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Por: Sócrates A. Campos Lemus
Que conste….son reflexiones…!
Decenas de movimientos telúricos se han producido en la región Sur del país; no se crea que es porque están enojados los sureños con el gobernador de Nuevo León conocido como “El Bronco” porque les dijo flojos, ¡no!….a palabras necias, oídos sordos.

Tampoco le van a decir groserías como Yunes “el bueno” para cobrar la afrenta; no, la realidad es que no lo sabe el Bronco porque jamás ha estado en las zonas oaxaqueñas o poblanas o veracruzanas o chiapanecas de que ahí se trabaja en serio. La prueba es que ante la falta de oportunidades miles de ellos salen a buscar el pan nuestro de cada día a Estados del norte del país para trabajar apoyando a “los trabajadores” empresarios agrícolas en la recolección de sus cosechas o se van a los Estados Unidos en caravanas de familias a buscar chamba.
En fin, la realidad es mayor a la ignorancia de un señor que todo lo ha logrado en la política con el hocico, no con los hechos, el caso es que por eso, su Estado Nuevo León anda como anda, y esa es la verdad.
Es impactante, saber el afecto y el respeto con agradecimiento que le brinda AMLO a su Canciller Marcelo Ebrard, ya que es al único que consiente y respeta agradeciendo su labor de gran apoyo en el servicio exterior y todos sabemos que Marcelo no solo es un hombre eficiente sino que es un político que entiende la correlación de las fuerzas y los tiempos, así que hasta en la desgracia tuvo el valor de aguantar el “destierro” al que lo sometieron para regresar a México y aceptar tan delicada responsabilidad diplomática con eficacia y calidad.
Por eso se le reconoce el proyecto de apoyo a los migrantes concentrados en diez puntos. Bien por su visión y acción en favor de millones de mexicanos que fueron expulsados por el hambre. Bien por la posibilidad real de dejar las palabras y hacer realidad muchos de los apoyos que en verdad requieren los paisanos.
Hace algunas semanas muchos amigos me insistían en que conociera la labor de otro hombre que defendiendo los intereses de sus paisanos en un momento tuvo que salir huyendo de su tierra, porque joven e inexperto acompañando a uno de los mejores dirigentes de esa época, este, fuera asesinado por los intereses que se movían en el control de los terrenos ejidales y comunales de la zona en el desarrollo de Huatulco, Puerto Escondido. Así que llegó a los Estados Unidos lavando platos y por su esfuerzo y dedicación pronto tuvo otras oportunidades en su medio para lograr no solamente una nueva vida, sino hacer conciencia y tener experiencia para retornar con muchos valores y visiones en la defensa de su gente y de sus parcelas. El es Chucho Reyes, así le conocen en la región, cuando me decían que lo debería conocer por ese valor.
Un buen día, me pusieron a escuchar un corrido que nos habla de él y así, por medio del canto popular que es la mejor forma de definir una personalidad en la querencia o en el rechazo, pude entender que don Jesús Reyes valía la pena y comencé a investigar.
Claro que conocimos muchas historias pero en su mayoría de respeto y lealtades, de confianza y de esperanza en nuevos cambios y honestidad en el manejo de sus recursos, esto no es fácil alcanzar en un pueblo chico donde en ocasiones los chismes son más grandes que la realidad, pero ahí están los hechos porque, como dice Chucho: “las palabras se las lleva el viento”. Por esa razón en vez de quejarse se pone a realizar y en vez de tejer una política paternalista y dependiente asume el compromiso del poder productivo de lo que hay y así, el trabajo productivo toma otro nivel, se requiere del apoyo de los extensionistas y éstos son jóvenes abnegados que en verdad sorprenden y hacen su mejor esfuerzo para apoyar en lo que todos queremos: una mejor alimentación y producción en frutales y verduras y granos en todas nuestras comunidades, que se conviertan, nuevamente, en autosuficientes, y con los sobrantes, generen recursos de inversión que servirán a todos con un empleo honesto de los mismos, una política social y comunal, que a lo mejor a muchos no les gusta, pero la realidad es que las zonas indígenas del Sur y especialmente en Oaxaca, existe el Tequio y, en este sistema, muchos problemas comunales se resuelven porque todos aportan su esfuerzo y trabajo para solucionar problemas de vialidad, carreteras, sembradíos, producción, electricidad, en fin, la labor es enorme y por ello en este esfuerzo comunal, se debe tener una gran espíritu de servicio y confianza de la gente para que se realicen los trabajos y en esto consiste la dirigencia y el valor de Chucho Reyes.
Por ello, la presidenta municipal de Pochutla, una joven eficiente y preparada, cuyo padre era un gran luchador pesquero de la región, tiene y tiende fuertes lazos de esfuerzo común para enfrentar retos. No valen las diferencias políticas cuando se trata de resolver problemas comunes, y esto, es la gran lección en Pochutla.
Ahora entiendo mucho de la necedad de algunos amigos en conocer a Chucho Reyes y la verdad que es un honor, porque a lo largo de mi vida he conocido a bastantes “salvadores” del campo que hablaron mucho y no hicieron nada. Salieron vanos, puercos y mal agradecidos, así que cuando vemos verdaderos ejemplos, es bueno darlos a conocer porque pueden ser motivarse para aplicarse en lo que se debe hacer en el campo mexicano y en las zonas turísticas entendiendo que la realidad obliga a un trabajo comunitario por el bien de todos.
Ojala, algún día, AMLO, se dirija a esa región y hable con los líderes sociales, no con los grillos políticos que no entienden nada. Ellos, solamente buscan el puesto y el presupuesto. Los verdaderos dirigentes hacen, no ladran, así que ojalá, un buen día, llegue, con el verdadero pueblo.