-Una Mayoría de Ambiciosos se Hizo en el PRI
-Los Principios y la Ideología, desaparecieron
-Corrupción e Impunidad Imperan en la Actualidad
Alfa-Omega
Insistiré, nadie debe abstenerse de Votar. Definamos, en las urnas, el futuro de este gran País que llega a su Bicentenario.
POR EL FUTURO DE MÉXICO
México es el escenario en la mira mundial.
México juega un papel muy importante para América Latina.
México, en vísperas de celebrar su Bicentenario como Estados Unidos Mexicanos, se encuentra en período electoral y por primera vez será histórico, porque están en juego 20 mil cargos federales, estatales y municipales.
Habrá votación para Presidente de la República, Congreso de la Unión, ocho gobernadores y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Se elegirán a los miembros de Legislaturas en 30 Estados y en más de mil, Presidencias Municipales, regidurías, sindicaturas y 16 Alcaldías de la Capital Mexicana.
Domingo 2 de junio de 2024.
Fecha clave para el futuro de esta gran Nación.
Más de 100 millones de ciudadanas y ciudadanos debemos cumplir con la obligación y, a la vez, derecho, de acudir a las urnas. Decidiremos dar el apoyo al actual grupo en el poder o depositar el voto por las candidaturas rivales, de la llamada oposición
COMO SE FORJABA EL POLÍTICO
Las candidaturas y las nominaciones para figurar en las dirigencias nacionales, estatales, municipales, seccionales y distritales, eran para quienes conocían y practicaban los principios de un partido político y se identificaban con la ideología que se sustentaba.
Decía el naucalpense Guillermo Martínez González que, entonces, para ser aspirante a una candidatura como suplente, empezaba por pegar con engrudo carteles, tener habilidad para colocar los pasacalles impresos con las siglas del PRI, recorrer los barrios, visitar colonias.
Guillermo tuvo una larga carrera como diputado local, diputado federal, miembro de comités directivos y presidente municipal de Naucalpan de Juárez. Recuerdo a otro político de ese municipio, Mario Ruiz de Chávez, falleció muy joven, promotor incansable.
Lo mismo se dio en cada una de las entidades de nuestra República. La dirección, la orientación, el impulso, para la formación de los políticos, era la tarea de los integrantes de las generaciones de civiles y militares que estuvieron en las filas del PNR y del PRM, abuelo y padre, respectivamente, del PRI.
SE OLVIDARON DE SU ORIGEN
La mayoría de los que hoy forman parte de los partidos políticos, perdieron la memoria de cómo y dónde se iniciaron. No recuerdan quien les extendió la mano, les abrió las puertas y comenzaron a ganarse una candidatura.
Existían tres partidos con organización, estructura e ideología definida. Citados por su antigüedad, el Partido Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Popular. Más adelante surgieron varios partidos temporaleros.
El PRI era el que atraía más a jóvenes y adultos. Comenzaba a notarse la presencia de la mujer, aunque tardó casi una década para que el sector femenil se organizara formalmente. En el PAN se dio oportunidad a la juventud y en el PP del maestro Vicente Lombardo Toledano los jóvenes “comunistas” eran los primeros en afiliarse
En aquellos años, el que en su juventud no simpatizaba con la izquierda, con el socialismo, con el comunismo, pues sencillamente no era joven.
Así, pues, en la segunda mitad del Siglo XX se formaron muchos de los que aún continúan en la política mexicana y sin exagerar, un 90 por ciento salieron de las filas del PRI.
Lo dejaron cuando se organizó la llamada izquierda y en su partido, PRI, no consiguieron gubernaturas, senadurías, diputaciones o importantes presidencias municipales. Otros abandonaron al entonces partido invencible, porque no les dejaron permanecer en un cargo.
PRI O NADA, ¡RENUNCIO´!
Para empezar, comentaré que el gobernador de Tabasco, Enrique González Pedrero, para evitar problemas con los 17 presidentes municipales, sobre la marcha encontró la solución.
Los alcaldes se quejaban de que el presidente estatal del PRI quería tener injerencia en los gobiernos municipales y no estaban de acuerdo. Decían que no era función partidista sino determinación personal del dirigente.
Estaba celebrándose una asamblea priista y el gobernador mandó llamar al de Macuspana, mientras continuaba la reunión y se nombraba al nuevo presidente del partido.
González Pedrero ofreció a su dilecto amigo, a su ex coordinador de la campaña para gobernador, la Oficialía Mayor.
El ahora Presidente de México no aceptó salir del liderazgo partidista y se negó a asumir “el cargo burocrático”. La respuesta lacónica, “El PRI o nada”.
El de Macuspana se convirtió en opositor e inició sus manifestaciones públicas callejeras, además de realizar una invasión a los pozos petroleros. En dos ocasiones fue candidato a gobernador, tras sus derrotas acampó en la Plaza de la Constitución. El jefe del DDF, Marcelo Ebrard, recibió la encomienda de conciliar con el tabasqueño. Logró que regresara a Villahermosa, con gastos pagados.
Antes de esos tropiezos, el gobernador Leandro Rovirosa Wade consiguió que el director del Instituto Nacional Indigenista, Ignacio Ovalle Fernández, hiciera delegado de esa institución en Tabasco, al inquieto y problemático joven.
También el hoy inquilino de Palacio Nacional, en sus días de PRIista fue profesor en el Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales. Esto tras su salida de Villahermosa a la Ciudad de México, en noviembre de 1983.
La historia siguió cuando fue arropado por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo, en la Corriente Democrática del PRI y después en el Partido de la Revolucionario Democrática.
Quedaron 8 años de PRIista en el cajón del olvido. Comenzó en 1975 en la campaña para senador del poeta Carlos Pellicer Cámara. El resto de la historia, ya lo conocemos.
CÓMO CALIFICAR A LOS POLÍTICOS
Son muchos los que vivieron en el PRI y vivieron del PRI. También ahora ya hay mujeres que desertaron de las filas del tricolor. Utilizan las tribunas para culpar de todo lo malo en el País al partido político en que gozaron de privilegios y lo abandonaron al no obtener una candidatura, decidiendo buscar otra cobija.
El cambio de camiseta se da entre los jugadores de futbol, hábito que adoptaron quienes en la geografía política pasaron de la derecha al centro, del centro a la izquierda, de la izquierda revolucionaria a la izquierda de diferentes calificativos.
Del tricolor al guinda, al amarillo-negro, al naranja. Todos son iguales, sin principios ni ideología. Estaban divididos en “grandes” y en “chiquitos”; cambiaron, “se actualizaron” en tres grupos y son aliancistas. La ciudadanía no confía en ninguno.
Los recientes nombramientos a ex gobernadores para incrustarlos en el Servicio Exterior Mexicano, son el pago por entregar la plaza al partido en el poder. Clásicos negociantes, ambiciosos y sin dignidad. ¿Temían que los exhibieran desde Palacio Nacional?
Otros han renunciado y están en espera de la recompensa. El caso es del mexiquense Alejandro Murat Hinojosa, quien seis años “gobernó” en Oaxaca, donde su acomodaticio padre, José Nelson Casab Murat, también fue gobernador y sigue cambiando de camiseta. Ambos jamás serán gratamente recordados.
Quienes se salen del equipo que los llevó al poder y les dio la gloria, no lucharon con fuerza internamente y abandonaron el campo al campechano que se siente orgulloso al oír su apodo, “Alito”, el peor dirigente nacional del antes invencible, diputado que ni fu ni fa y aspirante a un escaño en el Senado.
La lista de nombres de los que supongo sudaron la camiseta original y buscaron otra de diferente equipo, es muy amplia. Son llamados “traidores”. Simplemente son personas sin principios, sin ética política y sin ideología. Como dice el pueblo, no el bueno y sabio, son “chapulines”.
En el final del Siglo XX dos veteranos priistas se pasaron a las filas del entonces recién organizado Partido de la Revolución Democrática, el PRD y llegaron a gobernadores.
En Zacatecas el 12 de septiembre de 1998, Ricardo Monreal Ávila, asumió la gubernatura y Alfonso Abraham Sánchez Anaya, el 15 de enero de 1999, en Tlaxcala. Los pioneros que tienen seguidores.
Hemos llegado a una etapa en que la política es un verdadero negocio individual como en el caso del ex priista y exgobernador de Veracruz, Dante Delgado Rannauro. Es patrimonio familiar el de los llamados ecologistas del “Niño Verde”, un tal Jorge Emilio González Martínez.
Dante militó en el PRI de 1968 a 1995; fue miembro del comité ejecutivo nacional con Santiago Oñate. El Verde Ecologista lo fundó Jorge González Torres, después de estar en el PRI de 1967 a 1986.
Ambos grupos están aliados al inquilino de Palacio Nacional. Sostenidos mensualmente, con millones de pesos, de nuestros impuestos. Pruebas irrebatibles de la reinante corrupción e impunidad que el tabasqueño iba a eliminar.
CASO EXCEPCIONAL
Comento enseguida, como final, lo que considero una muy interesante, polémica y combatida personalidad en la política mexicana.
No se trata del único que militó en diferentes partidos políticos, miembro de gabinetes presidenciales, tribuno parlamentario, diplomático y excelente amigo. Dedicó 69 años a la vida pública.
Murió en este 2023, en julio, a unos días de cumplir 90 años. Nació en el Distrito Federal y murió en la Ciudad de México.
El único mexicano que dirigió nacionalmente al Partido Revolucionario Institucional y al Partido de la Revolución Democrática.
Candidato presidencial de un casi inexistente Partido Auténtico de la Revolución Mexicana y “por derecho de sangre” quiso ser gobernador de Guanajuato. Primer legislador que interpeló a un presidente al rendir su Informe, Miguel de la Madrid Hurtado.
Orador extraodinario. Campeón Internacional cuando era estudiante en la Facultad de Derecho y representante del alumnado en el aniversario del IV Centenario de esa institución. Tuvo trato con once Presidentes de México, de 1954 a 2023.
Militó 33 años en el PRI, 10 años en el PRD, un año en el PARM, otra temporada anduvo en el Partido del Trabajo y terminó en el Movimiento de Regeneración Nacional, cuyo fundador le impidió que fuese reelecto como diputado federal.
Ese brillante hombre y excelente amigo, con quien viví varias anécdotas, lo conocimos como Porfirio Muñoz Ledo.
Su nombre completo Porfirio Alejandro Muñoz Leo y Lazo de la Vega. Su papá, del mismo nombre, fue mi profesor de Capacitación Física en el Instituto Nacional de la Juventud Mexicana.
Los políticos nacían, hoy los inventan. Los de ayer luchaban por México, los de hoy lo están destruyendo.
No son iguales, ¿verdad?
jherrerav@live.com.mx