-Está de moda comentar sobre los besos.
“Lo besó el Diablo” y no fue gobernador.
-Un beso, en la puerta de Palacio Nacional.
-Los galanes besucones en Cinematografía.
Ráfaga
(Nuestro colega regiomontano Toño Chávez, especializado en redactar Efemérides, invita a sus paisanos para que ahorren Agua. Exhorto a todos los mexicanos a ¡No desperdiciarla!)
-x-x-x-x-x
¡Vaya!, sin entrar precisamente en el romanticismo que se enmarca con un beso entre dos personas, lo cierto es que las dos aspirantes a Primera Presidenta de México sin proponérselo, así lo creo, son noticia por los besos que recién recibieron y solo de una hay histórica fotografía, con circulación internacional.
El beso es significativa muestra de amor que comparte una pareja.
Es muestra de cariño hacia una persona, un bebé, un niño, un joven, un adulto.
En épocas lejanas el besar la mano a los padres, sobre todo al papá, se hacía voluntaria o involuntariamente.
El saludarse de beso llegó a México, en el Siglo XX, de los países europeos.
Darse un beso en la mejilla, es por amistad.
Los europeos y los rusos acostumbran darse besos en ambas mejillas.
Los artistas y los deportistas acostumbran “lanzar” besos dirigidos al público.
OCURRIÓ EN SAN JERÓNIMO
El domingo 6 de julio de 1980 hubo elecciones para gobernador de Zacatecas.
Eran los tiempos gloriosos del PRI y su candidato José Guadalupe Cervantes Corona dejó en el suelo a su contrincante del PAN. Cervantes fue apoyado por seis partidos de ese entonces.
El jurista y político zacatecano Gabriel García Rojas tenía el deseo de mandar en su Patria chica y decidió visitar al ex presidente Luis Echeverría Álvarez, en su domicilio de San Jerónimo. Pidió audiencia y fue recibido. Sentía requerir apoyo “fuerte”.
Como todo se sabía, gracias a Radio Pasillo, pronto circuló la versión de quien había solicitado padrinazgo.
En su oficina de presidente nacional del PRI, mi querido amigo Gustavo Carvajal Moreno fue enterado del suceso.
Pronunció una frase histórica en el ambiente político: “Lo besó el diablo”, el ex presidente consideraba tener influencia política después de cuatro años de terminar su mandato. García Rojas no volvió a figurar en la política.
Para la historia, las palabras de Gustavo, leal colaborador del presidente José López Portillo, son sentencia política para quien busca apoyos en lugares equivocados o personas no indicadas.
Ese fue un beso quemante, ¡fulminante!
LOS RECIENTES APAPACHOS
Pues bien, en diferentes momentos, distintos y distantes lugares, Claudia Sheinbaum Pardo y Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, recibieron un beso en la mejilla. La defeña después de su triunfo como Primera Presidenta de México y la hidalguense al entrevistarse, como precandidata, con el ex presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
No es que estemos acostumbrados a las ocurrencias presidenciales, se volvió cotidiano todo movimiento del hombre que vive y despacha en Palacio Nacional.
Los protocolos oficiales jamás se cumplen de parte del tabasqueño, aferrado a no dejar el poder como buen ex priista y la tarde del pasado lunes 10 de junio lo demostró sin ambages.
El Presidente de México invitó a la futura Primera Presidenta a una reunión privada y después a una comida, en la que departieron amistosamente y tuvieron una compañía de alrededor de 60 personas, colaboradores de ambos personajes.
La doctora Claudia Sheinbaum Pardo fue recibida en uno de los pórticos de Palacio Nacional.
Tras el saludo de manos, el tabasqueño abrazó a su invitada. Le estampó un beso en la mejilla izquierda. Cada quien juzgue la reacción de la dama, pues su rostro fue elocuente, según se aprecia en la fotografía oficial.
En los medios del diarismo periodístico se dieron detalles de la reunión y se destacó que en esta semana serán conocidos los nombres de quienes integrarán el gabinete legal.
Para los ansiosos, les comento que las nominaciones serán a fuego lento.
En cuanto a Cámara de Senadores, dicen que el tabasqueño Adán Augusto López Hernández coordinará la bancada de su partido.
En el restaurante de comida mexicana Las Mañanitas, en Madrid, España, el 12 de febrero de este año, se encontraron la entonces precandidata presidencial Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz y el expresidente Calderón Hinojosa.
Obvio conversaron sobre la problemática nacional y de hecho no hubo versión oficial ni tampoco se difundió alguna fotografía o video en que se hayan saludado y despedido de beso en la mejilla. Por la costumbre, se supone que si hubo beso.
Las críticas contra la hidalguense, en México, fueron diversas. Ni una palabra de los tres supuestos apoyadores, Marko, Chucho y el enterrador que va a sentarse como senador. PAN PRD PRI, la corrupción andante y los hombres sin vergüenza.
EL BESO Y LA POESÍA
El lado blanco del beso.
Lo bonito que es recibir y dar un beso de amor, un beso maternal, un beso fraternal, un beso envuelto en el corazón del ser querido.
He visto como se saludan las y los hermanos, de beso en la mejilla.
Las y los poetas, las y los compositores musicales, las y los cantantes, se engalan, se inspiran, para entregarnos sus obras literarias y musicales que no pocas veces nos llegan a lo más profundo del alma.
Mi amigo Renato Leduc oyó musicalizado su soneto “Tiempo” en las voces de Marco Antonio Muñiz y José José. Al principio, Renato se disgustó, después lo convencimos de que era doble el éxito.
Encontré una amplia lista de poetas que han dedicado espacio al beso. Desde Gustavo Adolfo Bécquer hasta Mario Benedetti, sin dejar la mención del nayarita Amado Nervo y de la gran Gabriela Mistral, por citar a algunos.
Entrego a Ustedes uno de los párrafos, del extenso poema, escrito por Gabriela Mistral:
«Hay besos que calcinan y que hieren…
Hay besos que arrebatan los sentidos…
Hay besos misteriosos que han dejado mil sueños errantes y perdidos».
Por su parte Gustavo Adolfo Bécquer:
«Por una mirada, un mundo…
Por una sonrisa, un cielo…
Por un beso… ¡yo no sé
que te diera por un beso!»
De Amado Nervo:
«Yo ya me despedía… y palpitantes cerca de mi labio tus labios rojos….
“Hasta mañana”, susurraste,
Yo te miré a los ojos un Instante y tu cerraste, sin pensar, los ojos…
Y te dí el primer beso: alcé la frente…
Y terminado por mi dicha cierta.
Decíamos en la redacción de La Prensa cuando “nos picábamos, encarrerado el gato, que se cuiden los ratones”.
Así es que comento el beso y la música.
BÉSAME MUCHO, EN 30 IDIOMAS
Entre las canciones triunfadoras de autores mexicanos, a nivel mundial, destacan Cielito Lindo y México Lindo y Querido, quedando en un lugar especial la que ha sido traducida e interpretada en alrededor de 30 idiomas.
«Bésame Mucho» fue compuesta en el año 1932, su autora apenas rondaba sus primeras 16 Primaveras, originaria de Ciudad Guzmán, Jalisco.
La conocemos todos y en el mundo musical como Consuelito Velázquez, niña prodigio, a los seis años empezó a estudiar música en Guadalajara.
Consuelo Velázquez Torres, hija del militar y poeta Isaac Velázquez del Valle y de María de Jesús Torres Ortiz, antes de morir a los 88 años de edad, disfrutó cuando el internacional Nat “King” Cole la interpretó en español y despuntaba, internacionalmente, la canción que inmortalizó a nuestra querida y admirada compositora.
Baste comentarles que «Bésame Mucho» fue parte del repertorio del conjunto británico, The Beatles, así como de Plácido Domingo, José Carrera, Alán Pingarrón, Sarita Montiel, Rocío Durcal y Luis Miguel.
La lista de intérpretes es muy larga y en Japón fue un rotundo el éxito de «Bésame Mucho»; estuvo en los primeros lugares de la preferencia.
No transcribo la letra de la melodía, pues la conocen hasta las nuevas generaciones. Consuelito vivirá por siempre.
LOS CHURUMBELES DE ESPAÑA
En los años 50 nos invadieron los españoles. Ahora fue para alegrarnos con sus composiciones musicales.
En los sets cinematográficos se pasearon con mucha familiaridad las bellas y los galanes llegados de lo que hemos llamado Madre Patria.
De las muchas canciones españolas, «El Beso», en la voz de Juan Legido, acompañado del conjunto alegre de Los Churumbeles difundieron la pegajosa tonadilla de esa canción que Legido cantaba palmeando las manos y bailando.
Triunfaron en México y actuaron desde Buenos Aires hasta Los Ángeles.
El grupo se desintegró en 1966, tras 17 años de éxitos y más de diez millones de discos vendidos.
El beso y la música se hermanaron para siempre.
La composición titulada «El Beso» tiene un estribillo que se repite y que apunto después del primer párrafo.
«En España, bendita tierra…
Donde puso su trono el amor….
Solo en ella…el beso encierra…
alegría, sentido y valor…
El beso….. en España…
Lo lleva… la hembra… muy dentro… del alma….
Le puede usted besar en la mano…
O puede darle un beso de hermano…
Pero un beso de amor, no se lo da a cualquiera….
EN EL CINE MEXICANO
Cierro las notas musicales ligadas al beso, cuyas consecuencias se dan no solo en el amor sino también en la política, además de ser inspiración para poetas, compositores musicales y también para las actrices y los galanes de la cinematografía.
En México los actores besucones estuvieron representados, despertando ilusiones y suspirando, por ellos, a las mujeres de todas las edades: Mauricio Garcés, Pedro Infante, Jorge Negrete.
Los que la mayoría de sus películas terminaban en el “abacho becho” fueron “Cantinflas” y Tin Tán. Mario Moreno en su última cinta, “El Barrendero”, besa a “Chepinita” personificada por María Sorté y don Germán Valdés a la también guapa Rebeca Iturbide en El Revoltoso, ella es Aida y “hermana” de Wolf Rubivnski.
De nuestras estrellas doña Silvia Pinal y de las extranjeras la que se lleva las palmas es esa preciosidad, chaparrita y rubia, conocida artísticamente como Cameron Díaz.
jherrerav@live.com.mx