El profesor de música croata Frane Selak sobrevivió a diversos accidentes en autobús, tren, avión y automóvil, que le ocurrieron entre 1957 y 1995; el guardabosques estadunidense Roy Sullivan fue alcanzado por siete rayos, entre 1942 y 1977; y a la camarera y enfermera Violet Jessop, una argentina de origen británico, le tocó vivir tres accidentes marítimos: en el Olympic en 1911, el Titanic en 1912 y el Britannic en 1916.
Éstas son algunas de las más de 50 historias sorprendentes que reúne el libro Podría ser peor, realizado por la empresa mexicana Pictoline y editado por Planeta, que está dirigido “al que va por lana y sale trasquilado, al que declara su amor y lo dejan en visto o al que siempre llega tarde y se equivoca”.
Con la certeza de que “cuando algo sale mal… siempre puede empeorar”, el equipo editorial y de diseño de Pictoline lanza este título tras “encontrar maneras gráficas de explicar lo difícil de manera fácil para tratar de enganchar al lector desde el lado amigable y divertido”, comenta Jack Ades Cohen en entrevista.
«Estamos desencantados con el universo en todos los sentidos, pero todavía no encontramos el modelo de cómo no estar desencantados”, agrega el presidente y General Manager de Capital Digital, empresa bajo cuyo paraguas trabaja Pictoline.
«Hablando de la clase política, de la postpandemia, de la situación general, la suma es terrible. Yo tengo una visión pesimista de cómo está todo el mundo en varios aspectos, no sólo México y América Latina, por eso necesitamos un libro como éste.
«Es una lectura llevadera que puedes hacer tanto de manera individual, como compartirla con tus cuates o tus hijos, pues son pequeñas historias reales, divertidas e ilustradas de manera atractiva”, añade.
El promotor explica que los mueve el sentido del humor y el sentimiento del individuo. “La idea fue recopilar historias de todo el mundo, no pensamos en regiones, de diferentes características. Para decirle a la gente, en esos momentos que te preguntas cómo la pude regar así o cómo pudo pasarme esto, que pueden haber errores y metidas de pata; pero que siempre existe una historia todavía peor que la nuestra”.
Dice que, para recobrar la confianza o salir de la depresión, tal vez funcione más la reflexión a partir del humor y la ironía que el optimismo piadoso del “todo va a salir bien”.
Destaca que el reto de este proyecto fue “lograr una mezcla entre obtener la información necesaria, verificarla, contarla de una manera breve y amena y crear imágenes suficientemente atractivas para el público”.
Ades Cohen detalla que, más allá de este volumen, la idea de Pictoline, que arrancó entre 2015 y 2016, es “tratar de explicar de manera sencilla y gráfica los grandes sucesos y las cosas complicadas del mundo.
¿Cómo hacerlo más digerible? Y ¿cómo dejar de vivir en el mundo del ‘.com’ y entregarle la información a la gente en el momento en que la requiera, es decir, a través de sus dispositivos”, indica.
Dice que “todo lo que hacemos está pensado en que sea portable en celulares y altamente compartible a través de redes y WhatsApp. Cuando empezamos existían sólo Twitter y Facebook, luego migramos a Instagram, y ahora a TikTok”.
El gestor afirma que Pictoline, donde colaboran unos 25 creativos, tiene una comunidad en redes de entre 9 y 10 millones de seguidores. “Pero nuestras publicaciones digitales están en el orden de los 132 millones de interacciones únicas al mes, personas que hablan español. México está en el número uno, pero no llega ni al 50 por ciento de nuestro alcance. El resto lo integran los demás países de América Latina.
Nuestro ADN ha sido ser latinoamericanos. Hablamos el español en todos los sentidos. Hemos buscado que nuestras publicaciones le hablen igual a alguien que vive en México que en Colombia o Argentina”, aclara.
Menciona que les interesa estar en el mundo físico, no sólo en el digital, por lo que cerraron un acuerdo con editorial Planeta para hacer cuatro libros y el primero es Podría ser peor, que tiene un tiraje inicial de 10 mil a 12 mil ejemplares. Ya preparan el siguiente título.
Con información de Excélsior