La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, y la comisaria europea de Ampliación, Marta Kos, advirtieron este sábado que la controvertida ley de agentes extranjeros que ha entrado en vigor en Georgia “supone un grave revés para la democracia del país” y para su propio futuro en el bloque comunitario.

“La Ley de Registro de Agentes Extranjeros de Georgia supone un grave revés para la democracia del país”, señalaron ambas representantes europeas a través de un comunicado, añadiendo que esta ley “representa otra acción agresiva de las autoridades georgianas para reprimir la disidencia, restringir las libertades y reducir aún más el espacio de los activistas, la sociedad civil y los medios de comunicación independientes”.

La normativa, que comenzó a aplicarse este sábado, sanciona a los infractores con multas de entre 5 mil y 10 mil laris (mil 785 y 3 mil 570 dólares) o con penas de prisión de seis meses, y de hasta cinco años para los reincidentes.

Según el presidente del parlamento georgiano, Shalva Papuashvili, en Georgia hay unas 600 ONG que reciben financiación del extranjero, de las cuales 136 se han negado a inscribirse en el Ministerio de Justicia.

Asimismo, el comunicado destaca también las recientes leyes de radiodifusión y subvenciones y advierte que “estas medidas represivas amenazan la propia supervivencia de los cimientos democráticos de Georgia y el futuro de sus ciudadanos en una sociedad libre y abierta”.

Kallas y Kos recordaron que en 2024 el Consejo Europeo “consideró que estas medidas ponían en peligro el camino de Georgia hacia la UE”, el cual está detenido “de facto”.

“La UE reitera su llamamiento a las autoridades georgianas para que atiendan las claras demandas de sus ciudadanos en favor de la democracia y de un futuro europeo, y para que liberen a todos los periodistas, activistas, manifestantes y dirigentes políticos detenidos injustamente”, añadieron las representantes europeas.

El pasado mes de diciembre, miles de georgianos formaron en Tiflis una cadena humana a favor de la integración del país en Europa y contra la decisión del Gobierno del primer ministro, Irakli Kobajidze, de aplazar el comienzo de las negociaciones para la adhesión a la Unión Europea.

“La UE está dispuesta a considerar el regreso de Georgia a la senda de adhesión a la UE si las autoridades toman medidas creíbles para invertir el retroceso democrático. La responsabilidad recae exclusivamente en las autoridades georgianas”, concluyeron.

Con información de Latinus