Alma Grande
El periodista Manuel González Reyes fue asesinado a tiros en la calle Leandro Valle de la colonia Miraval, de Cuernavaca, Morelos. El reportero de nota roja y director de la Agencia PM, Portal Morelos, desde 2017, llevaba la identificación que lo acreditaba como periodista cuando fue agredido.
La Fiscalía del Estado informó que todavía no saben cuántas personas estuvieron implicadas en el asesinato material del comunicador, quienes le dispararon a quemarropa. Manuel González participó en el pasado proceso electoral como candidato a la Alcaldía de Emiliano Zapata, lo cual se suma a la vulnerabilidad del comunicador, por lo que debe considerarse su labor periodística como uno de los ejes para la investigación.
En lo que va del sexenio, 68 defensores de derechos humanos y 43 periodistas han sido asesinados.
A pesar de que se cuenta con un instrumento de protección para líderes y comunicadores, llamado el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, la instancia sólo sirve como dependencia para llevar el censo de los comunicadores asesinados, porque los integrantes de la Junta de Gobierno están enquistados en esa posición desde el sexenio pasado, por razones desconocidas, capitaneados por un burócrata que llega al extremo de justificar las muertes en nombre de la austeridad, porque lo único que hace es quitarle la protección a los periodistas que lo solicitan.
En julio pasado, el Mecanismo dio un informe que mejor debió callar ante la ineficacia de sus labores, al decir que cuenta con 1,478 personas beneficiarias en la mayoría de las 32 entidades federativas.
Pero no dice que muchos de estos “beneficiarios” han tenido que recurrir al Poder Judicial para ampararse y mantener la protección del Mecanismo cuyos burócratas arrebatan por cuestiones de austeridad. La instancia se convirtió en el Mecanismo de Jorge Ruiz, quien encabeza esta oficina, que ha demostrado ineficacia y la prueba está en los asesinatos continuos de periodistas.
Para los integrantes de la Junta de Gobierno si en cierto lapso no hay atentados la protección es innecesaria, lo cual habla de la manera en que adoptan esta responsabilidad los burócratas del Mecanismo.
Se trata de una prueba contundente de ineficacia que debió forzar la remoción de este individuo que por razones poco claras se encuentra al frente de una oficina que pareciera está en complicidad con los agresores de los comunicadores.
El informe del Mecanismo de Jorge Ruiz informa que, desde diciembre de 2018 a la fecha, se han asesinado a 43 periodistas y 68 personas defensoras de derechos humanos, de los cuales 7 periodistas y 2 personas defensoras eran beneficiarios del Mecanismo de Protección.
Defenderse con el argumento de que no son tantos asesinatos como dicen algunos es una excusa criminal que bien merecería no sólo el despido sino un castigo ejemplar, pero lejos de ser amonestados los integrantes de ese Mecanismo, que depende de la Secretaría de Gobernación, permanecen en sus puestos cobrando sin trabajar.
En su informe de julio, el Mecanismo afirma que en 2019 y 2020 se destinaron 783 millones de pesos. Este año se aprobó un presupuesto de 227, 6 millones de pesos y se solicitó una ampliación de 189 millones de pesos, lo cual daría un presupuesto total, para 2021, de 416.6 millones de pesos. Dinero que no se usa o se usa mal, porque en los resultados daría lo mismo que no hubiera Mecanismo.
Sólo seis entidades cuentan con organismos locales de protección en esta materia: Ciudad de México, Veracruz, Colima, Guanajuato, Guerrero y Puebla, entidades donde tampoco puede tenerse confianza, a pesar de que los burócratas que la encabezan aseguran que se trata de “una garantía de protección a los derechos humanos”.
A pesar de la conocida ineficacia, el número de personas que se acogen a esta supuesta protección aumenta, porque las agresiones son continuas porque no se cumple con la regla esencial del Mecanismo que es la PREVENCIÓN de los asesinatos, los cuales, al no evitarse y quedar en la impunidad la gran mayoría de ellos se crea una invitación para seguir asesinando comunicadores.
Salvar la integridad de una persona es una responsabilidad que va más allá de cualquier rutina burocrática a la que están acostumbrados los integrantes de la Junta de Gobierno del Mecanismo que encabeza Jorge Ruiz, quien pareciera tener en sus manos canicas y no vidas humanas.
El Mecanismo sólo trabaja cuando justifica los asesinatos, no cumple con el objetivo que le dio origen que es el de PREVENIR las muertes de líderes y comunicadores. Esa labor no requiere de un presupuesto tan alto ni de personas que pareciera que el dolor de sus compatriotas es sólo un juego.
PEGA Y CORRE. – Francisco Domínguez, panista, deja la gubernatura de Querétaro y anuncia que si lo llama el Presidente aceptará su invitación, porque al Presidente no se le dice que no…
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