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En las nubes

Carlos Ravelo Galindo, afirma: El señor de Palacio Nacional, en sus cien días. ¿A quién ha metido preso? nos preguntan.

Pavimenta el camino, para actuar en consecuencia.

Y no incurrir en despropósitos como don Miguel con  Jorge Díaz Serrano. Carlos con La Quina. Ernesto con Raúl.  O Enrique  con la Maestra.

Fueron prisioneros políticos, sin pruebas de culpabilidad. Y puestos en libertad con usted dispense.

Hoy obtiene pruebas irrebatibles de sus tropelías.  Con ellas, en su momento, presentar a los culpables sin duda de su corrupción. Y decomisar lo robado para beneficiar a la gente que despojaron, a traces de sus cargos públicos o privados.

Y, estamos ciertos que falta muy poco.

Vayamos  ahora  de la mano de nuestra amiga Rosa María Campos, poeta, periodista y escritora a visitar el paraíso con su verso.

Como la seda y la porcelana, terso.

Casi casi, como se ha puesto de moda la llamada utopía mexicana, por llegar.

Divino tesoro.

Haz sólo lo que amas y serás feliz. Dios te puso un ser humano a cargo y eres tú mismo. A ti debes hacerte libre y feliz. Después podrás compartir la vida verdadera con los demás. Recuerda a Jesús: «Amarás al prójimo como a ti mismo».

Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz, porque la felicidad es una adquisición. Además, la felicidad no es un derecho, sino un deber; porque si no eres feliz, estás amargando a toda tu familia, a todo el barrio.

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar  del frio y las flores de la primavera, el chocolate, la baguette francesa, de los tacos, el mar  de Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman; la música de Mahler, Mozart, Chopin, Beethoven; las pinturas de Caravaggio, Rembrandt, Velázquez, Picasso y Tamayo, entre infinitas maravillas.

Me  desperté una mañana. Me  miré al espejo… y noté que tenía solamente tres cabellos en la cabeza.  Caray, me dije,  hoy me voy a hacer una trenza… Así lo hice  y pase un día maravilloso.

Al día siguiente desperté me vi al espejo.  Y solamente tenía dos cabellos. ‘Hmmm’  me peinaré de ralla en medio… Así lo hice y pasé un día grandioso.

Otra vez  desperté, corrí al espejo y me di cuenta que no me quedaba ni un solo cabello en la cabeza. Guauuu: ¡Qué rico ya no tendré que peinarme!

Nos dice también la veracruzana, madre de periodistas que “Un corazón  alegre es la  mejor  medicina”.

“Si en vez de ceños fruncido, mis queridos amigos mayorcitos, optan por  la risa saludable, visitarían al médico solo de vez en cuando, incluso  los  hospitales perderían para  ustedes su razón de ser. 

Esto lo escribió  el  doctor  Arthur Levy, sicoanalista  que  exaltaba los beneficios de risa tanto para  la mente y como para   el cuerpo. El científico en  sus conferencias  sobre la salud de la risa terminaba su charla   con la siguiente frase  del Rey Salomón:

“Un corazón  alegre es la  mejor  medicina”.

Por su parte, otro siquiatra Pierre Vachete,  inspirado en este apotegma salomónico,  organizaba sesiones de risa  para enfermos terminales, en Instituto de Sicología de París. En estas sesiones, que durarían  más de  diez años con magníficos resultados,   los pacientes eran estimulados a reír escuchando  grabaciones de risa.

También, los integrantes  del  Comité de Educación  de la Sociedad  Médica de  Illinois,   consideraban  la risa para mejorar  la salud  mental,  física y prolongar la vida, ya que  posee  un  rápido  y profundo  efecto sanador  sobre casi todos los órganos y muy  especialmente sobre las glándulas endocrinas y el sistema nervioso.

Sobre la risa, se dice que beneficia al  estómago, hígado, páncreas, bazo e intestinos   pues  la risa   aumenta  las  secreciones de los jugos digestivos, además  la risa   ejerce un  buen efecto sobre   la circulación aumentando la tensión  arterial en la  hipotensión y  descendiéndola   en la hipertensión.

En  fin,  la risa parece ser  el remedio idóneo  para fortalecer cuerpo y espíritu,  por ello Voltaire  escribió que la risa contiene un elemento de alegría totalmente  compatible con la salud e  incompatible con los malos humores causantes de todas nuestras enfermedades.

craveloyglindo@gmail.com