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Jesús Te Ampare.-

Eric Patrocinio Cisneros Burgos, ex Secretario de Gobierno con Cuitláhuac García en Veracruz, camina muy presuntuoso por el Paseo Montejo (vialidad principal de Mérida), degustando la suculenta gastronomía yucateca.

Radica ahora allá porque se jacta de ser amigo del mandatario electo de esa entidad, Joaquín “El Huacho” Díaz.

Ya “trabajó” la plaza de Baja California Sur, donde dejó una estela de supuesta corrupción; en Veracruz, le quedó mal a sus paisanos y a la persona que lo impulsó; ahora, busca saborear un “huesito” de cochinita pibil en Yucatán para tener poder e incrementar su fortuna.

El jueves 16 de mayo de 2019 escribí en el periódico IMAGEN, que se edita en el puerto de Veracruz:

Rocío Nahle no ha querido “amarrarle la lengua” a su “enviado” al gobierno de Veracruz, para evitar que el tren de la sucesión se descarrile.

Si la titular de la Secretaría de Energía lo logra, se convertirá en un “gallo de pelea” muy bravo para el relevo político en la entidad. 

El infame ex Secretario sembró más odios que afectos; solo lo recuerdan algunos funcionarios incondicionales.

Una de ellas es sin duda Verónica Hernández Giadáns, titular de la Fiscalía General del Estado, de todas sus confianzas y con quien acordaba temas –de día y de noche–  de su interés personal.

Motejado como “Bola 8”, desde que llegó al poder comenzó a irradiar arrogancia y protagonismo innecesarios, en lugar de operar y conciliar la política interna del gobierno.

Cuentan los parroquianos del Santuario de Otatitlán (de donde es originario), que hasta el Cristo Negro cambió de semblante, avergonzado por los tropiezos políticos del menudito protector de células criminales, a quien le quedó grande la “potranca”.

Muy pronto, Cisneros Burgos, antepuso eventos irrelevantes para llenar de cuadros su “Egoteca”  y echar a un lado las encomiendas prioritarias.

“Bola 8”, en un acto de “locura” (mareado por el ladrillo traicionero), pensó astutamente que tenía posibilidades de competir por la gubernatura.

Entonces diseñó, por sus “pistolas”, una estrategia para difundir sus raíces negroides, “apoyado” por numerosos Alcaldes a quienes sometió a cambio de las prerrogativas que les correspondían.

Renunció a su cargo para buscar la coordinación de los Comités de Defensa de la 4 T, pero el tiro le salió por la culata.

Y entonces, intentó recuperar su posición política, pero el “cantinflesco” mandatario salió al paso:

“¿Cómo puedo yo decirle a alguien ´vente´ (sic)? Si te dice ´no quiero´, ¿cómo le haces? Ya ni modo. O si te dice ´sí quiero, pero voy a ver´, espérame, déjame analizarlo, déjame ver cómo están las nuevas condiciones para cerrar, porque algo sí, el que se quede le voy a pedir ya no te postules a nada”. Clarito el trabalenguas.

Es el lenguaje de Palacio de Gobierno: hablar mucho y decir poco de manera complicada e incoherente.

Cantinflear, pues.

ceciliogarciacruz@hotmail.com