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Hoy en la mañana, como seguramente sucedió con mis queridos compañeros y amigos maestros de la facultad, puse en duda el contenido de un memorándum supuestamente suscrito por el presidente de la República, con relación a la legislación educativa.

Lo acabo de escuchar y de ver al propio presidente, por lo que no se tiene la menor duda: afirmó que la ley no puede estar por encima de la justicia y por lo tanto no debe acatarse la ley. Independientemente de lo que el presidente estime justo o injusto, la ley se aplica a todos; en caso de desacuerdo puede interponerse el amparo, pero el presidente no puede estar por encima de la ley y menos determinar lo que sea justo o injusto.

Él tiene la facultad constitucional de enviar una iniciativa que derogue y/o abrogue la ley. El memorándum lo puede enviar a sus colaboradores pero nunca decirles que no cumplan con la ley, para ello tiene facultad de promover la legislación que estime injusta. La ley es dura, pero es la ley y debe acatarse mientras esté vigente.

Qué grave es que pretenda legislar así como que lo haga por un memorándum. Sus colaboradores están obligados a acatar la ley, no a violarla. Lamento que por el apoyo popular que tiene pueda sentir que sus actos, como el memorándum, estén por encima de la ley. Como maestro de la Facultad de Derecho, a mis 84 años de edad, condeno y repruebo esta actitud, que nos conduciría no solo a una dictadura sino a tener un presidente con poderes absolutos.

Te invito respetuosamente a que exijamos al presidente que rectifique su actitud; es el primer como mandatario a cumplir con la ley.

Qué pena me da como abogado y como mexicano tener un presidente que así quiera gobernar. Te ruego difundas tu propia opinión con relación a este acto que yo condeno.
Dura lex sed lex