos va a eliminar la cuota de 17%, esto no se entiende”, porque la decisión causa distorsiones en el mercado.

Con este precio mínimo el gobierno mexicano parece aceptar que se estaba haciendo dumping, es decir, que se exportaba jitomate por debajo del precio real de mercado.

Estamos viendo que la implementación unilateral de estos precios no genera automáticamente las condiciones jurídicas necesarias para que el Departamento de Comercio de Estados Unidos reconsidera su posición, además de que el gobierno mexicano estableció estos mínimos sin realizar ninguna investigación.

Recordó que entre los productores de jitomate mexicanos y Estados Unidos había un “acuerdo de suspensión” por el cual la Casa Blanca detuvo su investigación por dumping a cambio de que se exportara la hortaliza a ciertos precios.

Comentó que si se comparan los precios mínimos que fijó el gobierno de México contra los que se tenían con el “acuerdo de suspensión”, éstos suben casi al 40% para el jitomate bola; para el Roma saladette 63% y para otras variedades como el cherry, grape y otros 26%.

Por su parte, el presidente del Sistema Producto Tomate, Manuel Cazares, dijo que ellos no participaron en esa decisión y expuso que el argumento gubernamental es que se pretende ordenar la exportación.

El director general del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Fernando Haro, dijo que ven bien esta medida porque «es una manera de ordenar la comercialización y evitar problemas con Estados Unidos».

Con información de El Universal Online