Compartir

Por: Cecilio García Cruz

ceciliogarciacruz@hotmail.com

Jesús te Ampare…

Se deja ver por los pasillos del nosocomio acompañado de su equipo de trabajo. Clava la mirada, arremete saludos afectuosos, ventea ingenios y agudezas.

Visita a sus pacientes y, con gran calidad humana, les habla, estimula y los deja con una sólida actitud y certidumbre de que vencerán sus achaques.

De pocas palabras, pero éstas siempre cariñosas, amables, amorosas.

Es un profesional en toda la extensión de la palabra, muy requerido por mexicanos y extranjeros.

Por ello, no se ha dado la coyuntura para entrevistarlo, sostener un diálogo, una conversación, un encuentro prolongado de ideas y sensibilidades.

Todo se ha concretado a comentarios breves relacionados con la oncología médica, así como los tratamientos óptimos, personalizados y de vanguardia para cada paciente.

Muy en especial para un ser amado.

Noble, serio, excelente amigo y uno de los más prestigiosos médicos que enfrentan, con gran pasión y gallardía, una de las enfermedades más terribles que carcomen a la humanidad.

Su nombre: Iván Romarico González Espinoza, máster en oncología molecular, por el Centro de Estudios Biosanitarios de Madrid, España.

Realizó también una maestría en Oncología Molecular: Bases moleculares del Cáncer en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, European School of Oncology (2012 – 2013).

Originario de Guadalajara, Jalisco, ha sido reconocido con múltiples distinciones, entre ellas el Premio Nacional de Investigación en Oncología, que se otorga como estímulo a quien contribuye con notables avances en las ciencias médicas. 

Sólo escuchar la palabra Cáncer produce sensaciones ambivalentes y escalofríos profundos.

En la actualidad, es una dolencia que, detectada a tiempo, es curable e incluso prevenible.

Nuestra forma de vida influye para que se incremente.

La obesidad, en la que nuestro país ocupa los primeros lugares a nivel mundial, así como la diabetes, además del tabaquismo, son tres de las principales causas de este padecimiento.

El diccionario de la Lengua Española la define como una enfermedad que se caracteriza por la transformación de las células, que proliferan de manera anormal e incontrolada.

En septiembre de 2018, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), vinculada a la OMS, actualizó las cifras del Observatorio Global del Cáncer.

Preocupante, trazó un panorama alarmante: en todo el mundo, para 2040, la incidencia de la enfermedad crecerá un 63%.

Sin embargo, en México, el GloboCan 2018, estimó que los casos pasarán de 190.667 el año pasado a 359.420 para 2040, lo que representará un aumento de 88.5%.

Es decir, un panorama peor de lo previsto para el mundo y Latinoamérica.

Uno de los grandes problemas es la dificultad para obtener un diagnóstico a tiempo.

De acuerdo con el informe “Control del cáncer, acceso y desigualdad en América Latina: Una historia de luces y sombras”, publicado por The Economist Intelligence Unit – 2017, el tiempo de espera entre la primera consulta y el inicio del tratamiento para tumores de mama es de aproximadamente siete meses.

Todo ello, a pesar de que en México se han realizado progresos en la prevención y en la lucha contra el cáncer, como la creación de la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes.

Pero una estrategia trascendental es la formación de profesionales, lo que ha incrementado en 50% el número de oncólogos en el país entre 2012 y 2014.

Uno de los médicos que han apoyado la creación de nuevas generaciones es precisamente el doctor Iván Romarico González Espinoza, uno de los mejores oncólogos del país.

Egresado de la Universidad de Guadalajara, es especialista en Medicina Interna, en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, (2005 – 2009).

Es miembro de diversas sociedades médicas entre las que destacan: American Society of Clinical Oncology; European Society of Medical Oncology, y Sociedad Mexicana de Oncología.

El doctor González Espinoza está certificado por el Consejo Nacional Mexicano de Medicina Interna y por el Consejo Nacional Mexicano de Oncología.

Y los servicios profesionales los ejerce en Puebla.

Se desempeña como profesor de pregrado y maestría en la Universidad Popular Autónoma del Estado, así como Jefe de Servicio de Oncología Médica, además Coordinador de Enseñanza del Hospital Ángeles de esta ciudad.

En 2015, participó como coautor del libro “Nutrición y Cáncer, que es una guía práctica para prevenir este mal y confrontarlo”.

 Iván, nació con  estrella, a diferencia de otros que nacieron estrellados.