En las nubes
Carlos Ravelo Galindo, afirma: El embajador mexicano emérito Antonio Pérez Manzano nos platica algo sobre el compositor mexicano Juventino Rosas. (1868-1894), fallecido en la Isla de Cuba.
Es, por así decirlo, una sentida evocación del diplomático:
“Este día fue espléndido, –uno de los pocos que pude disfrutar antes de regresar a mi adscripción en la embajada de México en Guatemala-, dado que, además de saludar al músico Juventino Rosas, fuimos a un lugar conocido como las Escaleras de Batabanó –serie de formaciones rocosas-, localizadas en la parte noroccidental de la isla, integrada a la Provincia de La Habana, que posteriormente sería dividida. Desde 2010, forma parte de la provincia de Mayabeque.
Sus límites son al norte con el Estrecho de la Florida y la misma provincia de La Habana; al sur con el Golfo de Batabanó; al este con Matanzas y, al oeste con la nueva provincia de Artemisa.
El lugar es todo un regalo de la naturaleza y desde las alturas se avista un paisaje esplendoroso”.
El célebre compositor mexicano del vals “Sobre las Olas”, nació el 25 de enero de 1868, en un pueblito de Guanajuato llamado Santa Cruz de Galeana, (actualmente se llama Santa Cruz de Juventino Rosas).
Y murió en julio de 1894 en Surgidero de Batabanó, un pequeño poblado de pescadores al sur de la Habana, Cuba. En ese lugar existe un monumento que recuerda la muerte de Juventino Rosas.
Todos los años, el 9 de julio, se realizan actos en memoria del músico mexicano.
En los escasos 6 meses en que Juventino Rosas permaneció en tierras cubanas escribió varias obras musicales de las cuales se conservan el vals Martha y el chotis Espirituano, el primero dedicado a la insigne patriota villaclareña Martha Abreu y el segundo a una bella joven de Sancti Spiritus.
Además junto al entonces novel poeta cubano Regino Boti, creó un nuevo texto para su inmortal vals Sobre las olas.
El periodista Miguel Necochea y la Sociedad de Compositores Mexicanos en 1909, llevaron a cabo gestiones para exhumar los restos de Juventino Rosas y luego trasladarlos a México; los cuales fueron depositados en la Rotonda de los Hombres Ilustres.
Los mexicanos residentes en Cuba, asumieron los gastos.
Después de su fallecimiento, se han encontrado obras inéditas del músico.
El violín permaneció en Cuba. En 1931 el compositor Vicente Garrido lo rescató y donó al museo mexicano Nacional de Historia en donde reposa el violín de Juventino Rosas, instrumento con el que compuso el vals “Carmen”, dedicado a Carmen Romero Rubio de Díaz, la esposa del general Porfirio Díaz.
Compuso también Dolores, Soledad, Ilusiones Juveniles y el vals “Sobre las Olas”.
Datos importantes que muchos ignorábamos del músico guanajuatense.
craveloygalindo@gmail.com