El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que modifica la clasificación federal de la marihuana, con el objetivo de facilitar su uso con fines médicos y abrir la puerta a nuevas investigaciones científicas. La medida representa un cambio significativo en la política de drogas del país y busca reducir las restricciones que por décadas han limitado el estudio de sus beneficios terapéuticos.
La decisión coloca a la marihuana en una categoría menos restrictiva dentro de la Ley de Sustancias Controladas, lo que permitirá a médicos y pacientes acceder con mayor facilidad a tratamientos derivados de la planta. Además, se espera que universidades y laboratorios puedan ampliar sus investigaciones sobre aplicaciones médicas, incluyendo el manejo del dolor crónico y otras condiciones de salud.
Trump destacó que la orden ejecutiva responde a la creciente demanda social y médica de actualizar la normativa, señalando que millones de estadounidenses podrían beneficiarse de un marco regulatorio más flexible. El mandatario subrayó que la medida no implica una legalización total, sino una reclasificación que busca equilibrar la seguridad pública con el acceso a tratamientos.
Expertos en salud pública consideran que este cambio podría impulsar un mercado regulado de productos medicinales basados en cannabis, al tiempo que reduce la carga legal para pacientes y profesionales de la salud. Sin embargo, también advierten que será necesario establecer lineamientos claros para evitar abusos y garantizar la calidad de los productos.