En una era en la que la música en vivo puede experimentarse desde cualquier parte del mundo, Black Sabbath ha decidido que su último rugido no solo se escuche en su ciudad natal. El próximo 5 de julio, el legendario cuarteto que dio forma al heavy metal ofrecerá un concierto de despedida en el estadio Villa Park, y la buena noticia para los millones de fans alrededor del mundo es que el evento será transmitido en streaming a través de plataformas digitales.
“Tenemos que estar a la altura”, reconoce Tony Iommi, guitarrista y fundador de la banda, quien a sus 77 años aún domina los riffs que moldearon el sonido del infierno. Y no es para menos: la cita no solo marca el cierre de una era, sino que representa un momento icónico que quedará grabado tanto en la historia del rock como en los servidores de millones de usuarios conectados.
Un adiós mundial desde donde todo empezó
Bajo el título “Back to the Beginning”, la banda vuelve a sus raíces en Birmingham, la ciudad obrera donde nació su sonido áspero y oscuro en 1968. Con la alineación original —Ozzy Osbourne, Geezer Butler, Bill Ward y el propio Iommi—, el show contará con la participación de grupos como Metallica, Slayer, Lamb of God y Gojira. Todo bajo la curaduría de Tom Morello, guitarrista de Rage Against the Machine.
Será la primera vez que el cuarteto original toca junto desde 2005, y su última presentación juntos tras la gira «The End» de 2016-17. Esta vez, la diferencia es clara: el mundo podrá verlos desde casa, marcando un hito en la historia del metal y del streaming de eventos en vivo.
Entre la gloria y la incertidumbre
Aunque emocionado, Iommi no oculta su nerviosismo: “Hay mucha presión porque es lo desconocido. No sabemos cuántas canciones vamos a tocar ni cómo vamos a estar”. La salud de Ozzy Osbourne, diagnosticado con Parkinson y con movilidad reducida, añade incertidumbre. “Hasta donde sé, estará en un trono… a menos que tenga un trono eléctrico”, bromea Iommi.
Sin embargo, el humor sigue siendo parte del ADN de la banda. “Siempre nos hemos hecho bromas, así que imagino que algo va a salir”, añade el guitarrista, recordando con una mezcla de culpa y carcajadas la vez que tuvieron que hospitalizar a Bill Ward tras cubrirlo de pintura dorada durante una borrachera en Los Ángeles.
Clásicos para siempre, riffs inmortales
Canciones como “Paranoid”, “Iron Man”, “Black Sabbath” y “War Pigs” se escucharán una última vez desde el escenario… y desde miles de pantallas. “Son los símbolos de la banda, la verdad”, afirma Iommi.
Los riffs que él mismo diseñó, tras perder las puntas de sus dedos en un accidente industrial, son ahora parte del ADN del rock. Su invención de dedales de cuero para poder tocar es hoy leyenda viva del ingenio musical. “Todavía los tengo”, dice mientras los muestra en una vieja lata de tabaco.
Un legado en directo y en línea
Esta despedida no es solo una celebración de la banda, sino un gesto solidario: los ingresos del concierto serán donados a organizaciones benéficas, incluyendo una dedicada a la enfermedad de Parkinson.
En un momento en el que muchos fans descubren el metal a través de algoritmos y listas de reproducción, este evento es una cápsula del tiempo y una clase maestra. “Es como una hermandad, ¿sabes? Hemos tenido altibajos, pero seguimos en contacto”, comenta Iommi.
Para los que crecieron con Sabbath y para las nuevas generaciones que los escuchan en streaming, este es un adiós en vivo, pero también una bienvenida eterna en la nube.
Como dijo Ozzy, en un mensaje que se ha vuelto viral: “Clónenme, cabrones”. Y ahora, gracias al streaming, la leyenda de Black Sabbath ya está, literalmente, en todos lados.
DIARIO DE MÉXICO