-La Presidenta sigue sin fuerza política.

-Rosa Icela incumple en sus funciones.

-La Política Interior hoy está descabezada.

Ráfaga

Quedó muy claro, la Primera Presidenta de México no gobierna para todos los mexicanos.

Para no hablar ante los representantes de partidos políticos “de oposición”, Claudia eligió su auditorio y lo reunió en Palacio Nacional.

La lectura del Primer Informe Presidencial se desarrolló en un escenario de reinante división.

Los radicales determinaron no permitir que, un representante del Partido Acción Nacional presidiera el comienzo del segundo año de sesiones, en la Cámara de Diputados.

Hasta ayer, martes 2, las y los morenistas accedieron que a la PANista Kenia López Rabadán rindiera protesta. Será presidenta hasta el último día de agosto de 2026. Abogada por la Universidad Panamericana y doctora en Administración de Pública por el Instituto Nacional de Administración Pública.

Kenia coordinó la campaña presidencial de Xóchitl Gálvez. Asambleísta en el D.F., diputada constituyente de la Ciudad de México y recientemente senadora.

Sin un argumento fundamentado, jurídicamente, las y los radicales del grupo morenista, se oponían a ceder la presidencia de la Cámara Baja.

CARENCIA DE PODER Y COLABORADORES

En este comentario periodístico, del primer miércoles de septiembre, destacaré tres aspectos importantes y que gravitan sobre la administración sexenal.

La Primera Presidenta de México carece de experiencia política. No dudo que tenga amplios propósitos de actuar para el cargo que fue, arrolladoramente, electa. Sus antecedentes en la política se reducen a cargos administrativos en la Ciudad de México. Ninguna presencia legislativa.

No comparto lo que se dice en algunos sectores, respecto a que Claudia Sheinbaum Pardo goza de mucha popularidad. La engañan los que ya integraron el círculo rojo en torno a ella.

No hay empatía con las mayorías, ni con las mujeres.

Es de personalidad rígida y requiere de un asesor profesional de imagen, por ser la Presidenta de México, un País que, con altas y bajas, tiene imagen internacional y reconocimientos. Uno de ellos, ser, por tercera vez, sede de un Campeonato Mundial de Fútbol.

Internamente su fuerza política partidista, no existe.

La presidenta del partido político en el poder, nada hace para promover a quien es número uno en la lista de militantes del Movimiento de Regeneración Nacional.

De los integrantes del comité ejecutivo nacional, el único que anda en la tarea política es “Andy”, el secretario de Organización.

Pero, el pero que nunca falta, Andrés Manuel López Beltrán, se moviliza por los Estados para captar simpatías y tener seguidores en los finales del 2029 y competir en las elecciones presidenciales del año siguiente.

El hecho de que la Presidenta de México no cuente con el incondicional respaldo de los legisladores y sus respectivos coordinadores, es notorio.

Cada uno va por donde sus intereses lo señalan. Los actuales ya fueron gobernadores y diputados federales, figuraron como “corcholatas” en la inventada sucesión del tabasqueño junto con Marcelo Ebrard Casaubón.

El trío recibió premios de consolación. El zacatecano Ricardo Monreal Ávila terminará en agosto del 2027.

Difícil, agotante y estresante el arribo a los diez primeros meses de gobierno. Claudia Sheinbaum Pardo no puede declararse satisfecha, porque le tocó una segunda parte de la llamada cuarta transformación, oficialmente se dice “segundo piso”, dispuesto por el hoy huésped de un rancho en Palenque.

89 HOMBRES Y TRES MUJERES 

De vital importancia político administrativa es la Secretaría de Gobernación, cuyo historial, con ese nombre, data de 1853 al término de la dictadura de veinte años de Antonio López de Santa Anna.

Correspondió a Sebastián Lerdo de Tejada y Corral, en diciembre de 1867, ser el primero en la lista de 92 titulares de la dependencia. 89 hombres y tres mujeres, en el presente siglo, Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, Luisa María Alcalde Luján y Rosa Icela Rodríguez Velázquez.

La historia de esta dependencia abarca, con diferentes nombres, desde los años de la lucha Insurgente. Referiré que en este Siglo XXI, en los cinco sexenios (el actual apenas lleva 10 meses), hubo 2 titulares con Vicente Fox y Felipe Calderón designó a ¡ocho!, con Peña Nieto fueron dos y el tabasqueño, 4.

Al frente de Gobernación la presidenta Sheinbaum Pardo colocó a la periodista Rosa Icela Rodríguez Velázquez, quien en el pasado sexenio recibió el nombramiento de Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana. Sin comentarios.

POLÍTICA INTERIOR, A LA DERIVA

Desde los inicios del gobierno republicano, los visionarios integrantes del manejo político, advirtieron la necesidad de contar con una persona que tuviera la responsabilidad de la Política Interior del País.

La historia moderna es muy clara y precisa, quien es responsable de la Secretaría de Gobernación, debe entender la importancia de su encargo. Es la más alta jerarquía en el gabinete.

Manejar la Política Interior, así con mayúsculas y negritas, es coordinar a los miembros del gabinete, a los legisladores, a los gobernadores y a los presidentes municipales.

Coordinar, no es ordenar ni controlar, es verificar la ejecución correcta de los programas de acción para solucionar la problemática que les corresponde. Tener un permanente contacto con los senadores, los diputados federales y locales, para no entorpecer la marcha de los proyectos presidenciales.

Tiene la tarea de relacionarse con los líderes de los partidos políticos, con los empresarios, industriales y grandes comerciantes.  Debe estar en contacto con todo lo relacionado con las instituciones culturales, tanto por el movimiento estudiantil como el de los docentes.

Sería cansado, para el lector, repetir las funciones de quien debe ser el brazo derecho del Jefe del Poder Ejecutivo Federal.

No está escrito ni figura en la legislación ni en la reglamentación, pero al titular de la Segob se le conoce como jefe del gabinete.

En los veinticinco años de este siglo, parece que, de los 16 titulares en Gobernación, un mínimo de ellos ha cumplido con la misión trascendental. La mayoría no dejó huella.

Como ejemplo, los gobernadores morenistas hacen lo que quieren y nadie los mete al orden. Ahí están Alfonso Durazo Montaño, Rubén Rocha Moya y Salomón Jara Cruz y ni qué decir de Layda Elena Sansores San Román, de Evelyn Cecilia Salgado Pineda o de Norma Rocío Nahle García.

Rosa Icela no requiere de órdenes presidenciales para llamar a esos gobernantes e invitarlos a mantener la seguridad en las entidades, a dar atención directa a la ciudadanía sin distingos de partido ni de colores. Atender las demandas locales de la ciudadanía.

Corregir a quienes proceden para limitar la Libertad de Expresión, censurar la Libertad de Prensa, porque la Presidenta Claudia Sheinbaum pregona, durante sus giras de trabajo, que hay absoluta libertad en todos los órdenes.

La misma Rosa Icela ha declarado “que nunca antes, como ahora, hay respeto a la Libertad de Expresión y a la de Prensa”, lo que, en Campeche, en Veracruz, en Puebla y en Oaxaca, no es una realidad y se formulan denuncias penales, sin fundamento, contra los periodistas o se fijan censuras para proteger a un gobernador.

Comento: al iniciarse el presente siglo, el segundo secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza pasó, sin pena ni gloria, como los otros seis en ese puesto del gabinete de Felipe Calderón, dos murieron en accidentes aéreos: el madrileño-mexicano Juan Camilo Mouriño Terrazo y el bajacaliforniano Francisco Blake Mora.

Dos que llegaron a secretarios de Gobernación, sin experiencia alguna en política interior Alejandro Poiré Romero y Alfonso Navarrete Prida, con Calderón y Peña Nieto, respectivamente.

Poco hicieron, pero cumplieron en parte, Santiago Creel Miranda, quien no llegó a candidato para suceder a Fox, como Miguel Ángel Osorio Chong, cuya carrera terminó en un escaño senatorial; era del equipo del mexiquense actualmente refugiado en Madrid, España.

Triste el paso de mi respetada jurista Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, brillante ministra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación; la llegaron a calificar “florero en los pasillos de Gobernación”. Presidió la mesa directiva del Senado; hoy es diputada federal.

Dato curioso: del 16 al 19 de junio de 2023, Alejandro Encinas Rodríguez fungió como Encargado del Despacho de Gobernación. Salió Adán Augusto López Hernández y llegó Luisa María.

Luisa María Alcalde Luján, tampoco dejó buena historia; llegó al cargo por ser hija de la influyente morenista y amiga del tabasqueño, Bertha Luján Uranga. Estuvo como secretaria del Trabajo y Previsión Social, siendo ahora presidenta del Movimiento de Regeneración Nacional.

La Política Interior es digna de un análisis, ni los cuatro presidentes y la Primera Presidenta de México, han inferido en las funciones de los titulares del llamado Palacio de Cobián.

Donde estuvieron en el pasado, personajes de reconocida experiencia, de secretarios que llegaron a Presidentes de la República. Los últimos que despacharon en Palacio Nacional fueron: Miguel Alemán Valdés, Adolfo Ruiz Cortines y Luis Echeverría Álvarez.

CIERRE EN BREVES LÍNEAS

Siempre se mantuvo la costumbre de que el secretario de Gobernación, tenía la responsabilidad de la seguridad nacional y de la total coordinación política en el País. A partir del sexenio salinista, desapareció la Comisión Federal Electoral que organizaba y calificaba los procesos electorales.

La destitución de los gobernadores que eran denunciados por su mala administración, era tarea de Gobernación y la comunicaba a la Cámara de Senadores, donde era nombrado el sustituto.

Nadie es removido de la gubernatura, comenté en párrafos anteriores, aunque esté ligado a la delincuencia organizada, según denuncias públicas.

La presidenta Claudia Sheinbaum nos dice que no hay cambios en el gabinete porque “todos están trabajando muy bien”.

jherrerav@live.com.mx