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Uno de los principales factores de la inclusión de más personas y perfiles en el sistema financiero son las tecnologías de inteligencia artificial (IA) y los softwares analíticos, que comenzaron a realizar análisis predictivos y prescriptivos, pero también han aumentado las estafas y los intentos de fraude.

Así lo expone Ricardo Ribeiro, director de Plataforma de FICO para América Latina y el Caribe, quien detalla que un ejemplo es el uso de bots estafadores: “Un bot es un programa de software que normalmente imita o reemplaza el comportamiento de los usuarios humanos. Esta tecnología se utiliza ampliamente para producir tareas repetitivas y automatizadas”.

En este sentido, señala en un comunicado, que los fraudes que involucran ingeniería social son cada vez más frecuentes y el desafío es desarrollar soluciones que estén más adelante que los cibercriminales que operan con bots estafadores: “Son capaces de robar identidades, enviar enlaces phishing y simular conversaciones que tendrían los humanos”.

Así, las estafas de bots son más complejas de combatir porque, en cierto modo, “están autorizadas por el cliente sin que éste sepa que está cayendo en una estafa”.

Una encuesta reciente realizada por FICO sobre fraude, identidad y banca digital, reveló que 6% de la población en México, 6 millones de personas, han sido víctimas de fraude por robo de identidad.

Respecto de este problema, señala que la IA, a través del machine learning y de las redes neuronales establecidas, permite trazar un perfil de comportamiento del cliente para parametrizar acciones y entender, por ejemplo, el momento en el que más se accede a los servicios financieros, el volumen de transacciones y aspectos de su comportamiento.

Incluye, por ejemplo, velocidad y método de escritura, la altura a la que el usuario sostiene el celular, la forma en que mueve el mouse, así como información sobre la red Wi-Fi, ubicación actual y análisis de los lugares visitados, que crean una especie de firma digital. Ese conjunto de datos, analizados eficazmente, contribuye a decidir si una operación es sospechosa.

En el caso de los bots estafadores, el análisis del comportamiento del fraude es un diferenciador para minimizar las pérdidas, ya que, incluso si el tráfico proviene de muchas direcciones IP, es posible identificar el fraude mediante el aprendizaje. Además de los aspectos de comportamiento, un sistema antifraude tiene soluciones en tiempo real.

Esto significa que desde el concepto de multicanal, se debe establecer un canal prioritario de relación y comunicación con el cliente y transformar la amenaza en una oportunidad de fidelización y ventaja competitiva en el mercado, por lo que FICO es una de las compañías que proporciona soluciones y la base de toma de decisiones ideal, puntualizó.