El expresidente brasileño Fernando Collor de Mello fue detenido y trasladado este viernes a la cárcel luego de que un juez de la corte suprema confirmara su sentencia a casi nueve años por corrupción.
Primer presidente elegido por sufragio universal después del régimen militar (1964-85), Collor renunció a la presidencia en 1992 en medio de denuncias de desvíos y corrupción, y de un proceso de impeachment abierto en el Congreso.
El exmandatario, de 75 años, fue arrestado en la mañana en Maceió, en Alagoas, un estado pobre del noreste donde fue senador y gobernador, y trasladado en la tarde a un centro penitenciario para cumplir la sentencia, señaló bajo anonimato una fuente policial a la AFP.
Un juez de la corte suprema rechazó el jueves los recursos «meramente dilatorios» de la defensa para anular la orden de prisión.
Expresidente comenzará su sentencia en la cárcel Baldomero Cavalcanti de Oliveira
Collor comenzará a cumplir la sentencia en la cárcel Baldomero Cavalcanti de Oliveira, en Maceió, en un «ala especial» y en celda individual, por su «condición de exmandatario», dijo en otra decisión el viernes el juez Alexandre de Moraes.
La fiscalía deberá ahora evaluar un pedido de la defensa para que el ex jefe de Estado reciba prisión domiciliaria por motivos de salud, dijo también el magistrado. Según los abogados, Collor sufre de Parkinson.
La defensa había expresado el jueves su «sorpresa y preocupación» por la orden de arresto.
En una nota citada el viernes por la prensa, sus abogados afirmaron que el expresidente fue detenido por la policía «a las 4 de la mañana» cuando se disponía a viajar a Brasilia para cumplir la decisión judicial.
Collor fue condenado en 2023 a ocho años y diez meses de prisión por corrupción en una investigación derivada de la megacausa Lava Jato.
La justicia lo halló culpable de haber recibido 20 millones de reales (3.5 millones de dólares al cambio actual) cuando era senador entre 2010 y 2014 para «viabilizar irregularmente contratos» entre una constructora y una exfilial de la petrolera estatal brasileña Petrobras.
Las órdenes de Moraes deben ser refrendadas por el plenario de la corte próximamente.