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La diputada Dulce María Méndez de la Luz Dauzón (MC) propuso exhortar a la Secretaría de Gobernación a que formule y coordine programas de prevención social y atención integral de niñas, niños y adolescentes víctimas de delitos sexuales cibernéticos, ya que son seducidos por adultos a través de manipulación y engaño mediante el uso del Internet y redes sociales para conseguir generación y envío de material pornográfico.

En un punto de acuerdo que analiza la Primera Comisión de la Permanente, precisó que datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advierten que la captación de menores con fines sexuales puede llevar minutos, horas, días o meses, según los objetivos y las necesidades del agresor y las reacciones de los infantes.

Además, quienes tienen mayor peligro de ser manipulados psicológicamente con fines sexuales son los adolescentes, en particular las niñas.

En México, al menos uno de cada siete menores de edad ha recibido solicitudes sexuales, generalmente por adultos que se hacen pasar por “amigos” en las redes sociales, donde 80 por ciento de los que las utilizan aceptan a desconocidos y 43 por ciento habla con ellos.

Méndez de la Luz Dauzón subrayó que especialistas señalan que las causas por las que las personas menores de edad realizan sexting son: despertar sexual, inclusión social, exceso de confianza, falta de cultura de privacidad, impulsividad y expansión de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Tic´s), entre otros.

“Sería un error pensar que todos los niños y jóvenes son hábiles por igual o están familiarizados del mismo modo con el entorno en línea, o que están bien informados. Además, muchos de los padres viven lo que se denomina analfabetismo cibernético y las niñas, niños y adolescentes van a la vanguardia en la navegación en Internet, utilización de dispositivos electrónicos y manejo de aplicaciones”, expuso.

Indicó que en la medida que se van haciendo más sofisticadas las formas de atentar contra el libre desarrollo de la personalidad de niñas, niños y adolescentes, el Estado debe emprender acciones concretas que alerten y protejan a los menores de edad contra el acoso y violencia sexual en el ciberespacio.

Ante ello, la diputada de MC añadió que las acciones preventivas tienen un papel preponderante para reducir el riesgo y elevar la seguridad de los menores durante su navegación en el ciberespacio. Sin embargo, “algunos ya han sufrido daños y otros más se verán afectados”.

Las afectaciones psicosociales que enfrentan las víctimas de ciberacoso van desde la culpa, vergüenza, aislamiento, miedo, agresividad, silencio, conducta retraída, alejamiento de amigos, negación a volver a utilizar redes sociales, e incluso, suicidio.

De ahí que sea necesario brindar tratamiento psicológico e integral a las víctimas, para que no cometan actitudes de riesgo en la utilización de sus redes sociales, que se fomente la confianza en ellos mismos y vuelvan a revalorizarse para retomar el desarrollo normal de su vida.

Además, la asistencia y contacto con los padres y maestros es necesaria para que puedan comprender las experiencias de sus hijos y alumnos en línea y les ofrezcan apoyo integral en todos los espacios donde interactúan de manera cotidiana.

“El acompañamiento en los procesos de investigación debe proteger a las niñas y los niños abusados para que no experimenten traumas adicionales de revictimización durante el proceso de investigación”, concluyó.