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-Dos de los Diez hijos del Papa Alejandro VI.

-Lucrecia, señalada como madre incestuosa.

-A César le Imputan la muerte de su padre.

ALFA-OMEGA

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SIN NIÑEZ NI JUVENTUD

Mucho se ha escrito, desde hace siglos, en relación con la Casa de los Borgia.

De la historia de los personajes centrales, se han derivado novelas que sirvieron para escribir argumentos de cintas cinematográficas.

Mi comentario lleva el interés de aportar datos que poco se conocen o que algunos ignorábamos, advirtiendo que la Familia Borgia es un punto de crítica entre los católicos y la realeza de aquella época.

Se trató de una mujercita que no supo lo que era la niñez, no jugó con muñecas. En su juventud dio vida a su primer hijo. A los treinta años, divorciada, viuda y casada.

Principiaré apuntando que en su existencia, Lucrecia no llegó a conocer la felicidad, no disfrutó su infancia, no conoció el verdadero amor.

En la etapa final de sus 39 años, muertos su padre y su hermano César, se sintió libre, autónoma y feliz.

Su padre, Rodrigo de Borgia, trastornado por el poder y ambicionado por amasar riquezas, no reparó en inducirla por caminos que no eran los adecuados para una niña que a los 13 años tuvo su primer matrimonio.

4 HIJOS CON SU AMANTE

La madre de las célebres figuras de la Familia Borgia o Borja, nació en 1442 y fue bautizada con el nombre de Giovanna, pero lo cambió y quedó reconocida como Vannozza del Cattanel y su vertiginosa vida amorosa es notable.

Gozaba de sus 28 años de edad, casada con un funcionario del Vaticano, identificado como Doménico Giannezz d´Arignano.

En 1470  la atractiva señora empieza a relacionarse con el Cardenal Rodrigo Borja, Borgia o de Borgia, de 59 años, con una carrera eclesiástica apoyada por su tío el Papa Calixto III.

Vannozza vive en amasiato y tuvo cuatro hijos con Rodrigo, ya encumbrado y con aspiración al Papado. Giovanni fue el primogénito, después César, Lucrecia en tercer lugar y finalmente Godofredo o Jofré.

Con su tercer marido procreó a Ottaviano della Croce.

Al tiempo de ese amasiato, la distinguida dama de sociedad sin dejar al Cardenal, firmó tres actas matrimoniales. En orden cronológico: Antonio de Brescía, Giorgio della Croce y Carlo Canale.

En 1503 murió Alejandro VI, los detalles del deceso los comentaré más adelante. Vannozza sobrevivió hasta septiembre de 1518

VIDA TORMENTOSA

Lucrecia nació el 18 de abril de 1480, en Subiaco, Delegación Ferrara, Estados Pontificios (hoy Italia). Cuando ella empezaba a vivir su infancia y estaba por pasar a la adolescencia, su valenciano padre, aún Cardenal, estaba urgido para casarla.

A esa pequeña edad, Rodrigo Borja relacionó a la niña con individuos del mismo proceder que el Cardenal. Querubio Juan de Centelles, fue uno; el otro que le también llevaba muchos años a Lucrecia, era Gasparo de Prosida.

Aun cuando no se tiene la certeza de la imagen física de Lucrecia, la describen como una niña rubia, frágil, de porte distinguido.

Hay varios cuadros con su rostro, de diferentes pintores, que basaron su trabajo en referencias recabadas en las diversas etapas de quien tuvo una vida tormentosa.

UN BEBÉ Y 4 “PAPÁS”

Comentado está que Lucrecia “contrajo nupcias, se casó, la casaron” a la edad de ¡trece años! Dirán Ustedes, así era la costumbre. Sí, pero el papá era un Cardenal y la hija producto de una relación, amasiato, que la Iglesia Católica no admitía.

El caso es que la niña pasó a ser esposa, por cuatro años, de Giovanni Sforza d´Áragona, de 14 años de edad y miembro de una familia de abolengo. En corto tiempo los “pequeños esposos” decidieron vivir separados. Rodrigo tramitó la anulación del matrimonio, argumentando que el marido era impotente.

Mientras tanto da comienzo la historia más negra que conozco.

Lucrecia fue enviada a un monasterio. Al cumplir 17 años es madre de un niño al que impondrán el nombre de Giovanni.

Se sabe que el Papa Alejandro VI firmó dos Bulas. En la primera reconoce que su hijo César es el papá de la criatura y la siguiente es para admitir que él, el Papa, es el progenitor. Aparece un tercer “papá”, amigo de Rodrigo o Alejandro, llamado Perotto y finalmente le atribuyen el embarazo al jovencito Sforza.

Obvio que esta novela real es muy amplia. El incesto está supuestamente descubierto por el firmante de las Bulas (documento que un Papa o su oficina pueden expedir) marcó un antecedente de escándalo, pero no sucedió más.

Ah, César decidió nombrar a su sobrino o hijo “Duque de Camerino”, poblado que dominaba y para entonces tenía el título de Cardenal de la Santa Iglesia.

CÉSAR MATÓ A SU CUÑADO

Para los inicios del Siglo XVI Lucrecia era una mujer de muy mala fama. No podía convivir en sociedad.

En esos días, viuda de su segundo esposo, Lucrecia recibió el nombramiento de Administradora de la Iglesia y de la Santa Sede, lo que, lógico y natural, provocó críticas severas al Papa Alejandro VI.

Sucedió que César entra en contacto con un supuesto amigo, Alfonso de Aragón, para que fuera su cuñado. Hubo mucha resistencia de parte de la familia del nuevo candidato.

Una vez más, César vio cumplidos sus deseos. El poder de su padre y el de él  mismo, así como su riqueza, entraron en juego y Lucrecia firmó una segunda acta matrimonial.

Pero, el pero que nunca falta, César entró en celos con su hermana, quien estaba dedicada en cuerpo y alma a su esposo. Los cuñados dejaron atrás la amistad y César intentó asesinar a Alfonso y después los hombres de este atacaron a César, quien no descansó hasta ver muerto a su cuñado, quien era cuidado por Lucrecia.

César engañó a su hermana, la hizo salir de la habitación donde estaba Alfonso y dio órdenes de quitarle la vida al convaleciente herido.

Durante ese matrimonio nació un bebé al que bautizaron con el nombre del abuelo, Rodrigo. A los 13 años falleció y fue un golpe muy duro para Lucrecia. En esta vez, la mujer estaba enamorada de su marido.

LA TERCERA BODA

César buscó un tercer marido para su hermana.

En Ferrara vivía la Familia d´Este, César nuevamente disponiendo de poder y riqueza logró “convencer” a los parientes de Alfonso d´Este. La oposición familiar parecía inquebrantable, definitiva, pero cedió.

Se llevó a cabo la tercera boda, el novio también de nombre Alfonso. Cuentan que Lucrecia comentó, antes de firmar el acta, que quiso mucho a su anterior cónyuge y “vivió una etapa muy bonita”.

En ese mismo poblado, Delegación Ferrara, Lucrecia demostró sus gustos por las artes. Conoció al poeta Il Bembo y tuvieron un romance platónico, dedicándose ella a cuidar a los hijos de su amigo.

Aunque solo se supo que Lucrecia reconoció a 5 hijos, en su biografía se cita que ella murió “al nacer su octavo hijo”. El bebé no vivió más que unas horas. Lucrecia había finalizado a los 39 años de edad y quedó sepultada en un cementerio de Ferrara, donde los pobladores la llamaron “la madre del pueblo”.

CÉSAR ENVENENÓ A SU PAPÁ

En su corta vida que comenzó en 1475 y terminó en 1507, César Borgia sí que hizo historia. Se inició en la carrera eclesiástica y a los 18 años es nombrado Obispo de Pamplona y un año más tarde es el Arzobispo de Valencia. Llega a ser Cardenal.

Al ser electo su padre como Papa Alejandro VI, César decidió cambiar de rumbo y fue nombrado Comandante General de los Ejércitos Pontificios o Papales, cargo que desempeña en un período de seis años.

Manejó la vida de su hermana Lucrecia, cinco años menor que él. Apoyado por su padre, el Cardenal Rodrigo Borgia, orquestó los tres matrimonios de la joven, cometiendo incesto y ser padre del primer hijo de ella, según una de las versiones.

Cometió varios asesinatos. Este joven fue calificado como Príncipe Arrogante. Sus biógrafos lo llamaron “fascinante y controvertido”. Es de la nobleza valenciana, actuó en la política y se desempeñó como militar. Fue esposo de Carlota de Albret.

Este “noble varón” fue padre de una niña de nombre Luisa, de madre desconocida e igual de un niño bautizado como Girolamo. Hipólita y Lucrecia fueron producto de su matrimonio. La mamá de Camila estaba casada, amante de César y la niña Drusile nació de la relación con una de las damas de compañía de su media hermana Lucrecia. Total, seis herederos.

La historia negra de los Borgia culminó cuando Alejandro VI ofreció un banquete a sus amistades. César se encargó de la preparación de la comida y puso veneno en los platillos, ocasionando la muerte de los comensales y de su padre. Él también consumió la comida, pero su fortaleza lo salvó.

Sin poder y carente de recursos se refugia en Navarra es huésped de una prisión en dos ocasiones y durante revuelta con los rebeldes del lugar, César pierde la vida a los 31 años de edad.

jherrerav@live.com.mx