Alma Grande
El llamado de atención ante el presidente de la República en las conferencias matutinas en Palacio Nacional no ha servido de nada para hacer del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas una instancia de auténtica defensa de la integridad de los inscritos.
El propio Andrés Manuel López Obrador ha reconocido que se trata de rémoras los integrantes del Mecanismo, pero en los hechos no se transforma nada y los comunicadores siguen cayendo uno tras otro.
La más reciente denuncia ante el jefe del Ejecutivo creó gran indignación en la población, pero no se ha hecho nada al respecto, luego de que un periodista hiciera público el hecho de que la Fiscalía Especial para Delitos Contra la Libertad de Expresión compró a un testigo, lo torturó, lo hizo confesar que su padre era el que había sido el asesino material de la periodista chihuahuense Miroslava Breach, asesinada el 23 de marzo de 2017.
Tanto el asesinato como la investigación de este y otros casos de homicidios de periodistas, están plagados de irregularidades. Se externó ante Andrés Manuel López Obrador que los comunicadores estamos indefensos ante la violencia que promueven los intereses que se afectan cuando se dice la verdad.
Pero el Mecanismo, que tiene dueño, que es Jorge Ruiz del Ángel, no se despabila, sigue siendo la misma oficina burocratizada que si no estuvieran de por medio las vidas de los compañeros sería un chiste. Pero es algo mucho más grave.
El presidente de la República prometió, por enésima vez, que se revisará la estructura del Mecanismo sin que hasta la fecha se haya hecho algo al respecto.
Las voces contra la ineficiencia del Mecanismo se multiplican dentro y fuera del gremio periodístico, pero de nada sirve, sigue siendo la misma oficina de quejas y de regateos de protección de siempre.
El mismo día en que se conmemora la Libertad de Expresión, la secretaria general del Club de Periodistas, Celeste Saénz de Miera, aseguró que el Mecanismo no cumple con su función y que, a pesar de su existencia, sigue habiendo asesinatos de periodistas.
En otra conferencia mañanera se habló del caso de la periodista Patricia Aguilar Romano, detenida por la Fiscalía General del Estado de Nayarit el 11 de agosto del año pasado, acusada de despojo, cuando en realidad sólo cubría la información.
El caso fue denunciado ante el presidente de la República por la periodista María Luisa Estrada, del medio La Grillotina Política, pero nadie hizo nada a pesar de que, frente a frente, Jorge Ruiz fue denunciado por visitar a la periodista prisionera y no hacer absolutamente nada por solicitar su liberación argumentando su indudable inocencia.
En ese momento se dijo que familiares de Aguilar Romano, con 33 años de ejercicio periodístico, denunciaron que fue detenida con lujo de violencia “como si fuera la peor delincuente” cuando se encontraba en su domicilio a las 23:30 horas.
Al día siguiente la Asociación de Comunicación e Información de la Mujer A.C., recordó que Aguilar Romano cuenta con seguridad especial otorgada por el Mecanismo de Protección a Periodistas, y que uno de sus escoltas también fue detenido violentamente, de lo cual se informó a Jorge Ruiz.
La detención fue solicitada por el Fiscal del Estado, Petronilo Díaz Ponce, a quien nunca llamaron la atención a pesar de que se comprobó la inocencia de la comunicadora, que estuvo más de un año detenida sin explicación alguna.
En ese entonces López Obrador dijo ante el pueblo de México que la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y el subsecretario Alejandro Encinas eran servidores públicos humanistas y que atenderían el caso.
Como este, hay muchos casos donde las víctimas son convertidas en delincuentes. Desde finales del pasado sexenio y al inicio del actual se decía que los periodistas agredidos estaban coludidos con los delincuentes y esa era la causa de la agresión.
En San Luis Potosí, por ejemplo, durante su comparecencia por la glosa del sexto informe del Ejecutivo estatal, Juan Manuel Carreras, el secretario general del Gobierno del Estado, Jorge Daniel Hernández Delgadillo, reveló que 38 periodistas y 12 defensores de derechos humanos en esa entidad cuentan con mecanismos de protección debido a agresiones en su contra.
Se trata de un Estado donde no hay muchas amenazas a los comunicadores, pero en total son casi mil 500 periodistas y defensores de derechos humanos quienes están acogidos a este régimen que no cumple con sus funciones básicas.
Quienes manejan actualmente el Mecanismo, los integrantes de la Junta de Gobierno, muestran complicidad ante la pasividad que existe al interior de ese Mecanismo que no evita ni las amenazas ni los asesinatos de periodistas o defensores de los derechos humanos.
Está comprobada su inutilidad, aunque la manera de limitar gastos y tratar de depurar el padrón de periodistas protegidos pareciera ser su objetivo principal.
El propio presidente de la República consideró la posibilidad de crear una Comisión que se encargue de elaborar un plan para proteger a defensores y periodistas la cual estaría integrada por abogados, entre ellos, dijo hace una semana, el exconsejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer.
El Mecanismo cuenta con mil 478 personas beneficiarias de la mayoría de las entidades federativas, y sólo los siguientes estados cuentan con organismos locales de protección: Ciudad de México, Veracruz, Colima, Guanajuato, Guerrero y Puebla.
El presupuesto que se le asignó para este año fue de 227.6 millones de pesos; sin embargo, se solicitó una ampliación de 189 millones de pesos, con lo que ascendió a 416.6 millones de pesos. Pero más que ser un problema de presupuesto es un conflicto de voluntad para hacer las tareas que le corresponden a este organismo.
Desde el año 2000 y hasta la fecha, 141 periodistas han sido asesinados y 22 asesinatos ocurrieron durante la administración del presidente en turno. Mientras que de enero a junio de este año se registraron 362 agresiones contra la prensa.
Los periodistas desconocemos las verdaderas causas de la inmovilidad de los funcionarios del Mecanismo y la preservación de un esquema de trabajo que ha mostrado su ineficacia a costa de la vida de los comunicadores.
PEGA Y CORRE. – Como reconocimiento a nuestra identidad y a las mujeres indígenas se erigirá una estatua a la mujer indígena en el lugar donde se encontraba la estatua de Cristóbal Colón, en Paseo de la Reforma de la Ciudad de México…
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