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A finales de octubre de este año, el Vaticano presentó oficialmente a Luce, una mascota diseñada para el Año Santo 2025, con el objetivo de conectar con las nuevas generaciones. Inspirada en la palabra italiana para “luz”, Luce tiene un diseño de estilo anime que combina elementos religiosos con símbolos contemporáneos. Porta un impermeable amarillo, evocando la bandera vaticana, botas embarradas que simbolizan el esfuerzo del peregrino y un bastón con una cruz, reflejo del viaje espiritual.

Creada por Simone Legno, cofundador de la marca tokidoki, Luce debutó en la convención Lucca Comics and Games, marcando la primera participación del Vaticano en un evento de cómics. Además, será la imagen del pabellón de la Santa Sede en la Expo 2025 de Osaka, bajo el lema “La belleza trae esperanza”. Según el arzobispo Rino Fisichella, Luce forma parte del esfuerzo de la Iglesia Católica por acercarse a la cultura pop y dialogar con los jóvenes.

El Año Santo 2025: Innovación y tradición
El Año Santo comenzará el 24 de diciembre de 2024, con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, y se extenderá hasta el 6 de enero de 2026. Se espera que atraiga a 30 millones de peregrinos, quienes participarán en eventos culturales, conciertos y exposiciones artísticas. Con Luce como rostro del Jubileo, el Vaticano busca modernizar su mensaje sin perder de vista sus raíces.

Sin embargo, el lanzamiento de la mascota generó un impacto inesperado. Luce se viralizó en redes sociales, donde cientos de artistas crearon reinterpretaciones del personaje, mezclándola con figuras icónicas como Coraline o los marines espaciales de DOOM. Este fenómeno consolidó a Luce como un puente entre la fe y la cultura pop, un espacio en el que la Iglesia Católica había tenido dificultades para posicionarse en décadas recientes.

Controversia viral
A pesar del entusiasmo en redes sociales, Luce enfrentó críticas de sectores más tradicionales del catolicismo, quienes consideran a la mascota como una representación “poco seria” y alejada de los valores religiosos. Para algunos, su diseño es una concesión innecesaria al espíritu de los tiempos. Por otro lado, grupos protestantes también intentaron apropiarse del personaje, reinterpretándolo como una figura contraria al catolicismo.

La llegada de Luce se enmarca en un contexto de competencia religiosa en el que las iglesias evangélicas han utilizado estrategias proselitistas para atraer a nuevos fieles, incluso asociándose con figuras de la cultura pop como los reguetoneros Daddy Yankee y Farruko.

Aunque el Vaticano no realiza labores proselitistas de este tipo, Luce podría marcar un primer paso hacia una evangelización más acorde con las dinámicas del siglo XXI.

Conquistando a la cultura pop
En un mundo donde la fe y la cultura digital convergen, Luce representa un esfuerzo innovador para mantener la relevancia del catolicismo en una sociedad cada vez más laica y globalizada. Si bien su impacto inicial ha sido prometedor, el verdadero desafío será mantener el interés a lo largo del tiempo.

Con Luce, el Vaticano no solo ilumina el camino del peregrino, sino que también abre una nueva etapa en su relación con los jóvenes.

DIARIO DE MÉXICO