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-Calderón y Peña, sangre y corrupción.
-Llevamos 54 meses de violencia criminal.
-Hoy los narcos gobiernan impunemente.
-Duelo y Perdón, No Festejo, pide un Obispo.

Ráfaga

Resulta indignante que el
Presidente de México siga culpando a dos de sus antecesores de la violencia que impera en ciudades capitales, en municipios y en rancherías. Las carreteras federales y las autopistas son campo de acción criminal. “no viajen de noche”, es la “solución” que apuntan algunas autoridades. Ya no hay seguridad para hacer los días de campos familiares, menos disfrutar el “pueblear”, es decir recorrer nuestros lugares típicos.
Nada ignoraba el hombre al asumir, el 1 de diciembre de 2018, de la situación que vivimos los mexicanos en los 12 años anteriores.
En ese día prometió abatir a la delincuencia. Aseguró acabar con la corrupción y la impunidad y juró gobernar para todos los mexicanos.
30 millones 146 mil votos recibió para ser Presidente de la República.
El hábil, audaz, carismático y aspirante a pasar a la historia como estadista, engañó con sus discursos e hizo creer a la gente que estaba frente un gobernante con agallas para poner en prisión a “la mafia en el poder”, restaurar la seguridad en todo el territorio y mantener unidos a los mexicanos,
Impuso “el sistema de gobernar verbalmente, a través de cámaras y micrófonos de televisión, desde su casa en Palacio Nacional”.
Su diaria rutina: levantarse de madrugada para presidir la junta de su llamado gabinete de seguridad, a las 6 de la mañana y una hora después entrar al Salón Tesorería para conducir el programa de un solo hombre, claro muy distinto al que con ese título nos regaló el yucateco don Humberto G. Tamayo.
El tabasqueño utiliza ese medio electrónico para dividir a los mexicanos, atacar a diestra y siniestra a los medios informativos, iniciar la guerra en contra del michoacano Felipe Calderón (de negro historial), anunciar sus sesudas iniciativas de reformas constitucionales, acusar de corruptos a todos los periodistas, empresarios, políticos y ciudadanos que son conservadores, fifís y neoliberales.
Afloró su odio hacia quienes considera “nuestros enemigos” (siempre acostumbra pluralizar).
El resentimiento hacia la sociedad se reflejó en sus constantes ataques a la clase media. Niega que es vengativo, cuando es lo que más le caracteriza. No acepta ser rencoroso y procede como tal. Jamás admite que comete errores. Nunca se disculpa.
RENIEGA, NO ACTÚA Y ACUSA
Sostengo que de nada le sirvieron sus recorridos por toda la República para agendar soluciones a los problemas nacionales. Dieciocho años de trabajo para nada. Olvida que sus primeros pasos políticos los dio dentro del Partido Revolucionario Institucional. Presidió el comité del PRI en Tabasco, en el gobierno de Enrique González Pedrero y contó con el respaldo de la esposa de dicho político y ameritado intelectual.
Salió por la puerta trasera y de Villahermosa viajó a la Capital del País, tras sus dos derrotas como candidato a gobernador. Lo cobijaron Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo. Logrados sus propósitos personales. Se convirtió en figura política, gracias a ellos. Empoderado desconoció a quienes lo ayudaron. No deseaba tenerlos cerca de él, porque “le hacían sombra” y ya era un renegado de la vida.
Insisto, no actúa. Gobierna (?) verbalmente. Desapareció a las instituciones, a las que años atrás “mandó al diablo”. Destruyó las estructuras gubernamentales. Cerró las guarderías infantiles. Negó apoyo a la cultura. Se acabaron los fondos de los Fideicomisos, quitaron las becas a los deportistas. Para todo hubo una justificación: encontró corrupción hasta en los más recónditos espacios oficiales.
SE TIÑE DE ROJO EL TERRITORIO
Las estadísticas oficiales revelan la verdad. Suman cientos de miles los asesinatos. Tan solo en junio fueron más de dos mil las víctimas de una violencia imparable. Los desparecidos también suman miles, acumulados a los de etapas anteriores.
Hay un gabinete de seguridad, cuyos integrantes se reúnen todas las madrugadas. No hay programada estrategia de acción. La seguridad nacional está en manos de una periodista, mientras soldados y marinos están dedicados a la custodia de Aduanas, aeropuertos y trabajos en las faraónicas obras del tabasqueño. La Guardia Nacional resultó un gasto inútil.
Ah, lo que no sabíamos es que los responsables del desastre, la intensa actividad de la delincuencia organizada, las extorsiones a productores, el cobro de piso a comerciantes y restauranteros, es obra de los corruptos Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Nadie puede negar que Calderón emprendió una guerra, sin pies ni cabeza, que sacudió el avispero, en una desigual lucha contra los poderosos narcotraficantes y el suelo patrio se tiñó de rojo, de sangre humana de civiles y de militares, así como de cientos de inocentes.
A cuatro años y medio del sexenio, el Presidente de México se lava las manos.
Sigue con su política de abrazos no balazos.
A los narcos les limpia el camino en el Triángulo Dorado (Durango, Sinaloa y Chihuahua) al construir una carretera partiendo de Badiraguato, el terruño de “Los Chapos”. Papá en una prisión norteamericano, un hijito (Ovidio) preso con protección para no ser extraditado a Estados Unidos y dos “chapitos” en libertad, reclamados por las autoridades del vecino país. Los acusan, con pruebas, recabadas por agentes encubiertos, de fabricar y comercializar el fentanilo.
SE BURLA DE VÍCTIMAS Y FAMILIARES
El tabasqueño comenzó con una supuesta “guerra sin violencia” contra los delincuentes. Su repetida frase de “Abrazos no Balazos” provocó risas, comentarios jocosos, nadie la tomó en serio.
Sin embargo el inquilino de “modesto departamento” en Palacio Nacional, la oficializó y la mantiene, pese a que el número de asesinatos es el más alto en el presente siglo. Más lo que se acumule en los restantes 15 meses.
Sus afirmaciones mañaneras suenan, siempre, a burla hacia quienes sufren la muerte de un ser querido a manos de los “delincuentes que también son seres humanos y tienen derechos”.
Viudas, huérfanos, hogares destrozados, padres que no volvieron a ver a sus hijas o hijos. El hijo de Macuspana hasta ríe cuando se le critica por sus infortunadas frases y no mueve un dedo para frenar la violencia.
Quiere ser sarcástico y cae en lo ridículo.
Desde julio de 2019 empezó a decir a los delincuentes, “los voy a acusar con sus mamacitas y sus abuelos…ya portense bien no hagan sufrir a sus mamás…les acusaré con sus papás y sus abuelos…que sus mamacitas les den un jalón de orejas”.
En el caso de los 16 secuestrados en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, volvió a sus expresiones burlonas.
Por cierto ahí, en Chiapas, también hay gobernador morenista y se llama Rutilio Escandón Cadenas. Ante los hechos, igual que sus colegas, mantuvo cerrada la boca. ¿Los culpables? Los herederos del calderonismo y del peñismo, no del actual mandatario federal. Rutilio está emparentado, en primera línea, con Adán Augusto.
HECHOS IRREFUTABLES
También se burla de todos los mexicanos, cuando alardea que todas las mañanas se reúnen con el dizque gabinete de seguridad y recibe informes de que la delincuencia ha disminuido.
El jueves 29 del pasado Junio, las noticias fueron:
Hipólito Mora, líder pionero de las autodefensas michoacanas, fue acribillado y calcinado junto tres de sus escoltas. Los hechos en el poblado de La Ruana, en Tierra Caliente. Michoacán está bajo el control de los narcotraficantes.
El gobernador morenista Alfredo Ramírez Bedolla, aseguró que Hipólito no quiso resguardarse en Morelia. El Presidente de la República lo secundó, añadiendo que esa muerte obedecía a que los dos presidentes (Calderón y Peña) no hicieron nada para combatir a la delincuencia. Él tampoco en sus casi cinco años de presidente ha luchado contra los narcos.
En Guerrero, secuestraron y dieron muerte a Jesús González Ríos, líder y dirigente local del Partido Verde Ecologista de México. Los habitantes de Copala sabían que el político municipal estaba amenazado de muerte “si no se retiraba de la política, porque estorbaba a los delincuentes”.
La gobernadora Evelyn Cecia Salgado Pineda, indiferente al asunto como al relacionado con los siete cuerpos descuartizados (dos mujeres y cinco hombres) abandonados en un auto en pleno Chilpancingo.
La morenista tampoco atiende el cierre de comercios, de todo tipo, en Taxco de Alarcón.
Los extorsionadores elevaron la cuota por derecho de piso y están amenazados de muerte.
El terrorismo urbano ya empezó, la delincuencia organizada hizo estallar un coche bomba en la carretera de Celaya a Salvatierra en Guanajuato. Diez elementos de la Guardia Nacional resultaron lesionados.
Con la novedad de que la autoridad ya sabe de la presencia de ex guerrilleros colombianos operando bajo contrato de los narcos. La pelea es entre el Cartel Jalisco Nueva Generación, el Cartel de Sinaloa y el Cartel de Santa Rosa. La orden presidencial, no molestarlos, hay que dejarlos que se peleen entre ellos.
El gobierno PANista de Diego Sinhué Rodríguez Vallejo imposibilitado para contener la ola criminal. El apoyo federal fluye sin éxito.
HOMILIA DEL OBISPO
Una bomba estalló en Apatzingán, Michoacán. Fue verbal. No causó el menor daño físico ni material. No hubo violencia, ni aparecieron exguerrilleros sudamericanos.
La homilía dominical del Obispo Cristóbal Ascencio García cimbró las paredes del colonial Palacio Nacional, hasta el Zócalo se oyó la frase: “pedir perdón no estar de festejo”. Retumbaron en la sede del gobierno michoacano, en Morelia. Las reacciones oficiales no podían ser de otra manera, sino de agresividad.
(La homilía es la plática o sermón solemne para explicar a los fieles, en la misa, los textos bíblicos. Quien oficia, habla inmediatamente después de la lectura del evangelio),
El Obispo de la Diócesis de Apatzingán, una de las regiones más golpeadas por los criminales, expresó:
“Ayer nuestro Primer Mandatario celebraba el quinto aniversario de haber llegado al poder. Nos prometió que su principal objetivo era poner la paz y yo digo por qué en lugar de haber celebrado festivamente en el Zócalo, por qué no decretar un día de luto, de duelo nacional, no sólo por los fieles de la Diócesis que han perdido la vida, sino por tantos hermanos en México. Reconocer que en nuestro País hay más violencia que hace cinco años”.
También expresó el Obispo Ascencio García que quienes asistían a la misa, estaban temerosos.
Hubo narcobloqueos en los municipios de Apatzingán, Tepalcatepec, Aguililla y Buenavista. Dijo que las autoridades deberían “pedir perdón por no haber encontrado las estrategias necesarias para la paz”.
¿LO AMONESTA EL INE?
Realmente los morenistas son copia, de papel carbón, de su patrón, líder y mesías. Alfredo Ramírez Bedolla, ya mencioné su cargo, salió con que “a lo mejor” el Instituto Nacional Electoral amonesta al Obispo Ascencio García “por hacer política fuera de tiempo electoral “y descalificó las “desafortunadas declaraciones” del religioso. “Si quiere hacer política, que se quite la sotana”, advirtió el gobernante.
Así de sencillo.
Primero, el michoacano olvida que seis de sus correligionarios andan en campaña, buscan la candidatura presidencial.
Segundo, el sacerdote católico no hizo declaración, habló como le corresponde cuando está oficiando la misa.
Ramírez Bedolla fue más allá. Declaró, en rueda de Prensa celebrada en Morelia, que los religiosos apadrinaron a las autodefensas y aseguró que los sacerdotes “se convierten en voceros de los criminales”.
Mejor cierro el comentario, porque es dar importancia a las estupideces de un gobernador.
Bueno, unos la hicieron y otros la pagamos.
jherrerav@live.com.mx