La evolución de una sociedad incluye el progreso de su sistema económico, está íntimamente relacionado a los cambios del sistema de valores incluido en todas las manifestaciones sociales y ecológicas.
Los valores que rigen la vida de una sociedad son los que determinan su visión del mundo y de sus instituciones religiosas. Sus empresas científicas, su tecnología, sus acuerdos políticos y económicos.
El sistema de valores culturales cambia en respuesta a los desafíos ambientales, así surgirán nuevos modelos de evolución cultural.
El estudio de valores tiene gran importancia en todas las ciencias sociales, no hay ninguna ciencia social que esté desprovista de valores.
Los que consideran poco científica la cuestión de los valores y creen poder evitarlos están tratando de hacer algo imposible.
Los únicos valores que aparecen en los modelos económicos actuales son los que pueden ser cuantificados asignándoles un valor monetario, la importancia que se le da a la cuantificación hace que la economía parezca una ciencia exacta, pero deja de lado las distinciones cualitativas que sirven para entender la dimensión, ecológica, social, psicológica y de la actividad económica.
Los economistas nunca se han preocupado por las encuestas sobre el comportamiento de los trabajadores, de los inversores y consumidores. Se ocupan del producto interno bruto, pero no de la felicidad nacional bruta.
Una de las consecuencias del cambio de valores ocurrido a finales de la edad media fue el desarrollo del capitalismo en los siglos 16 y 17, a raíz de esto surge la ética protestante del trabajo en la que el trabajo duro realizado con abnegación, el éxito material se equipara con la virtud, es el desarrollo de la mentalidad capitalista.
Los valores y motivos religiosos fueron los que engendraron el impulso y la energía emocional necesaria para el rápido desarrollo del capitalismo.
Según Engels la explotación de la mujer tiene su origen en el sistema capitalista. Marx logró predecir que el capitalismo fomenta el socialismo y que a la larga desaparecería, lo que en Estados Unidos no ha ocurrido.
El problema de los países de América son los gobiernos y los funcionarios enfermos de poder, megalomanía y narcisismo.
Son varias las personas que me han sugerido que no lea y no publique los problemas que aquejan al país y al mundo “dedícate a generar dinero, los problemas enferman, ignóralos” En la cultura consumista es lo único que importa. Saturados de información y con tantos problemas de inseguridad se han vuelto indiferentes: los muertos, la corrupción, el narcotráfico, las enfermedades, la economía y los adictos.
Para evitar la preocupación es que muchos se fueron al extremo, llama la atención, los escándalos, cantantes sin voz, los fachosos, los programas con personajes artificiales robotizados y los influencers que hablan de tonterías.
Desde pequeña soy altruista, humanista, cuando tomé consciencia me di cuenta cual era mi misión en la vida y me preparé para eso, la salud, las relaciones familiares y los problemas sociopolíticos me apasionan.
Los padres deberían de comunicarse con sus hijos, compartirles de su niñez, fomentarles la empatía para que encuentren su misión en la vida, es la mejor manera de llenar el vacío existencial y no buscar adicciones que los atrapan
A medida que los recursos físicos se van agotando es importante invertir en las personas, es el recurso que tenemos en abundancia.
La conciencia ecológica pone en evidencia la necesidad de conservar nuestros recursos físicos y desarrollar los recursos humanos.
Para resolver las crisis necesitamos cambios profundos en los sistemas de valores, las actitudes y los modos de vida.
Los recursos como el petróleo, gas natural, carbón y uranio son caros y patógenas, han causado trastornos ambientales y guerras entre países.
Necesitamos aprovechar la energía solar, el sol ha sido la principal fuente de energía del planeta durante miles de años, además la luz del sol es el mejor desinfectante y nos deja ver en donde están los problemas.
Como dijo Oscar Wilde: “Es posible saber el precio de todo y no conocer el valor de nada. rosamchavez@hotmail.com
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