-Histórico estudio del Dr. Jorge Carpizo McGregor.
-En 1925 ordenó, a Calles, borrar “No Reelección”.
-Porfirio Díaz, su Plan de Tuxtepec y la No Reelección.
-Andy, ¿Trabaja para la reelección de su papá?
Ráfaga
La Primera Presidenta de México, por su reconocimiento a las heroínas anónimas la Noche del Grito y su discurso de la mañana de ayer, merece un aplauso nacional.
Vitoreó a dos grandes mujeres, la michoacana Gertrudis Bocanegra y Manuela Medina “La Capitana”, de Taxco, Guerrero.
Ambas siguieron a Hidalgo y a Morelos. Las dos fueron fusiladas por negarse a ser delatoras.
El principio constitucional de No Reelección Presidencial se maneja, desde el Siglo XIX, de acuerdo con la ambición e intereses de los Presidentes, así como las circunstancias políticas, sociales y económicas en el País.
El doctor Jorge Carpizo McGregor escribió un ensayo, muy amplio y detallado, sobre el tema de la No Reelección Presidencial y la No Inmediata de los Legisladores. Abarca, desde la Constitución de Apatzingán hasta la debatida y aprobada en Querétaro, en 1917.
La obra del que fuera Rector de la UNAM fue comentada, a instancias del Instituto de Investigaciones Jurídicas de nuestra Máxima Casa de Estudios, por 19 Juristas latinoamericanos y la edición estuvo coordinada por el respetado maestro Diego Valadés.
En los articulados de las Constituciones de 1814 y de 1824 quedó asentado: la Reelección tendrá lugar, 4 años después de dejar el cargo. Fue por tiempo indefinido en los años de 1836 a 1857.
En 1887, estaba Porfirio Díaz en el poder, se determinó que fuera inmediata y tres años más tarde cambió a tiempo indefinido.
Además de Porfirio Díaz, resultaron beneficiados con las constantes reformas, Antonio López de Santa Anna, Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada; el oaxaqueño no terminó su tercera, por fallecimiento, y a Lerdo de Tejada, su primera, lo impidió el Plan de la Noria, de Díaz.
Porfirio Díaz, después de su brillante carrera militar, antes de llegar a los 50 años de edad, proclamó, el 10 de enero de 1876, el principio de “No Reelección” en su Plan de Tuxtepec, para desconocer el triunfo de Lerdo de Tejada.
A partir de 1888, el oaxaqueño, olvidó lo enunciado en su Plan de Tuxtepec y se sigue “de filo” hasta el 25 de mayo 1911, obligado a renunciar.
Venustiano Carranza es una excepción.
Con apoyo en el Plan de Guadalupe desconoce al dictador Victoriano Huerta, deja la gubernatura de Coahuila y se autonombra Jefe del Primer Ejército Constitucionalista y Encargado del Poder Ejecutivo. En mayo de 1917 es electo como Presidente Constitucional, pero no termina el cuatrienio porque Obregón manda que le den muerte.
REFORMA CONSTITUCIONAL EN 1925
Álvaro Obregón fue uno de los dos Presidentes, en el siglo pasado, reelecto. Al terminar su cuatrienio, en 1924, aseguró que se retiraba de la política para vivir en su rancho en Huatabampo, Sonora. Porfirio Díaz fue reelecto en 1910 e iba ser por 6 años.
“El Manco de Celaya” se dedicó a la siembra de garbanzo y otras semillas. Viajó a Chicago y a Los Ángeles. Aparentemente cumplía no seguir en la política, pero mintió. Estaba en contacto con los colaboradores del Presidente Plutarco Elías Calles e inclusive a él lo visitaba con frecuencia.
“El Turco”, como le decía Obregón a su paisano Calles y al que no daba buen trato amistoso, recibió la orden de reformar el Artículo 83 Constitucional, a efecto de que fuese eliminado el revolucionario y democrático principio de No Reelección en algún momento.
El Partido Nacional Agrarista, liderado por Antonio Díaz Soto y Gama, hizo la propuesta de reformar el Artículo 83 y el 22 de enero de 1927 se publicó, en el Diario Oficial de la Federación, la aprobación de “la atenta solicitud”.
El texto constitucional quedó en estos términos: “No podrá ser Reelecto para el período inmediato hasta pasados cuatro años de haber dejado el cargo”. Y después de ese segundo mandato, el Presidente “quedará definitivamente incapacitado (?) para ser electo y desempeñar el cargo de Presidente, en cualquier momento”.
José León Toral, un caricaturista católico, frustró la ambición de Obregón. Iba a servirse la comida, en un banquete, cuando se escucharon disparos y el Presidente Reelecto se desplomó sin vida.
La Villa de San Ángel cambió de nombre: Villa Álvaro Obregón. El autor material del asesinato, fue llevado al paredón. La Madre Conchita, Concepción de la LLata, señalada como cómplice, vivió una temporada en Las Islas Marías.
Es de comentarse lo siguiente: ninguno de los Presidentes que se reeligieron, tuvo un final como el del sonorense, el hombre que ordenó la muerte de Venustiano Carranza y de Pancho Villa.
Obregón figuró como único candidato presidencial, aunque en las boletas aparecieron los nombres de dos de sus víctimas: los Generales Arnulfo R. Gómez y Francisco Roque Serrano Barbaytia. Ambos aspiraban a la candidatura; el sonorense Gómez fue asesinado en Coatepec, Veracruz; Serrano, sinaloense, fusilado con más de diez personas en Huitzilac, Morelos.
CARRO COMPLETO, HEREDADO
Los mexicanos escucharon muy bien el mensaje final del Presidente tabasqueño, señalándonos que se retiraba a su rancho. Había terminado su sexenio gubernamental. Se dedicaría a escribir un libro. No intervendría más en la política.
Informó que se iba solo. Su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller y el hijo de ambos, Jesús Ernesto, quedarían en la Ciudad de México. Él les visitaría, viajando por tierra; no deseaba hacerlo por avión para no en enfrentarse a la gente en los aeropuertos.
El tabasqueño desapareció, físicamente, del panorama político.
Con antelación preparó su futuro. No habrá de quedarse quieto. No quedó conforme el tener que guarecerse entre cuatro paredes. Le angustia no tener el poder. Lo altera el no imponer sus órdenes.
Apareció el domingo 1 de junio de este año, al acudir a una casilla para depositar su voto en relación con la Reforma Judicial, una de sus iniciativas que le heredó a la Primera Presidenta de México.
Dejó perfectamente controlado el funcionamiento del Poder Legislativo. En el Congreso de la Unión los coordinadores de legisladores morenistas, hombres de toda su confianza.
A otros que figuraron como sus “corcholatas”, así denominó a los presuntos aspirantes presidenciales, quedaron incluidos en el primer plano o sea en el gabinete legal. Colocó a gobernadores y gobernadoras, incondicionales.
EL MANDATO DE REVOCACIÓN
El tabasqueño es audaz, inteligente, maquiavélico, tortuoso, con un doble atributo. Sabe engañar, tiene una sonrisa picaresca, burlona, sarcástico. Se hace simpático por su carisma.
No duda en que lo adulan millones de mexicanos, desde que, como jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, inicio el pago de pensiones para mujeres y hombres de la Tercera Edad; mejoró ese beneficio como Presidente de la República.
Luchó durante 18 años, ininterrumpidamente, para ganar la votación y llegar a la Presidencia de la República.
Tuvo padrinos que le costeaban los gastos de sus giras por todo el territorio, los que le subvencionaron para mantener los campamentos en la Ciudad de México.
Impuso un estilo de gobernar. Como dice el pueblo, no dejó títere con cabeza. Golpeó a diestra y siniestra. Los periodistas, diaristas, comentaristas, columnistas, articulistas, fueron calificados de corruptos, sin aportar pruebas ni hacer una denuncia ante la autoridad correspondiente.
El paso que debía dar, lo conocimos en el segundo semestre del 2021, cuando el Congreso de la Unión y las legislaturas estatales aprobaron la Ley Federal de Revocación de Mandato, un escudo impenetrable, una espada para decapitar sin piedad, publicada en el Diario Oficial de la Federación, en vigor desde el 15 de septiembre del citado año.
Esa ley, “es el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada de la persona titular de la Presidencia de la República”.
La pregunta, a formular, en caso necesario: “¿Estás de acuerdo en que a (nombre), Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su período?”.
Para accionar La Espada de Damocles, la mencionada Ley Federal, se requiere que la solicitud sea del mínimo 3 por ciento de ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral y que ser haga en los primeros tres meses de concluido el tercer año del sexenio.
Más claro, ni el agua.
El tabasqueño sigue dentro de la política nacional. Sus proyectos no concluidos por él, están convertidos en leyes: la Reforma Judicial, la Reforma Electoral, la desintegración del Poder Judicial como entidad autónoma.
De las obras faraónicas: la Refinería Dos Bocas, que no refina; el aeropuerto internacional se mantiene con subsidios y al Tren Maya las pérdidas lo abruman.
Pero, el pero que nunca falta, no hay que criticarlos, cuando menos oficialmente.
ANDY TRABAJA PARA SU PAPÁ
El comentario periodístico termina con la observación siguiente: el Movimiento de Regeneración Nacional, convertido hace 11 años en partido político con el acrónimo MORENA, al cuidado de su fundador y líder, funcionó al cien por ciento porque no se movía una hoja del árbol, sin saberlo el número uno.
En el curso de este año, la pelea interna se da diariamente. No precisamente para elevar el nivel del partido, sino por las prebendas, la inclusión de las nóminas oficiales, el conseguir acomodo en las nóminas estatales y municipales.
La figura central es Andrés Manuel López Beltrán. Es el hijo pródigo. Es un sencillo y humilde Secretario de Organización del comité ejecutivo nacional.
Muy bien asesorado por su papá, “Andy” incursionó en el proceso electoral en Veracruz y en Durango. Trabajo estatal. En el Norte el gobierno es de un PRIista y en el Golfo, una zacatecana morenista. No le fue muy bien al joven que antes de un año de trabajo, se cansó y tomó sus vacaciones en el Viejo Continente.
No asiste a las reuniones que convoca la presidenta, Luisa María Alcalde Luján. Se justifica de mil maneras. Le perdonan la ausencia.
López Beltrán en su tarea nacional ha organizado la estructura que requiere el partido. Desde crear los Comités Seccionales, Distritales, Municipales y Estatales. La escuela clásica que mantuvo al PRI por casi 70 años en el poder.
Se criticó el fracaso de Andy en Durango. Casi se escondió por unas semanas. “Está muerto”, comentaron. “Era el bueno para el 2030”.
Bueno, Andrés Manuel López Beltrán influirá mucho en la selección de candidatos a diputados federales. Es trascendental tener mayoría en las curules de San Lázaro. Eso lo consiguió Álvaro Obregón.
Nada extraño que, en el 2027 o 2028, haya quien proponga una reforma a la Constitución Política y se repitan los hechos ocurridos precisamente hace un siglo.
Aprobar que se pueda dar la Reelección de quien hace seis años dejó el poder y se le permita “una sola vez más”.
Ese puede estar en la mente del tabasqueño. Hay un impedimento natural: la edad en el 2030 sería… ¡77 años!
jherrerav@live.com.mx